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| Foto: Fotomontaje SEMANA

POLÍTICA

Uribe y Fajardo, una relación que solía ser tranquila

El expresidente arremetió por primera vez contra el exalcalde de Medellín con quien tenía relaciones cordiales. Se trata de las figuras más destacadas de la política paisa en los últimos 15 años.

3 de octubre de 2017

Desde agosto de 2007 se empezó a ver a Lina Moreno, entonces primera dama de la nación, recorriendo los barrios más populares de Medellín. Por esas fechas, Alonso Salazar, el hombre al que Sergio Fajardo había ungido como su sucesor en el despacho de la Alpujarra, estaba en aprietos. Luis Pérez, quien había sido el mandatario local entre 2001 y 2003, lideraba las encuestas.

Pero Salazar tenía todo a su favor. No solo el apoyo del saliente y popular alcalde Fajardo, de quien había sido su secretario de Gobierno y con quien fundó el movimiento Compromiso Ciudadano. Él era la razón por la que la primera dama estaba recorriendo los barrios. Ella lo acompañaba para promover su candidatura.

El presidente Álvaro Uribe no podía mostrar su preferencia por ningún candidato, su cargo se lo impedía. Pero el acompañamiento de su esposa se entendía como el guiño desde la casa de Nariño. Salazar, finalmente, ganó las elecciones.

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Ese episodio es recordado en la capital antioqueña como uno de los puntos que acercan a Uribe y Fajardo, las figuras políticas más populares en Antioquia en los últimos 15 años. Durante ese tiempo, los dos habían mantenido buenas relaciones, a tal punto que en los escenarios políticos paisas, califican como una tímida amistad (se sabe que se conocieron siendo niños).

Estar con uno no implicaba estar en contra del otro, e incluso varios de los empresarios más influyentes de la región apoyaban a ambos. El mismo Fajardo dijo en varias ocasiones que no es uribista pero tampoco antiuribista.

Por eso causaron sorpresa las declaraciones que el senador dio el lunes en la Comuna 13 de Medellín donde, junto a los precandidatos del Centro Democrático y otros políticos afines a su movimiento, como Marta Lucía Ramírez, celebraba un año de la victoria del No en el plebiscito. Uribe se fue lanza en ristre contra Fajardo.

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“La doctora Claudia López y el exalcalde Sergio Fajardo vienen a Medellín a decir que luchan contra la corrupción, pero no dicen que apoyaron al Gobierno corrupto de Juan Manuel Santos”, dijo, y los llamó incluso "falsos profetas" de la lucha contra la corrupción. Unos minutos después, ante los asistentes que soportaban la lluvia, volvió a arremeter.  “Escúchenlo, Sergio Fajardo ha propuesto la legalización de la droga, hay que preguntarle si en realidad ese es el camino”.

Uribe y Fajardo no solo comparten el hecho de ser los grandes electores de Antioquia. Si bien sus estilos y políticas de gobierno no necesariamente coinciden, siempre se han comparado sus figuras. Ambos son líderes carismáticos que construyeron su fuerza política a partir de su imagen. Cada uno se apropió de un discurso para ascender. En su momento, Uribe lo hizo con el de la seguridad, y Fajardo con el de la educación y la tecnología. Ambos escalaron al margen de los grandes partidos. Fajardo llegó a la Alcaldía y a la Gobernación con Compromiso Ciudadano y Uribe a la Presidencia con Primero Colombia. Ambos con el respaldo de firmas.

Las dos figuras convivieron en la misma plaza, y en los encuentros que mantenían por sus cargos siempre se les veía amables. En una entrevista con El Espectador, en febrero de 2016, cuando le preguntaron que si temía que comenzara a decirse que él era el candidato de Uribe en 2018, Fajardo contestó. "Desde hace muchos años resolvimos ese problema. Nosotros sabemos qué es lo que somos y no estamos pensando en si soy o no candidato de quién. No somos de esa política tradicional y construimos lo nuestro".

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Pero las diferencias, dicen en Medellín, empezaron a marcarse con el apoyo que Fajardo manifestó al proceso de paz con las Farc, y que incluso le cobró el presidente Uribe en su discurso en la Comuna 13.

Ahora la relación de  las dos grandes fuerzas políticas en Antioquia se ve muy distinto a aquella de 2007, cuando Lina Moreno hacía campaña con el candidato de Fajardo. Desde entonces, ambos les han hecho campaña a candidatos distintos tanto para la Gobernación y la Alcaldía de Medellín. Este mes, incluso, Salazar y Uribe tuvieron roces públicos. El primero dijo que el expresidente llegó a la Casa de Nariño con ayuda de los paramilitares y el segundo le contestó en Twitter que "el exalcalde debe explicar su amistad con Job y su reunión con Carlos Castaño".

Mientras tanto otro participante de la contienda electoral, Humberto de la Calle, ya rechazó los señalamientos de Uribe. El ex jefe negociador del Gobierno con las Farc, ha iniciado diálogos con Fajardo y Claudia López para conformar una gran alianza antes de la primera vuelta. Fajardo aún no se ha pronunciado, y por su estilo, no se espera que lo haga. De hecho, una de sus consignas es la de evitar la polarización.

Lo claro es que, luego de más de 15 años conviviendo en la misma plaza política, y de cara a las elecciones en las que Fajardo es el líder en las encuestas, muy por encima de los candidatos uribistas, el expresidente se mostró resuelto a partir las relaciones públicamente, y a competir de frente contra Fajardo por los votos de Antioquia. 

Puede escuchar el análisis en SEMANA El Diario.