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| Foto: Fotomontaje SEMANA

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Sombras y guerra sucia en la venta de Cafesalud

Detrás de Prestasalud y Sanitas, los dos candidatos que están en la puja de Cafesalud, hay toda clase de acusaciones y denuncias. ¿De qué se tratan? Las respuestas deberán darse mañana en la audiencia de adjudicación.

23 de mayo de 2017

No fue sino que el proceso para la venta de Cafesalud se cerrara para que se diera inicio a una dura guerra sucia entre los dos proponentes que aspiran a quedarse con los activos de la EPS más grande del país y a los más de 400.000 millones de pesos mensuales que el sistema de salud le gira para su operación.

En la puja están la organización Sanitas, que presentó propuesta para quedarse solo con la EPS y sus 4 millones de afiliados, enfrentado al Consorcio Hospitales y Clínicas Prestadoras de Salud de Colombia (Prestasalud), que busca quedarse con la EPS Cafesalud, los afiliados del régimen Subsidiado y los diferentes hospitales y clínicas agrupadas en Esimed. Es decir, este grupo va por todos los componentes que eran el corazón de la antigua Saludcoop.

Contexto: Entre Prestasalud o Sanitas estaría el próximo dueño de Cafesalud

Los dos grupos presentaron sus ofertas la semana pasada y se espera que este miércoles la agente liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverry, adelante la audiencia pública en la que se sabrá quién se quedará con los activos que hacían parte del antiguo grupo asegurador.

Para escoger se tendrán en cuenta dos criterios. El primero es el técnico, con el que se pretende garantizar que el nuevo dueño cumpla con los parámetros necesarios para operar y atender a los millones de usuarios que se trasladarán; para eso fueron contratados tres expertos. El otro aspecto decisivo es el financiero en el que se tendrá en cuenta el monto ofrecido por los activos, que debe superar el estimado por un grupo de expertos.

Consulte: SaludCoop: la caída de un imperio

Mientras la liquidadora analiza las propuestas, han aparecido sombras y denuncias contra los dos grupos. Las más delicadas están contra el consorcio Prestasalud en el que están respetadas IPS como el Hospital San José y el Universitario de San José, así como el grupo Ribera de España y Medplus (antigua Cafesalud Medicina Prepagada).

Según Caracol Radio, una de las “clínicas con gravísimos cuestionamientos” es Medilaser, que estuvo implicada en un escándalo de corrupción en Huila porque recibió un contrato por parte de Comfamiliar sin tener la infraestructura para prestar los servicios. Varios exdirectivos de Medilaser están acusados por la Fiscalía General por los supuestos delitos de interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación en beneficio de terceros, enriquecimiento ilícito de particulares, concierto para delinquir y falsedad ideológica en documento público.

De acuerdo con investigaciones de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, Comfamiliar contrató por más de 25.000 millones de pesos la atención de los afiliados al régimen subsidiado en varios municipios de ese departamento con la IPS Medilaser para la vigencia 2006-2011. Lo sorprendente, es que la IPS no estaba habilitada por la Superintendencia de Salud para funcionar en la zona centro, sur y occidente del Huila ni contaba con la infraestructura física necesaria para prestar estos servicios, requisitos esenciales para que se pudiera realizar dicho contrato.

Al respecto, Jorge Gómez, vocero del consorcio Prestasalud, explicó que los abogados no encontraron ningún inconveniente. "Lo de Medilaser es un proceso de hace bastante tiempo, no tiene sentencia hasta donde tengo entendido, en ninguna de las revisiones que hizo tanto el grupo internacional, su grupo de abogados y el nuestro, no se encontró ningún tema que impidiera que participara del proceso", aseguró a este portal.

A la vez, Comfamiliar subcontrató por 6.000 millones de pesos los mismos servicios con varios hospitales de los municipios de Garzón y La Plata, para la atención de los mismos afiliados que debía atender Medilaser. Esto, según los investigadores, le generó multimillonarias ganancias a la EPS, provenientes de la salud.

Entre los acusados están Armando Ariza Quintero, director de Comfamiliar; los ex gerentes de Medilaser, Juan Pablo López Revelo, Carlos Francisco Tovar Trujillo, María Maryuri Zuluaga Arenas y Ana Isabel Hernández Triana, así como varios exalcaldes de La Plata y Garzón. El juicio contra estas y otras personas se adelanta en Neiva, mientras que a Confamiliar se le quitó el derecho de ofrecer el régimen subsidiado.

En el caso de Medplus, parte del cuestionamiento viene relacionado con la actuación de Jaime Eduardo Barrero Fandiño, quien hace parte de su junta directiva y tal como lo había denunciado Daniel Corronell, (ver columna) era socio de Carlos Gustavo Palacino, el expresidente de Saludcoop que se encuentra bajo la lupa por posibles irregularidades en el manejo de recursos parafiscales y a quien citaron a indagatoria el 31 de mayo.

Sin embargo, Palacino ha dicho que ha actuado con absoluta transparencia y que su relación con Jaime Barrero se dio cuando Saludcoop adquirió Cafesalud. "Hubo bastantes relaciones y eso ha sido de público conocimiento, primero porque el señor Jaime Barrero conjuntamente con otra persona adquirieron la empresa Cafesalud Medicina Prepagada, de manera casi simultánea a la época en que Saludcoop EPS adquirió Cafesalud EPS. De ahí se dio una relación porque se requería hacer un proceso de decisión de las dos actividades para entregarle a estas personas esta institución de medicina prepagada y se habían dado otras relaciones también de prestación de servicios y contratos para prestación de clínicas", dijo el expresidente de Saludcoop a la W Radio.

Ahora que la venta de Cafesalud pretende sanearla de los problemas del pasado se teme que esto no pase. Para Pablo Bustos, presidente de la Red de Veedurías Ciudadanas, la forma en que se ha llevado a cabo el proceso de venta de la EPS causa suspicacias. Pero tal vez el punto que más llama la atención es la posible injerencia de Palacino a través de terceros.

"La mano siniestra de Palacino y compañía, como la de Jaime Barrero, todavía sigue merodeando este espacio de contratación y no deja de ser importante en la medida en que se juegan intereses estratégicos de ese conglomerado económico que no logró ser desvertebrado por la justicia", aseguró Bustos.

Sugerimos: La amnesia de Palacino en el Consejo de Estado

También hay dudas por los lados de Ribera Salud, empresa española que opera numerosos hospitales en ese país y que estaría soportando parte del modelo de salud que este grupo quiere desarrollar en Cafesalud. En las últimas semanas se conoció que esa empresa estaría obteniendo millonarias ganancias a través de contratos con proveedores para obtener utilidades más altas de las permitidas y a espaldas del Estado. Ribera Salud tiene contratos de concesión de numerosos hospitales públicos cuya rentabilidad no puede superar el 7,5 por ciento. Sin embargo, a través de la empresa b2b, que también es del grupo y funciona como central de compras, estaría cobrando comisiones hasta del 25 por ciento a las farmacéuticas que proveen los medicamentos a los hospitales manejados por esta compañía. Los representantes de Ribera Salud dicen que detrás de este negocio no hay nada ilegal y que el caso no afecta para nada su intención de entrar a Colombia.

Esta facturación paralela, unida a sospechas de que el grupo también habría tenido injerencia en los pliegos o licitaciones, es la que ha provocado, según el periódico El Español, que un Juzgado de la comunidad de Valencia haya iniciado una investigación en torno al gigante de las concesiones hospitalarias. La Fiscalía ya citó al consejero delegado de Ribera Salud, Alberto de Rosa, y a uno de sus máximos directivos Pablo Gallart, para que hablen sobre las denuncias. Así sea en otro país, este es un caso preocupante, pues una de las causas de la quiebra de SaludCoop fueron los millonarios contratos con empresas que eran propiedad del grupo o con personas cercas al grupo de Palacino.

Por otro lado, Mi IPS tiene una larga relación con Saludcoop. En la época de Palacino existían en todo el país 13 IPS, cada una se llamaba Corporación IPS más el nombre de la región (Corporación IPS Tolima, Corporación IPS Cundinamarca…), en las que Saludcoop contaba con una participación. Con el tiempo Saludcoop empezó a ceder su participación en las distintas IPS para evitar ser acusada de verticalización (Ver documento en donde se muestra Como en Corporación IPS Cundinamarca cede su parte a Coodontologos y Corvesalud). Hacia 2014 todas estas EPS hacían parte de Corporación Nuestra IPS que a finales del año pasado cambió su nombre a Corporación Mi IPS.

Además, Mi IPS, que también hace parte del consorcio Prestasalud, ha tenido graves problemas económicos. En diciembre del año pasado sus trabajadores en el Quindío entraron en paro porque desde el mes de septiembre no les pagaban las prestaciones sociales y porque solo les iban a pagar el 15 por ciento del sueldo de noviembre. A inicios de 2017 un comunicado de Mi IPS, además de fijar una fecha para ponerse al día con los trabajadores, reconoció sus dificultades económicas. (Ver comunicado)

Ante los cuestionamientos, el vocero de Prestasalud resaltó la idoneidad con la que cuentan para aspirar a quedarse con Cafesalud, así como la "transparencia" con la que se ha llevado a cabo el proceso. "Estamos ofreciendo un sistema novedoso para el sistema general de seguridad social en salud, trayendo inversión extranjera, uno de los aseguradores más importantes de Estados Unidos y España con modelos exitosos que han sido motivos de tesis doctorales, revisados como casos de éxito. (...) que se suman a la experiencia local de años que acumulamos en más de 192 IPS que conforman este consorcio", dijo Gómez.

Por otra parte, contra Sánitas han salido denuncias también en el sentido que podría presentar un conflicto de intereses en la compra de Saludcop porque el exministro Alberto Carrasquilla Barrera ahora ocupa el tercer renglón como miembro principal en las juntas directivas de las compañías de medicina prepagada Medisanitas S.A. y Colsanitas S.A., ambas de propiedad de la Organización Sanitas Internacional. Pero, según El Espectador, en 2014 Carrasquilla firmó un contrato de prestación de servicios profesionales con Guillermo Grosso, en ese entonces agente especial interventor de Saludcoop, para adelantar una consultoría en la que se haría “una enumeración y evaluación de las alternativas jurídicas disponibles para el Gobierno de cara a la terminación del período de intervención vigente”. Para muchos expertos este control le dio a carrasquilla información privilegiada, que podría poner en ventaja a Sanitas.

Esta empresa ha dicho que Carrasquilla no tiene injerencia ni está en la junta de Sánitas Internacional, y que como se trata de la venta de unos activos por parte de la misma empresa y no del Estado, no hay ningún impedimento ni ilegalidad.

Lo cierto, es que la pelea por quedarse con los activos de Saudcoop está que arde, pues quien se quede con ellos, pasará de inmediato a convertirse en la EPS más grande del país.

Frente a estas denuncias la liquidadora de Cafesalud, dijo que el proceso es transparente y cuenta con la asesoría de reconocidas empresas e internacionales como de Lazard, PwC y Herrera Posse. Todas estas dudas serán las que tendrán que aclararse en la adjudicación de este miércoles.