Home

Nación

Artículo

‘Pablo Catatumbo’, alias de Jorge Torres Victoria, uno de los jefes negociadores de las FARC en La Habana y Álvaro Uribe Vélez. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

¿Les entregó el gobierno Uribe $1.172 millones a las FARC?

Armando Benedetti revela la prueba de que Luis Carlos Restrepo destinó recursos para persuadir a ‘Pablo Catatumbo’.

22 de octubre de 2014

Por estos días en que Álvaro Uribe lanzó feroces ataques al proceso de paz, con sus famosas ‘52 capitulaciones del Gobierno a las FARC en La Habana’, la Unidad Nacional de Juan Manuel Santos decidió controvertir las críticas con un contragolpe igualmente feroz: revelar expedientes de los numerosos intentos de su gobierno por sentarse a dialogar con las FARC, incluso con desbordados ofrecimientos.
Uno de ellos, que ha sido ligeramente abordado por la opinión pública y que fue puesto en conocimiento por el periodista Daniel Coronell en una de sus recientes columnas para la revista SEMANA.

Se refiere a un convenio suscrito en el año 2007, entre el gobierno Uribe y el mediador Henry Acosta, enlace con 'Pablo Catatumbo', para adelantar proyectos agrícolas en la Cordillera Oriental. Según una comunicación telefónica entre Restrepo y Acosta, el entonces comisionado de paz pretendía que con la consecución de algunos recursos se pudiera generar la confianza con las FARC para sentarse a dialogar. Incluso, en esa comunicación, Restrepo confiesa que lo que le interesa es “ganarse el crédito”.

Hasta ahora sólo se conocían esas grabaciones reveladas por Coronell. El propio Luis Carlos Restrepo, en la entrevista que le concedió la semana pasada a Blu Radio, negó que tal convenio se hubiera hecho y dijo que sólo se trataba de un “borrador”. Explicación que coincidió con la que dio el senador Uribe en la plenaria este martes.

Sin embargo, el senador Armando Benedetti (La U) reveló en el Congreso la que sería la prueba reina para certificar que el gobierno Uribe si destinó recursos para un proyecto agrícola que tenía como propósito político seducir a las FARC. La prueba no es otra distinta a las actas del mismo convenio que el gobierno pasado suscribió con el enlace Henry Acosta.

El convenio fue suscrito por el alto comisionado para la Paz, el Fondo de Programas Especiales para la Paz, la agencia presidencial Acción Social y consultorías Sociales y Económicas (Consoeco Ltda), la empresa de Acosta.

Tenía como objetivo “aunar esfuerzos entre las partes con el fin de generar condiciones de confianza que permitan entablar conversaciones con el gobierno nacional, en la búsqueda del interés supremo de la paz, para lo cual se financiarán y adelantarán las actividades necesarias para ello, a través del Programa de Desarrollo Agrícola y Paz Social en la Cordillera Central”.  

Dicho programa tenía como estrategia “generar un sistema de servicios locales que permitan promover el vínculo de pequeñas unidades productivas, del sector rural de la Cordillera Central vallecaucana, con mercado de crecimiento y motivar la adopción de mejores prácticas en el campo técnico, administrativo y de mercado, que contribuyan al mejoramiento de las mismas y al mejoramiento de sus ingresos y que fortalezcan iniciativas de paz económica y social de la región”. 

Días antes de que se firmara el convenio, Luis Carlos Restrepo se dio a la tarea de garantizar los recursos: $1.172.000. El 9 de abril del 2007 le envió una carta a María Inés Restrepo, para la época directora del Fondo de Programas Especiales para la Paz. En ella le dice “de la manera más atenta me dirijo a usted con el fin de solicitarle se estudie la posibilidad de avanzar en la puesta en marcha del ‘Programa de Desarrollo Agrícola y Paz Social’, cuyos objetivos de fortalecimiento de las comunidades en la zona de la Cordillera Central a partir de una propuesta de mejoramiento de la seguridad alimentaria de sus unidades productivas, son compatibles con los propósitos que persigue la política de paz ejecutada por el Despacho a mi cargo”.

El convenio finalmente se firmó el 5 de junio del 2007, cinco meses antes de que Luis Carlos Restrepo le informara María del Pilar Hurtado (entonces directora del DAS) que el Gobierno había decidido suspender “el canal de comunicación que se tenía con 'Pablo Catatumbo'". Y además de Restrepo, fue suscrito por Henry Acosta, María Inés Restrepo y el entonces director de Acción Social, Luis Alfonso Hoyos, quien recientemente fue el asesor espiritual de la campaña de Óscar Iván Zuluaga y uno de los primeros salpicados en el escándalo del hacker Andrés Sepúlveda.

Luis Carlos Restrepo, en una carta que le dirigió a Daniel Coronell, defendió este proyecto que se adelantó en la Cordillera Central de la siguiente manera: “(Henry Acosta) además de sus gestiones humanitarias, nos ayudó en un ambicioso programa que apoyé desde la Presidencia de la República para impulsar el desarrollo del sur de Tolima y la cordillera vallecaucana. Se pusieron en marcha proyectos para reconstrucción y pavimentación de carreteras, puentes veredales, escuelas, acueductos, impulso a estructuras productivas y apoyo a las acciones de la fuerza pública, como la reconstrucción de la Estación de Policía del corregimiento de Barragán.

Más allá de estas explicaciones, el senador Armando Benedetti dice que “queda claro que Luis Carlos Restrepo usó dineros públicos para congraciarse con la gente de 'Pablo Catatumbo' para ambientar la paz. Quería congraciarse con las comunidades, que no son otras que los guerrilleros bajo las órdenes de Catatumbo”.

Esta prueba podría demostrar la paradoja que por estos días está quedando en evidencia. Que Álvaro Uribe, el mayor crítico del proceso de paz, no escatimó esfuerzo alguno para ser él quien se sentara con la guerrilla. Y lo que parece más insólito. Que su gobierno haya destinado más de mil millones de pesos para ambientar una respuesta de 'Pablo Catatumbo' sobre futuros diálogos de paz.