Home

Nación

Artículo

Entrevista

"Vengo a respaldar a los defensores de derechos humanos"

La premio Nobel de Paz Shirin Ebadi causó expectativa al venir a Colombia a hablar con el presidente Álvaro Uribe sobre la situación de los derechos humanos del país.

29 de febrero de 2004

Hace un año todo estaba listo para que el Congreso Mundial de la Federación Internacional de Derechos Humanos se realizara en Colombia. Pero vino la polémica declaración del presidente Álvaro Uribe contra algunas ONG y esto hizo que el evento trasladara su sede a Ecuador, donde se realizará esta semana. Sin embargo, la abogada iraní Shirin Ebadi, premio Nobel de Paz 2003, no se quedó con los crespos hechos y vino a Colombia en su paso hacia el congreso. "Todos los defensores de derechos humanos somos una familia solidaria y vengo a expresarles mi respaldo", dice Ebadi, que ve con preocupación la situación del país. SEMANA habló con ella sobre el propósito de su viaje y sobre lo que ha significado esta distinción para ella.

SEMANA: ¿Qué mensaje tiene su presencia en el país?

Shirin Ebadi: El objetivo principal de esta visita es pedirle al presidente Uribe, como lo he hecho con otros jefes de Estado, que contribuya al respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. Consideramos que la situación de derechos humanos de Colombia es la más grave en América Latina y eso nos preocupa.

SEMANA: ¿Tiene algo que ver su visita con la condena que hizo el presidente Uribe en Europa al Colectivo José Alvear?

S.E.: Claro que sí. Tiene que ver con la solidaridad con todo el movimiento de derechos humanos que ha sufrido estigmatización en Colombia como en otros 80 países del mundo.

SEMANA: ¿Por qué cree que han sido estigmatizados los defensores de los derechos humanos como amigos de las guerrillas o del terrorismo?

S.E.: En algunos países, los defensores son estigmatizados como guerrilleros, terroristas, revolucionarios, contrarrevolucionarios. Eso ocurre especialmente como reacción a sus actividades de denuncia de violaciones y por el acompañamiento que les dan a las víctimas. Esto lo que significa es que los autores de violaciones no aceptan sus responsabilidades y actúan para seguir beneficiados de la impunidad.

SEMANA: ¿Cuál es el llamado que hace a los defensores de derechos humanos que han perdido credibilidad cuando se han ideologizado y han sesgado sus denuncias?

S.E.: No tengo ningún llamado para hacer a ciudadanos que lo único que hacen es utilizar sus derechos de asociación y expresión para llamar la atención sobre violaciones. Esos son derechos fundamentales garantizados por el derecho internacional. Especialmente, la declaración de la ONU del 98 sobre defensores.

SEMANA: ¿El Premio Nobel de Paz para una musulmana les ayuda a los pueblos islámicos cuando están siendo tan 'satanizados' bajo la llamada guerra contra el terrorismo? ¿Qué tanto influyen los constantes atentados suicidas de quienes dicen morir en nombre del Islam?

S.E.: He dicho varias veces en mis intervenciones que si hay actos terroristas que han sido cometidos por gente musulmana, en ninguna medida se puede atribuir eso a la religión islámica. Con lo que pasó en Bosnia-Herzegovina no se podría satanizar la religión cristiana o cualquier otra. Quiero volver a afirmar que el Islam está en contra de cualquier acto terrorista.

SEMANA: ¿Cómo se defienden estos derechos desde un régimen fundamentalista como el de Irán?

S.E.: Primero hay que distinguir entre la religión y un régimen, un gobierno que instrumentaliza la religión. Obviamente, a partir del momento en que una religión se transforma en una ideología hay que hacer responsable al gobierno, en este caso el de Irán, por esa ideología. El pueblo iraní es una civilización muy antigua y no apoya esta ideología. Muestra de esto es que en las últimas elecciones, más de la mitad de la población no participó.

SEMANA: Finalmente, ¿qué desafíos cree que tiene un defensor de derechos humanos en la situación que vive Colombia?

S.E.: Los desafíos en Colombia son tremendos. La situación en general es muy grave. Uno de ellos son obviamente los términos que tuvo el Presidente, en los cuales asimiló a los defensores de derechos humanos como terroristas. Esto es un acto muy grave y peligroso. Los defensores de derechos humanos no deben perder como objetivo el tratar de apoyar y defender el estado de derecho. Esto lo compartimos los defensores de todo el mundo. Todas las fuerzas colombianas tienen que saber que la violencia no es una solución para los problemas del país.