Van cinco hechos violentos contra sindicalistas en el Valle

El más reciente hecho violento alrededor de los sindicalistas en el Valle del Cauca ocurrió en la noche del pasado miércoles cuando un sicario ingresó a la vivienda de Adolfo Devia Paz, presidente de una de las cinco organizaciones de trabajadores de la empresa de servicios públicos de Cali, Emcali.

Si bien el señor Devia Paz salió ileso del ataque, no ocurrió lo mismo con su hermano Jhonatan quien recibió un disparo letal. En el confuso tiroteo que se desató porque el escolta del sindicalista reaccionó, resultaron heridos una niña de tres años de edad, la mamá de Devia Paz y el mismo escolta.

Este nuevo caso de violencia alrededor de los sindicalistas ocurre a menos de un mes del asesinato de otro reconocido dirigente en ese departamento. Se trata del presidente y fundador del Sindicato de Corteros de Caña, Daniel Aguirre, quien fue asesinado el 27 de abril en Florida, Valle.

Similar destino corrió el presidente del recién creado Sindicato de Trabajadores del Sistema de Transporte Masivo de Cali, más conocido como MIO, quien fue ultimado por un sicario cuando salía de una de las estaciones del bus el pasado 15 de febrero. Efraín Amézquita Quintero viajaba con su hijo ese día.

Esos casos se suman a los crímenes de Alexánder González Blandón y Miguel Ángel Mallama, dirigentes sindicales en Andalucía y Jamundí, Valle; y que fueron cometidos en enero y marzo de este año.

Fuentes de inteligencia policial consultadas por SEMANA, por ahora descartan que esos crímenes tengan alguna relación y se inclinan más porque el origen de esos actos de violencia obedezcan a asuntos personales de las víctimas.
 
"Por ejemplo, en el caso de ayer donde murió un hermano del sindicalista de Emcali, sabemos que tenía investigaciones por lesiones personales y violencia. No obstante, no podemos descartar otras hipótesis", dijo la fuente que pidió no ser citada.

Algo completamente opuesto a la tesis oficial cree el senador del Polo, Alexánder López, quien hace poco dejó en el Congreso una constancia pública al respecto y manifestó su preocupación por lo que él considera una "cadena inaceptable y sistemática de asesinatos de sindicalistas en todo el territorio nacional y con especial énfasis en el departamento del Valle del Cauca".

Explicó que todos esos hechos criminales evidencian "una verdadera crisis humanitaria en materia de preservación de la vida e integridad física de los dirigentes y activistas sindicales en el departamento". Ver texto completo de la carta.

Sin importar el origen de esos crímenes, preocupa que en una región como el Valle donde abundan las organizaciones sindicales y los conflictos laborales con sus empleadores, los activistas se conviertan en el blanco de los sicarios.