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Álvaro Uribe Vélez. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

Uribe insiste: aeronaves de Fuerzas Armadas fueron derribadas

El expresidente y legislador presentó en el Senado nuevos elementos que pidió considerar en la investigación por las tragedias aéreas de la FAC y la Policía.

11 de agosto de 2015

Álvaro Uribe insiste en que el avión militar de la FAC accidentado en Codazzi (Cesar) y el helicóptero Black Hawk de la Policía que cayó en el Urabá antioqueño, fueron derribados. Este martes, en la plenaria del Senado presentó nuevas evidencias con las que insistió en su hipótesis.

Aunque el Gobierno se ha mantenido en la versión de que ambos siniestros se produjeron por complicaciones atmosféricas y hasta fallas técnicas, Uribe ha recogido testimonios y evidencias para, por lo menos, sembrar la duda. Uribe presentó informes de dos expertos, que coinciden con su versión de que las aeronaves fueron atacadas.

Uno de ellos es de un coronel de la Policía de la reserva activa, que dice lo siguiente:

1. El capitán John Palacios era un piloto antiguo, experto e instructor del equipo (piloto de prueba, piloto instructor, especializados en visores nocturnos). Tenía 3.248 horas de vuelo, por eso es poco probable que la causa hubiera sido un CFIT, que significa vuelo controlado contra el terreno, por las siguientes razones:

a. Cualquier piloto de helicóptero evita realizar vuelos en malas condiciones atmosféricas, pero si es necesario hacer el vuelo por tratarse de una operación contra un objetivo de alto valor, nunca un piloto de helicóptero volaría bajo entre cerros y entre nubes, eso sería casi un suicidio y estoy seguro –dice el analista, coronel retirado, experto en la materia- que con la experiencia del capitán Palacios, eso no fue la causa.

b. Cuando existen malas condiciones atmosféricas la tendencia de los pilotos es tomar una altura de seguridad de acuerdo a las cartas de navegación que se llevan en los helicópteros. Es poco probable que ningún miembro de la tripulación haya realizado esa observación.

c. Cuando se vuela a baja altura y con mal clima o nubosidad que no permita ver bien los obstáculos o el mismo sitio donde se va a realizar el operativo o el desembarco, la velocidad que se utiliza es relativamente baja, entre 40 y 70 nudos. Lo que dijo el Gobierno de pronto para los que no saben de aviación puede ser lógico, pero para cualquier piloto con un mínimo de experiencia es una gran mentira que el helicóptero estuviera volando en mal clima y entre cerros a 120 nudos.

d. Si el accidente hubiera sido un choque contra el cerro, generalmente es contra la punta del cerro y la foto es clara que el helicóptero cae lejos de la cima. Si el choque hubiera sido a 120 nudos, el helicóptero hubiera quedado en el sitio exacto y no hubiera podido rodar hasta el sitio donde quedó. Para reforzar esta teoría, como oficial de seguridad aéreo e investigador de accidentes aéreos, es claro que si el helicóptero hubiera entrado a 120 nudos, habría tumbado los arboles desde mínimo 100 metros antes del lugar final de impacto y en la fotografía es claro que el helicóptero cae de manera vertical.

e. Estas operaciones por reglamentación y seguridad y por el alto nivel de riesgo, nunca se realizan con un solo helicóptero, siempre van mínimo dos o tres, y el vuelo se hace en escuadrilla, es decir que están muy cerca de las otras máquinas, ¿entonces por qué no se han escuchado las versiones de los otros pilotos?

La policía tiene dos sistemas para controlar las aeronaves, el primero es llamado Sky Tracker, en el que queda registrada la posición, altura y velocidad que llevaba el helicóptero y que otros helicópteros lo acompañaban.

El otro sistema, que es sólo para los helicópteros de la Embajada de Estados Unidos, se llama Alert System: tiene la misma información y adicionalmente las condiciones del helicóptero como actitud, banqueo, condición de los instrumentos de motor y transmisión hasta el impacto. Ambos sistemas tiene pantallas en Guaymaral y en la base de la Policía Antinarcóticos en el aeropuerto El Dorado.

La fuente explicó que el helicóptero como que estaba desembarcando los pasajeros en vuelo estacionario fuera de efecto de tierra, esto a más o menos a 33 metros de altura, 100 pies, mediante rappel o soga rápida y que en la pantalla del Sky Tracker se ve cómo que el helicóptero se ‘entorcha’.

Esto generalmente puede pasar por una falla del rotor de cola, el helicóptero estaba con más o menos 17 personas a bordo y con 1.500 libras de combustible, lo que le da un peso total de 20.000 libras, más o menos, a esa altura y con ese peso y sin un área despejada disponible, es casi imposible sortear esa falla.

A esa altura, con cualquier arma de largo alcance de calibre 5.56, 7.62 ó .50, es muy fácil derribar incluso un Black Hawk y con ese peso, pero lo más seguro es pegarle con un RPG o con un tatuco al rotor de cola. Dice el analista: “en mi opinión, como piloto con más de 20 años de experiencia y más de 4.800 horas de vuelo, puede ser la causa más probable”.

“Finalmente y lo que más duele e indigna a la oficialidad y policías en general es el silencio de las otras tripulaciones y personal operativo, y lo segundo al no reconocerse el hecho como un derribamiento sino como un accidente, no va a permitir que los pasajeros y la tripulación sean calificados en actos meritorios del servicio, lo que conlleva que no sean ascendidos póstumamente, ni le sean pagados muchos beneficios económicos en los seguros y en las pensiones”, expuso al final.

El avión también

En la plenaria, Uribe también se refirió al avión accidentado en Cesar. Recibió un testimonio del capitán Fernando Izquierdo. Estaba al mando de una aeronave con matrícula N691AS. Despegó de la pista de Pororó de Codazzi a las 3:02 p. m., muy cerca en el tiempo de la tragedia del avión. Afirma el capitán Fernando Izquierdo que había buen tiempo, que un mal tiempo que mostró el radar era hacia Fundación y hacia Barranquilla, que allí en ese sitio había buen tiempo.

“El avión Casa cayó cerca de la pista de Pororó en Codazzi. La pista de Pororó está en la finca de Arturo Sarmiento Angulo. Las personas que estaban acompañando allí al avión N691AS, que despegó a las 3:02, han dicho que vieron la caída casi vertical del avión. Si el avión hubiera tenido engelamiento o congelamiento de un motor habría podido sustentarse con el otro motor, no se habría presentado el fenómeno que observaron las personas de caída vertical”, dice el testimonio.

Ha pasado una semana y el misterio de las aeronaves no se detiene. Las nuevas evidencias, que Uribe pretende que el Gobierno las contemple, fueron presentadas precisamente a pocas horas de que el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, responda inquietudes ante el Congreso de la República.