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El registrador nacional Carlos Ariel Sánchez, asegura que pese a los esfuerzos no se puede evitar el fraude. Pero que la Registraduría está tranquila de que tiene los mecanismos para detectarlo y para cumplirle al país con información oportuna.

ENTREVISTA

¡Vamos a dar la talla!

Luego del fiasco de las pasadas elecciones parlamentarias, el registrador nacional, Carlos Ariel Sánchez, dice que garantiza que tendrá el 96 por ciento de los resultados de la primera vuelta presidencial a las 7:30 de la noche del día de elecciones.

15 de mayo de 2010

El ajetreo de las últimas semanas tiene al registrador nacional, Carlos Ariel Sánchez, con 10 kilos menos de peso. "Tengo la oficina por cárcel", dice a solo dos semanas de la primera vuelta de la elección presidencial. Sabe que juega a su favor que estas son unas elecciones mucho más sencillas que las anteriores: son solo 10 candidatos contra miles que participaron en la contienda por el Congreso. Aun así, tiene claro que después de lo vivido, no puede dar pie a la más mínima duda en una competencia tan reñida como se vislumbra la actual. Por eso, asegura que todo está bajo control y que se están extremando las medidas para cumplir con la información a tiempo, a pesar, según él, "de la posibilidad de que haya suficientes intereses en contra de que las cosas no marchen como deben ser".

SEMANA: El país aún no conoce los resultados definitivos del Congreso, y ya la Registraduría tiene que salir a dar garantías por un nuevo proceso electoral. ¿Sí está preparada para este reto?

Carlos Ariel Sánchez: Los resultados de las pasadas elecciones ya están. Hubo unas fallas en la divulgación de los resultados del preconteo, pero nunca estuvo en riesgo la información. Lo que demora las credenciales es la controversia posterior, que es legítima y que está en manos del Consejo Nacional Electoral. Fue tan claro que no hubo irregularidades por parte de la entidad, que los directivos hemos contado con el respaldo abierto de sus funcionarios, que hasta lo manifestaron instalando una valla en la fachada de la entidad.

SEMANA: Pero en esa controversia, cada día aparece una evidencia más del gigantesco fraude que se cometió en las elecciones pasadas.

C.A.S.: Por más esfuerzos, no se puede evitar el fraude. Es una conducta humana difícil de controlar. Lo que sí debemos garantizar es un sistema que permita que se descubra y que este no sea consumado. Eso es lo que está pasando ahora. Al tener las huellas digitales de todo el que votó, se han identificado las suplantaciones y las irregularidades. Lo importante es que se está haciendo antes de que se entreguen las credenciales.

SEMANA: Aun así el listado de fallas atribuibles a la Registraduría es grande. Por ejemplo, la falta de pedagogía, los cientos de jurados nombrados sospechosamente a último minuto y la congestión en las mesas...

C.A.S.: Las medidas para brindar garantías se han tomado. La Registraduría fue la que identificó inconsistencias en la información de casi 50.000 de los 500.000 jurados del país en las pasadas elecciones y depuró los listados. En esta oportunidad ya se hizo lo mismo con 60.000 aspirantes a jurados, y en lugares críticos como el Valle se cambió más del 50 por ciento de los jurados que participaron la vez anterior. También evaluamos la distribución de las mesas asumiendo una participación activa de al menos 17 millones de ciudadanos, cuando la mayor participación hasta ahora ha sido de 12 millones. Además, con suficiente anterioridad se han impreso miles de tarjetones didácticos que se entregan a los partidos para que repartan entre sus seguidores, y asimismo estarán en formato gigante a la entrada de los puestos para que a la gente le quede fácil votar.

SEMANA: Las deficiencias también pasaron por contratistas incapaces de procesar de forma oportuna la información, y hasta vulnerabilidad del sistema si se acepta la teoría de un supuesto 'hacker' que bloqueó la página de la entidad....

C.A.S.: Se llegó a un acuerdo con UNE, que es el contratista en el procesamiento de la información, para sacar a ID Systems, la empresa que tuvo problemas en las pasadas elecciones. Para más garantías, UNE asumió la divulgación de los resultados con tres páginas web en paralelo, que fue donde también hubo dificultades. Sobre el hacker, le confieso que yo también fui escéptico, pero le anticipo que vienen noticias sobre esto. No le puedo adelantar más.

SEMANA: Aun así, es montar nuevamente todo el proceso en un andamiaje que ya tuvo fallas.

C.A.S.: La Registraduría confía en su contratista. De todas maneras, en esta elección con su propio personal va a tener un proceso alterno, en una plataforma independiente, donde también se estará haciendo el preconteo. Si al primer sistema le cae una bomba atómica, el segundo será el que dé los resultados.

SEMANA: ¿Es decir que va a haber doble conteo? ¿Esto no puede generar un nuevo problema si hay inconsistencias en las cifras de ambos procesos?

C.A.S.: Lo primero es que cualquiera que sea la plataforma que dé las cifras ese día, solo el escrutinio tiene valor legal como resultado de la votación. Para evitar un malentendido con las cifras, los datos del sistema alterno de la Registraduría se tendrán en reserva, y cuando UNE consolide la información y la divulgue, el sistema alterno de la Registraduría será abortado.

SEMANA: ¿A qué hora el país conocerá los resultados?

C.A.S.: Estaba previsto hacer un simulacro, y estamos haciendo tres con una carga de 21 millones de datos. Los resultados obtenidos me hacen pensar que a las 7:30 de la noche ya tendremos el 96 por ciento de los resultados. Vamos a dar la talla.

SEMANA:¿Cuál entonces es la principal variable que tendrá esta elección, más cuando habla de unos "intereses en contra" del proceso?

C.A.S.: La participación. Vemos al menos 3,5 millones de primivotantes con un potencial muy alto de que lleguen a las urnas. Que todo el mundo pueda participar y que los resultados estén temprano sin sombra de duda, es el compromiso de la Organización Electoral. Sobre esos intereses no le hablo, pues el país los conoce, y toda mi energía ahora está concentrada en que esto salga como debe ser.