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Carlos Medellín parecía ser el seguro ganador. Pero Luis Guillermo Guerrero ha recortado mucho terreno en los últimos días.

POLÍTICA

Una terna para la Corte Constitucional que está que arde

El Congreso elegirá el 15 de agosto un nuevo magistrado de la Corte Constitucional: pero más allá de un nombre lo que está en juego es si se mantiene o cambia la filosofía que inspira al Estado colombiano.

4 de agosto de 2012

Todo parecía estar consumado para la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Carlos Medellín en el papel tenía todas las de ganar. Tanto por su hoja de vida -ministro de Justicia y embajador en Londres- como por la mecánica electoral, pues su cercanía con el ministro Germán Vargas y con el Partido Liberal lo hacía imbatible a la hora de los votos en el Congreso.

Sin embargo, en las últimas dos semanas la cosa se le complicó y apareció el que podría ser el 'palo' de la elección: Luis Guillermo Guerrero, magistrado auxiliar de la Corte Constitucional, que logró los votos de la bancada conservadora y lanzó una campaña relámpago para ganarse los de La U. Y si logra esos dos apoyos, que son mayoría en el Senado, sería el ganador.

Pero no es un voto finish cualquiera. Este es uno de los pulsos más trascendentales del país en los últimos tiempos. El que salga elegido definirá si la filosofía que ha inspirado la Corte Constitucional -y por ende al Estado colombiano- se mantendrá o cambiará. Si es elegido Medellín se anticipa que se mantendría la línea liberal, que defiende los derechos civiles y las libertades individuales. Y si el elegido es Guerrero la Corte Constitucional comenzaría a dar un giro hacia un Estado más conservador.

El hecho de que la Corte, desde su creación en 1991, haya tenido mayoría progresista no es cuestión del azar. Por tradición, casi siempre, cuando sale un magistrado liberal lo reemplaza un liberal, y si es conservador, un conservador. Y es ahí donde se podría dar un punto de quiebre. El Consejo de Estado para reemplazar a Juan Carlos Henao, que es liberal, le presentó al Congreso una terna con dos conservadores (Guerrero y Marta Sáchica) y un liberal (Medellín).

Entre los sectores progresistas del país las alarmas se encendieron el lunes 30 de julio cuando se dieron cuenta de que en el Hotel de la Ópera se instaló Guerrero con el exmagistrado de la Corte Constitucional, Rodrigo Escobar Gil, y desde allí no solo lograron que los conservadores votaran en bancada por él sino que comenzaron a llamar uno por uno a senadores de los otros partidos. La campaña se extendió hasta el jueves y Guerrero recuperó terreno.

Hasta ahí no hay ningún problema, pues es parte del derecho legítimo que tienen los candidatos de hacer campaña. Sin embargo, el tablero de ajedrez comienza a complicarse porque el aparato de campaña de Guerrero es aún más poderoso. Un magistrado del Consejo de Estado, según le dijeron cuatro congresistas a esta revista, los llamó para pedirles su voto para Guerrero. "¿Si a usted lo llama un consejero de Estado, que es el que puede decidir quitarle su investidura, usted qué hace?", se preguntaba uno de los senadores para ilustrar la situación. SEMANA no revela el nombre del magistrado porque no logró comunicarse con él para escuchar su defensa. No obstante, cabe anotar que fue uno de los más activos en promover el fallo que 'tumbó' a la fiscal Viviane Morales, que se había convertido en un dolor de cabeza para los allegados al expresidente Álvaro Uribe. Así mismo, también trascendió que en la campaña relámpago también participó un magistrado de la Corte Constitucional, igualmente muy cercano a Uribe. "Gracias a él, a la senadora Piedad Zucardi y a Rodrigo Escobar Gil, han logrado que casi toda la bancada costeña de La U vote por Guerrero".

Los sectores que apoyan a Medellín están convencidos de que se está configurando un bloque uribista que desde las cortes empuja al Congreso a elegir a Guerrero. ¿Qué estarían buscando? La interpretación más benevolente asegura que así podrían cambiar la jurisprudencia de la Corte no solo en temas como el de la dosis mínima, los derechos de los homosexuales o el aborto. Y hay quienes, en una interpretación más arriesgada, creen que buscarían incluso, vía demanda, permitir que Álvaro Uribe vuelva a competir por la Presidencia.

Esas hipótesis tienen algo de absurdo porque no es tan fácil, sin pasar por un referendo o una reforma constitucional, restaurar una segunda reelección presidencial. Y es también injusta con un candidato como Guerrero que, según colegas suyos en la Corte, tiene todo para ser buen magistrado. Esta semana, los tres candidatos se presentarán ante el Senado y la próxima, el 15 de julio, se hará la elección. Por ahora la Casa de Nariño no ha dado ninguna señal.