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Fernando Carrillo, ministro del Interior, dice que le apostará a hacer política con P mayúscula, una que no implica el trueque de favores sino una encaminada hacia un objetivo fundamental, la paz. | Foto: GUILLERMO TORRES/SEMANA

ENTREVISTA

"Vengo a 'desbogotanizar' las políticas de Santos"

El ministro del Interior, Fernando Carrillo, se confiesa con SEMANA sobre el proceso de paz, la terna para procurador, el abandono de las regiones y las relaciones con el Congreso.

29 de septiembre de 2012

Empezó a hacer política en las juventudes galanistas y casi lo expulsan de la Javeriana. Redactó la séptima papeleta, fue protagonista de la Constituyente y se estrenó como ministro de Justicia de César Gaviria. Veinte años más tarde, Carrillo -quien se define como de origen liberal con apellido santista- volvió al país como el encargado de defender al Estado ante pleitos millonarios. Ahora repite Ministerio y no cualquier cartera: la de la política.

SEMANA: ¿Cómo ha sido su llegada al Ministerio del Interior?

FERNANDO CARRILLO:
Asumí el Ministerio el mismo día que el presidente anunciaba los diálogos de paz. Esto implicó un giro de 180 grados para mi vida y para la política en Colombia. A partir del 4 de septiembre la brújula comenzó a apuntar hacia la posibilidad real de la paz.

SEMANA: Usted llega a uno de los ministerios más complejos e importantes del país. ¿Cuál es su primera impresión?

F.C.:
Que hay cinco ministerios un poco desvertebrados: el de la política que cambia por el objetivo de la paz; un ministerio de las relaciones con el Congreso donde debo sacar adelante la agenda legislativa, otro ministerio de las regiones donde hay que acercar el Estado a los entes territoriales, y otro de derechos humanos que es mucho más que una relación con las minorías. Y el de la Convivencia, que cobrará aún más vigencia, si todo sale bien, el día después de la firma de los acuerdos de paz.

SEMANA: Se ha dicho que este es un gobierno lejano de las regiones. ¿Cómo lo percibe?

F.C.:
Hay gran ausencia frente a las regiones. Dos décadas después de la Constitución de 1991 la descentralización tiene freno de mano. Hay que retomar el diálogo con alcaldes, gobernadores, diputados, entre otros. Tenemos un paquete de iniciativas en trámite o ya aprobadas como la Ley de Desarrollo Territorial, el Régimen Municipal y la Ley de departamentos. Tengo la tarea grandísima de 'desbogotanizar' las políticas del Estado. No es un tema de migajas para las entidades territoriales, es de articulación.

SEMANA: ¿Cómo 'desbogotanizar' las políticas del gobierno?

F.C.:
Estoy pensando en crear una instancia para mejorar la capacidad de ejecución de proyectos en los municipios, pues ese es el gran cuello de botella. Recursos hay, pero la gran dificultad es a la hora de estructurar proyectos, lo que demuestra falta de capacidad administrativa.

SEMANA: En plata blanca, ¿cómo están las relaciones entre el Congreso y el gobierno?

F.C.:
Lo que pasó con la reforma a la justicia es el pasado. Ahora hay un presente y un futuro donde el objetivo es la paz y los anuncios del proceso tuvieron un efecto reparador inmediato.

SEMANA: ¿Y la Mesa de Unidad Nacional?

F.C.:
Las patas de la mesa están muy bien puestas en el suelo. Lo digo por la reacción que han tenido los presidentes de la mesa después del lanzamiento de la paz.

SEMANA: Anunciaron una agenda con bastantes reformas. Y este gobierno ya tiene el récord de aprobar más de 80 iniciativas. ¿Para qué más leyes?

F.C.:
Ahora solo insistiremos en la reforma tributaria, la pensional, la reforma a la consulta previa, la reforma a la salud, el código electoral y el fuero militar. No se trata de sacar leyes porque sí. Las leyes son como los huesos de un esqueleto, pero falta desarrollar los músculos, las instituciones.

SEMANA: ¿Es el momento de presentar reformas como la tributaria y la pensional?

F.C.:
Yo creo que sí. La reforma tributaria busca la equidad y pocos estarían en contra de esto. Y la pensional se presentará después de que se socialice con los sindicatos.

SEMANA: ¿Es cierto que hay que hacer consulta previa para reformar la figura de consulta previa?

F.C.:
Sí, y en esas estamos. Necesitamos reglas de juego claras porque un compromiso internacional no se puede convertir en talanquera para el desarrollo. Por ejemplo, tenemos tres temas fundamentales como código minero, ley de las CAR y ley de desarrollo rural en fila esperando la consulta.

SEMANA: No es claro si se puede ir tramitando la ley estatutaria de fuero militar mientras cursa el acto legislativo, como usted lo propuso.

F.C.:
Se trata de fijar parámetros generales en la estatutaria y no contenidos específicos. No existe la incompatibilidad para hacerlo.

SEMANA: En el Congreso dicen que no hay nadie en el Ejecutivo que sepa hacer política…

F.C.:
Si hablamos de alta política, el presidente Santos ha demostrado lo que sabe de política. ¿O le parece poco el inicio de los diálogos de paz y las leyes aprobadas por el Congreso que le han cambiado positivamente la cara al país? Colombia hoy es mejor que hace dos años gracias al buen gobierno que lidera el presidente Santos.
 
SEMANA: ¿Qué implica la paz para la agenda del país? ¿Se congela?

F.C.:
Hay que evitar que el Estado se paralice por cuenta de las negociaciones en La Habana, que deben arrojar resultados en el primer semestre de 2013. Nuestro compromiso es meterle todo el acelerador a las reformas sociales y a la agenda.

SEMANA: Pero algunas banderas sí quedan en el congelador…

F.C.:
Es evidente que la Ley de Tierras, el marco jurídico para la paz y las determinaciones sobre la participación política van a depender, en sus contenidos esenciales, de lo que salga de La Habana. No es el momento de meter al gobierno o al equipo negociador en camisas de fuerza. Aunque le adelanto que en cuanto a la ley de desarrollo rural estamos a la espera de la consulta para tomar la determinación de presentarla al Congreso.

SEMANA: Cada día aparece otro actor que se quiere montar en el bus de la paz. ¿Cómo blindar el proceso?

F.C.:
El monopolio de los diálogos de paz es del presidente. Pero se pueden preparar escenarios para la tercera fase, el día después. El presidente se reunió con las comisiones de paz y abrió la puerta a la convocatoria del Consejo Nacional de Paz. Hay que actualizar la normatividad que lo rige y garantizar la representatividad de las organizaciones y la sociedad civil.

SEMANA: Otro 'chicharrón' que heredó es la situación del Cauca y los indígenas. ¿Qué ha pasado?

F.C.:
La mesa del Cauca ha sesionado durante cinco semanas con presencia de altos funcionarios. La semana pasada tuvimos una reunión de cinco horas de concertación nacional indígena. El presidente examinó uno por uno los 96 compromisos adquiridos, todos enmarcados en un gran realismo de lo que se puede hacer, lo que se está cumpliendo y lo que falta.

SEMANA: Otra papa caliente en estos días es la elección del procurador. ¿Cuál va a ser la movida del presidente?

F.C.:
Le puedo afirmar que esto no va a ser una terna de uno, que no vamos a tener un candidato de relleno y que el presidente presentará un candidato cumpliendo a cabalidad la obligación constitucional. Estoy seguro de que el Congreso cumplirá la responsabilidad de dar garantías a los candidatos.

SEMANA: ¿De verdad cree que hay garantías?

F.C.:
Es un compromiso del Congreso demostrar que existen las garantías cuando se defina la terna, lo cual será en las próximas semanas.

SEMANA: Aunque todo parece indicar que vivimos en el unanimismo, queda algo de oposición. Por ejemplo, la del expresidente Uribe.

F.C.:
En relación con las discrepancias con políticas del Estado, la crítica constructiva siempre es bienvenida. No creo que sea el momento de grandes hostilidades.

SEMANA: ¿Las críticas de Uribe son constructivas?

F.C.:
Son constructivas pues contribuyen a que evitemos un optimismo exagerado. Alguna dosis de escepticismo sirve, y vale la pena escuchar a todos los que desde afuera nos puedan ir mostrando alertas y dificultades.

SEMANA: ¿Será posible reconciliar a Santos y Uribe?

F.C.:
Creo que en un escenario de reconciliación como el presente donde vamos a llegar a un acuerdo de paz, toda reconciliación debe ser posible.

SEMANA: Dentro de poco los partidos y el gobierno empezarán a alinear sus fichas con miras a las elecciones de 2014. ¿Qué movimientos prevé?

F.C.:
Eso es futurología. No quisiera anticiparme con lo que va a pasar en abril o mayo de 2013 pues es una especulación inútil. Sobre todo porque este proceso de paz redefine quién es quién hoy, quién va a ser quién y quién está con quién.

SEMANA: ¿En otras palabras, la paz pateó el tablero?

F.C.:
Totalmente. La paz cambió los objetivos, las reglas de juego y los protagonistas.