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Empresa de servicios públicos de Cartago, Valle del Cauca. | Foto: Fotomontaje SEMANA / Fotos: Emcartago

INVESTIGACIÓN

En el Valle desviaban dineros de Emcartago a una funeraria

Fiscalía capturó a cuatro funcionarios y dos particulares porque presuntamente intentaron apropiarse de millonarios dineros públicos. Esta es la historia.

20 de octubre de 2016

Desde hace varios años Empresas Municipales de Cartago (Emcartago) viene siendo protagonista de escándalos en torno a presuntos hechos de corrupción y hasta criminales.

Esa empresa de servicios, que es considerada la joya de la corona en ese municipio del norte del Valle, maneja una torta presupuestal y burocrática similar a la de la alcaldía. Pese a ser una empresa oficial, funciona como un ente descentralizado del municipio. De ahí que desde hace muchos años ha sido considerada como ‘caja menor‘ de políticos que la manejan a su antojo.

Y aunque por varios años líderes cívicos de esa ciudad arriesgaron sus vidas denunciando las irregularidades que allí se presentan, hasta el momento no hay resultados judiciales concretos.

De hecho, ni siquiera la intervención desde el 2014 por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SPD) sirvió para alejar el fantasma de la corrupción que tiene a Emcartago sumida en una crisis financiera, política y social.

Irónicamente, la intervención alborotó el avispero y desde cuando la SPD llegó a poner la casa en orden en esa empresa, una serie de hechos criminales les vienen ocurriendo a sus empleados, a tal punto que hoy suman un muerto, dos heridos, un atentado de bomba y numerosas amenazas de muerte. Todo ello fue recogido en una investigación periodística que hizo este portal el año pasado.

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Pero este jueves 20 de octubre los cartagüeños fueron sorprendidos cuando agentes del CTI de la Fiscalía hicieron efectivas seis órdenes de captura contra cuatro funcionarios y dos particulares.

Todos ellos aparecen salpicados en una investigación de la Fiscalía que los relaciona en una especie de carrusel criminal que al parecer se apropió de dineros públicos. En la trama aparecen dos empleados del Municipio, dos de Emcartago y dos de una funeraria.

Desviaron dineros a cuentas personales

En una operación relámpago los agentes del CTI aprehendieron a Mario Arenas y Gustavo García, secretario de hacienda y contador del municipio. Así mismo fueron capturados Carlos Eduardo Jiménez y César Vásquez, tesorero y enlace bancario de Emcartago. En la misma redada cayeron Luz Mery Arroyave y Carolina Villamil, empleadas de una reconocida funeraria de la ciudad.

Todos ellos están señalados del presunto delito de peculado por apropiación; es decir, pretendían apoderarse de dineros públicos y en este caso la cifra ascendía a 234 millones de pesos.

Fuentes oficiales consultadas por este portal aseguraron que la investigación nació en septiembre de este año cuando el municipio de Cartago realizó giros a Emcartago para cubrir deudas por concepto de subsidios para los usuarios de estratos bajos y otras obligaciones que tenía con la empresa de servicios públicos. Hasta ahí todo el proceso era normal. Pero los investigadores descubrieron que varios de los cheques girados a Emcartago si bien entraron a sus cuentas, luego fueron a parar a una cuenta bancaria privada. Esa cuenta privada resultó ser de una de las empleadas de la funeraria, que además es cuñada de Gustavo García, el tesorero del municipio. O sea, el dueño de la funeraria es hermano de García.

La otra llamativa coincidencia es que el tesorero García antes de llegar a trabajar este año en la Alcaldía, fue gerente interventor de Emcartago en el 2014, cuando la SPD tomó las riendas de la empresa de servicios públicos.

Otra fuente consultada explicó que si bien el dinero se consignó en esa cuenta particular, todo indica que ya habían retirado cerca de 70 millones de pesos. El excedente seguía depositado y será recuperado.

Cabe recordar que el proceso judicial apenas comienza y los capturados tendrán la posibilidad de defenderse en juicio. Allí podrán explicarles a un juez y a los cartagüeños, por qué razón los dineros públicos de Emcartago eran consignados a la cuenta bancaria de la empleada de una funeraria.