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| Foto: Tomada de Youtube

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Después de meses de presión, renuncia el rector de Uniautonoma

En un video que publicó en Youtube, Ramsés Vargas se despacha contra el gobierno y los medios de comunicación. Asegura qué hay una persecución en contra del centro educativo y da un paso al costado.

1 de marzo de 2018

Después de más de una semana de paro en la Universidad Autónoma del Caribe (UAC), la situación se ha vuelto insostenible para la comunidad educativa, esa que está compuesta por 12.000 estudiantes, cerca de 650 profesores y más de mil empleados de cargos administrativos.
El rector Ramsés Vargas abandonó el cargo por internet. Actualmente, la universidad se encuentra en un proceso de lanzamiento del inmueble donde funciona por el no pago de los arriendos.

Este jueves, Vargas subió un video a Youtube en el que culpa de lo sucedido a los medios de comunicación e incluso hasta a la baja popularidad del gobierno. "En un país (...) donde el honor y la dignidad de los individuos las definen a quienes mayor nivel de manipulación mediática tengan o mayor habilidad para hacer memes o cadenas de Whatsapp insultantes", "solo almas innobles pueden usar la desdicha o la dificultad del otro para su propio beneficio" y" Hoy, en pleno año electoral, un gobierno aborrecido de su ineficiencia se decidió a tomarnos de botín de guerra" son algunas de las oraciones que Vargas suelta en su video. Sin embargo, ese largo mensaje era para transmitir una decisión, "Para contribuir a que se retomen las actividades presento mi renuncia irrevocable al cargo de rector".

En contexto: La crisis por la que está pasando la Uniautónoma

Su renuncia se da en el marco de una enorme controversia. A lo largo de varias semanas, la W radio ha hecho un detallado seguimiento de las irregularidades que habrían tenido lugar durante los cuatro años y ocho meses en que Ramsés Vargas se ha desempeñado como rector en remplazo de Silvia Gette Ponce, quien fue separada del cargo en abril de 2013.

La crisis comenzó a agudizarse a mediados de 2017, cuando profesores y funcionarios administrativos denunciaron el atraso en los pagos de nómina, por periodos de dos y tres meses, hasta llegar a la situación actual de la Universidad: a los profesores de cátedra les deben salarios desde septiembre y a los profesores de planta desde noviembre, incluidas la prima de navidad e intereses de cesantía. Estas situaciones han sido expuestas al aire en la W radio y en Emisora Atlántico, el programa radial de Jorge Cura.

La crisis ya no se pudo ocultar más. Esto llevó a que varias facultades entraran en paro. Los profesores dijeron que no volvían a dictar clases hasta que no les pagaran los salarios atrasados y luego se sumaron los alumnos. Esta semana la universidad se congregó en pleno en la Plaza de la Paz, desde donde marcharon posteriormente hasta la Gobernación del Atlántico, para pedir la renuncia al rector y de los miembros de la Sala General.

Las únicas facultades que no se encuentran en paro son ciencias administrativas y parte de la facultad de derecho. La directora de este último programa, María Cristina Vargas, es prima del rector. A pesar de presuntas presiones contra los catedráticos, al paro se sumaron 14 profesores de la facultad de derecho. Algunos de los profesores, catedráticos y administrativos han sido amenazados, por lo que prefieren mantenerse en el anonimato.

Precisamente uno de los cuestionamientos más delicados contra la administración de Ramsés Vargas es el nepotismo que ha caracterizado estos 54 meses en los que ha estado al frente de la rectoría: sus padres, hermanos, tíos, primos y primas, cuñados de sus primos y familiares en distintos grados de consanguinidad y afinidad, desempeñan más de 40 cargos en la universidad.

Cuando asumió la rectoría, Vargas Lamadrid modificó el reglamento de la Sala General que tenía nueve miembros, ampliándola a 19, entre los cuales designó a su padre, Eduardo Vargas; a su madre, Sonia Lamadrid; a su esposa, María Helena Hernández, quien reside en Miami. También a María Cristina Vargas, prima; Efraín Maldonado, esposo de María Cristina Vargas, y Álvaro Vargas, tío, el único que podría ejercer como miembro de la sala general por haber sido profesor de la universidad durante más de 25 años, requisito que no cumple ninguno de los familiares anteriores.
A los anteriores siete familiares se suma una segunda línea de miembros de la sala general en la que se encuentran personas de su entera confianza, como la comunicadora social Sandra Devia, el vicerrector administrativo Pedro Sierra, el secretario general, Jesús Pantoja, la secretaria privada de su padre Nineth Guzmán, la representante de los estudiantes Niza Fernández y María Vega, encargada de posgrados.

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De la época de la rectoría de su antecesora Silvia Gette Ponce, se mantienen cinco miembros de la Sala General. Entre otros están Orlando Saavedra, Tamid Turbay, Patricia Pinilla, Paul García -quien estuvo entre los postulados en 2013 para ser elegido rector- y Mariano Romero, quien fue rector encargado.

El controversial viaje a Miami previo a su renuncia 

La Universidad no sólo debe a sus profesores y administrativos varios meses de salarios, sino que la mayoría de los edificios y las sedes de la universidad han sido vendidas o se encuentran embargadas por entidades financieras o particulares.

En estos 54 meses el rector vendió el equipo de fútbol, el único de una institución educativa en la división profesional del torneo colombiano. También vendió una sede en Valledeupar, un apartamento en Miami, un vehículo que la UAC tenía en la Florida, cerró la sede de Miami North Miami para trasladarla a Doral, hipotecó el parqueadero, eliminó el servicio de buses nocturnos para los estudiantes y profesores que salían después de las 8:00 p.m. Además, el polideportivo está abandonado y vendió una sede de 30 hectáreas al norte de la ciudad en la que la universidad tenía planes de construir una sede campestre.

Lo más preocupante de la situación son las mentiras del rector ante los cuestionamientos formulados por profesores, empleados administrativos y periodistas. En una rueda de hace dos semanas, afirmó que su salario era de 47 millones de pesos y que también había dejado de percibirlo por la crisis, pero las evidencias han demostrado que no es así. Pero además se supo que la Universidad le sigue pagando al rector 97 millones mensuales, más una prima de seguridad por valor 68 millones para el pago de sus escoltas. Por si fuera poco, como presidente de la universidad en Miami recibe un salario de 34 millones de pesos.

Lo paradójico es que cuando Ramses asumió el cargo, lo primero que cuestionó fue el salario de la rectora, Silvia Gette, quien percibía 95 millones de pesos. Lo que terminará posiblemente agravando la situación de Vargas Lamadrid, es la compra de propiedades en la Florida. La W radio mostró el pasado viernes la residencia donde viven su esposa y seis hijos desde el pasado mes de junio de 2017. Esta fue adquirida por tres millones de dólares, además registra otro predio en Collins Avenue, Miami, por valor de 330 mil dólares y una tercera propiedad en el condado de Palm Beach, Florida, cuyo valor es de 330 mil dólares.

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Adicionalmente, versiones de funcionarios de la Universidad indican que Ramses tiene dos yates, uno en Cartagena cuyo valor es de 300 mil dólares y otro en Miami que habría sido adquirido por la suma de un millón de dólares. También circuló en redes una carta de una estudiante de comunicación social que se identifica como Nathalie Díaz Acosta, dirigida a Ramsés Vargas. “Hoy nos pisoteaste, no solamente tú, también tus cómplices. Hablas de buen trato y has demostrado no tener decencia ni pizca de honradez. ¿De qué te ha servido aparentar? ¿Para qué robar si después no vas a tener? No eres íntegro, no tienes moral, no asumes tu vida con profesionalismo, por el contrario, huyes. ¿Cómo has llegado a dónde has llegado? ¿Dañando y dañando? No, Ramsés… ¡Por favor! No te acepto como rector, no me identifico con tu sentido de vida, me das vergüenza”.

Por todo lo anterior, los estudiantes, profesores de planta y catedráticos le piden al Ministerio de Educación que separe a Ramsés Vargas del cargo de rector y suspenda a los miembros de la Sala General nombrados por él. La crisis de la universidad no da espera. La indignación en la comunidad educativa crece cada día mientras el rector. Y hoy, luego de meses, el rector que despachaba desde Miami se despide de su puesto.