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Vientos de guerra

La masacre de policías en el Putumayo obliga al Presidente a dictar medidas de guerra y a renovar a toda la cúpula militar.

14 de diciembre de 1992

LOS VIENTOS DE GUERRA VENIAN SOPLANdo desde hacía varios meses. A medida que la guerrilla acentuaba su estrategia de matar, secuestrar, extorsionar y narcotraficar mientras hablaba de diálogo, la opinión nacional, que durante más de una década había estado alineada casi exclusivamente del lado de las soluciones políticas, fue dando un giro de 180 grados. Es posible que los últimos grados de este giro se hayan recorrido el sábado 7, cuando se conoció la dramática noticia de la masacre de 26 policías que cuidaban una estación petrolera en el Putumayo.
La acción, en la que se destacó un alto grado de sevicia de los atacantes que produjo que la mayoría de los agentes muriera fusilado tras habérsele agotado la munición, desencadenó, además de la indignación de la ciudadanía, una respuesta del presidente César Gaviria y de su gobierno en varios frentes.
En primer lugar, implicó la declaratoria del estado de conmoción interior y la adopción bajo ese régimen, de una serie de medidas de guerra. En segundo lugar, desencadenó el anunciado cambio en la cúpula militar, que resultó mucho más profundo de lo que se esperaba (ver artículo en esta sección). Las medidas adoptadas son de cuatro tipos: administrativas, judiciales, financieras y bancarias, y sobre medios de comumicación.
Aparte de analizar dichas medidas SEMANA presenta a sus lectores un estudio sobre la situación de la guerra en los cinco principales frentes de la confrontación, donde justamente las decisiones adoptadas la semana pasada por el Ejecutivo, comenzarán a probarse.
LAS MEDIDAS
Las administrativas están encaminadas a impedir que la guerrilla se siga nutriendo del pago de regalías en zonas como el Arauca, y que se sirva de otros programas del Estado como la reforma agraria. Para ello, el gobierno central asumió el control directo del pago y de las inversiones de los fondos de las regalías mineras, con una auditoría combinada del Ministerio de Hacienda, el Departamento de Planeación, la Contraloría General y las propias Fuerzas Militares. Además centralizó en la gerencia general del Incora la asignación de tierras en las zonas de alta presencia guerrillera, para evitar que las regionales del Incora siguieran titulando predios cercanos a oleoductos, pozos y minas de oro y carbón, a nombre de colaboradores de la guerrilla. Las medidas son un golpe grande pero quizá necesario a la descentralización, y buscan cortar una de las fuentes que mayores recursos le reporta a la guerrilla y que, como gran ironía, proviene del propio presupuesto nacional.
Las medidas judiciales fueron adoptadas en coordinación con la Fiscalía General. Le otorgan funciones de policía judicial a las Fuerzas Militares en algunas zonas del país, en las cuales el nivel alcanzado por la guerra hace necesario que las pruebas recolectadas por los uniformados en indagatorias, análisis balísticos, levantamientos de cadáveres y demás, tengan validez judicial. Teniendo en cuenta que la nueva Constitución coloca en cabeza de la Fiscalía el monopolio de la investigación judicial, el desafío del Gobierno está en que en la reglamentación de estas medidas no se caiga en vicios de inconstitucionalidad. Por ello, se trata de que estas facultades sea ejercidas por la Fuerza Pública en coordinación con la Fiscalía. Otras medidas judiciales adoptadas bajo el estado de conmoción interior tienen que ver con la definición de nuevos tipos penales, para sancionar toda la gama de actividades que implican auxiliar a la guerrilla, como son la mediación del pago de secuestros, el pago de extorsiones y otros.
Las medidas financieras y bancarias también están encaminadas a ahogar complejo y elaborado organigrama que nutre financieramente a la guerrilla. Con dichas medidas se le otorgan a la Fiscalía facultades para intervenir cuentas bancarias y entidades como cooperativas y fundaciones tras las cuales oculte el manejo de dineros de la guerrilla. Es el caso de cooperativas de productores mineros en el Cesar y en las regiones auríferas del nororiente antioqueño, que el año pasado le reportaron a las Farc y el ELN cerca de 30.000 millones de pesos por ventas y cobro de cunas y extorsiones a otras empresas mineras. Es obvio que se trata de medidas que pueden desencadenar abusos ya que la intervención de las cuentas no necesita basarse en plenas pruebas, sino en indicios, pero seguramente la misma gravedad de la situación de orden público llevó a que fueran bien recibidas incluso por el gremio bancario.
Las medidas para los medios de comunicación están encaminadas a impedir que los comunicados y declaraciones de la guerrilla reciban difusión por los medios audiovisuales que son los que utilizan canales del Estado. Se trata de un viejo debate que en el pasado siempre había acobardado a los gobiernos, que aparte de amenazar con medidas similares, nunca las habían adoptado formalmente, desde cuando lo hiciera la administración de Misael Pastrana en 1972, en medio de una escalada guerrillera. Esta vez, igual que sucede con las medidas bancarias, la gravedad de la amenaza guerrillera y la convicción de que estas organizaciones perdieron sus objetivos políticos, ha facilitado la aceptación de las decisiones gubernamentales por parte de los medios de comunicación. A excepción de un editorial del diario El Colombiano y de cierta inquietud entre los corresponsales extranjeros, el resto de los medios, si bien no aplaudió las medidas, tendió a aceptarlas con resignación.
LO QUE VIENE
Pero todo lo anterior -tanto las medidas como el revolcón en la cúpula -solo son decisiones, decretos escritos en hojas de papel, y su verdadero grado de aceptación no se podrá medir antes de que empiecen a producir resultados. Si a la vuelta de unas semanas se congelan unas cuentas bancarias de la guerrilla, se evita que se trasladen regalías a los bolsillos del ELN y, sobre todo, se empiezan a contar en cantidades importantes las bajas de la guerrilla, el país de seguro aplaudirá. Si no, si a la par con escasos resultados militares se llegan a presentar abusos y equivocaciones en la aplicación de las medidas, las críticas pondrán al Gobierno en jaque.
La semana pasada una luz pareció alumbrar al final del túnel. El viernes el balance de bajas de la guerrilla tras cinco días de conmoción interior era de más de 50 subversivos muertos y una docena de detenidos, como si los vientos de guerra hubieran comenzado a soplar favorablemente para las Fuerzas Armadas. Si ese ritmo se logra mantener, y en especial si entre los muertos comienzan a aparecer comandantes de frente y jefes importantes -por los cuales comenzarán a ofrecerse recompensas millonarias esta semana-, las perspectivas pueden ser halagadoras para el Gobierno y para el país. De lo contrario, se terminará desbaratando la oleada de solidaridad que, más por las locuras de la guerrilla que por los aciertos del Ejecutivo, se ha logrado despertar hasta ahora. -

URABA
Descripción de la zona:
Urabá es una zona eminentemente agrícola, que se destaca por la producción de banano y ganado bovino. En términos generales, se trata de una región relativamente próspera, y sin embargo sacudida por la violencia desde hace muchos años.
ACTIVIDAD GUERRILLERA:
La zona de Urabá, tradicionalmente violenta, fue durante mucho tiempo una región de hegemonía del EPL. Desde la reinserción del movimiento, Urabá había gozado de cierta calma. Sin embargo, tanto las Farc como algunas disidencias del antiguo movimiento se han enfrentado con el Ejército y la Policía por recuperar la zona, donde se han dedicado a infiltrar los sindicatos bananeros, extorsionar a las compañías multinacionales que operan en la región, y a secuestrar y boletear a los ganaderos.
PRESENCIA GUERRILLERA:
En el Urabá antioqueño operan algunos elementos de los frentes Astolfo González y Héroes de Urabá del ELN, y tres frentes de las Farc: el 34, el 5 y el 18, aunque su zona de influencia es mayor en la región cordobesa. Además de los frentes, las milicias urbanas de la región son uno de los elementos claves de las Farc.
Se calcula que en la región la guerrilla cuenta con cerca de 500 hombres.
PRESENCIA DEL ESTADO:
A pesar de que en Urabá la presencia social del Estado es bastante satisfactoria, la institucional es bastante débil. La zona carece de Departamento Administrativo de Seguridad, sólo cuenta con una cárcel, y la justicia, amedrentada durante años por los alzados en armas, es bastante frágil.
La zona de Urabá está bajo la jurisdicción de la IV y la XIV Brigadas. Allí se encuentran los batallones Vélez y Voltígeros, y se calcula que las Fuerzas Militares cuentan en la región con unos 3.500 hombres, de los cuales 1.400 conforman compañías de contraguerrilla.
NORORIENTE DEL PAIS
DESCRIPCION DE LA ZONA:
En la zona nororiental del país que comprende los departamentos de Arauca, Norte de Santander, Santander y la parte norte de Casanare, se encuentra el grueso de la producción de hidrocarburos y de carbón del país. Tradicionalmente, también se ha venido desarrollando en esta región del país una intensa actividad agrícola y ganadera.
ACTIVIDAD GUERRILLERA:
El nororiente del país es una región de intensa actividad guerrillera, pues se trata de uno de los mayores centros productores de petróleo y de carbón de la nación. Estos productos que ocupan los primeros renglones de las exportaciones del país, generan cuantiosas regalías que se han convertido en una de las principales fuentes de financiamiento de la subversión. Tanto las Farc como el ELN, han venido interviniendo desde hace ya algunos años en las diferentes etapas de la extracción del carbón y del petróleo. La injerencia de la guerrilla en la producción del carbón y de los hidrocarburos comprende la adjudicación, la exploración, la extracción, el transporte y la comercialización.
Gracias a su influencia en institutos como el Incora, los alzados en armas intervienen en el proceso de titulación de las tierras. Una vez adjudicadas, la guerrilla instala allí a sus hombres con el fin de ejercer el control sobre las zonas claves de la producción y el transporte del crudo. La subversión extorsiona a las compañías que realizan la exploración, a las cuales cobra entre el 10 y el 15 por ciento del monto total del contrato. Posteriormente, en la etapa de extracción, la guerrilla obliga a los empresarios de las compañías adjudicatarias a incorporar a sus efectivos en la nómina, infiltra los sindicatos, realiza actos de piratería terrestre para controlar el transporte de crudo y carbón. Un claro ejemplo de este tipo de actos es el de Saravena, donde la guerrilla inició una campaña de intimidación contra las compañías transportadoras, realizó varias quemas de camiones hasta que finalmente consiguió que una sola empresa, sobre la cual ejerce el control, concentrara el grueso de la carga.
Finalmente la guerrilla intimida e infiltra las alcaldías, los concejos, las dependencias públicas y a las figuras políticas locales con el fin de obtener privilegios y participar en la toma de decisiones de la región.. Curiosamente, a pesar de la importancia de la presencia guerrillera en el nororiente del país, se trata de una zona donde la subversión juega un papel distinto al del combate. En esta región, las estadísticas demuestran que los enfrentamientos con las fuerzas militares son cuantitativamente menores si se las compara con otras zonas del país. En el nororiente, la subversión se dedica a extorsionar y cobrar impuesos irregulares, que por el sólo concepto de regalías desviadas, se estima en más de 9.000 millones de pesos. Por ello, no resulta exagerado afirmar que la región es la fuente económica de la guerrilla.
En Santander opera también el llamado "cartel de la gasolina", que no es otra cosa que la propia guerrilla que roba el combustible directamente del poliducto para luego venderla al público. La región santandereana es además un área de secuestro extorsivo sumamente intenso, y de una zona de piratería terrestre a las compañías transportadoras de carbón.
PRESENCIA GUERRILLERA:
En el nororiente del país operan los frentes 10, 45, 12, 20, 23 y 24 de las Farc, y el frente Domingo Laín, el mayor de todos los del ELN. Se calcula que hay cerca de 3.000 insurgentes en la zona.
PRESENCIA MILITAR:
En la región nororiental del país operan la V y la I Brigadas, y algunas tropas de apoyo de la VI Brigada. En Arauca se encuentra el Comando Operativo #2, y la zona petrolera cuenta además con una Brigada Móvil, con sede en Barrancabermeja. En esta región hay más de 10.500 soldados, de los cuales cerca de 2.000 son profesionales entrenados para contrainsurgencia.
TRIANGULO AMAPOLA-COCA
DESCRIPCION DE LA ZONA:
El "triángulo amapola-coca", se ha convertido en poco tiempo en el sitio ideal para la siembra de amapola y para la consiguiente extracción del látex de donde se extrae la heroína. Allí llegan grandes cantidades de hoja de coca provenientes de Bolivia y Perú, que son procesadas en laboratorios de la zona.
ACTIVIDAD GUERRILLERA:
La guerrilla de la región no salo es cómplice de la producción de drogas, sino que, en el caso específico de la heroína, se ha convertido en verdadera promotora de su cultivo y procesamiento.
Fuera de sus actividades de vigilancia y protección de cultivos y laboratorios de procesamiento de cocaína, las Farc se han dedicado a distribuir la semilla de amapola, brindar protección a los cultivos, enseñar al campesinado a extraer el látex, y servir de enlace entre los cultivadores y los compradores, por lo cual cobra una comisión del 20 por ciento del precio de la transaccion.
PRESENCIA GUERRILLERA:
La región cuenta con la presencia de cinco núcleos de las Farc que comprenden los frentes 29, 8,13, 21 y 6. Por otro lado, existen indicios de actividad del frente Manuel Vásquez Castaño del ELN. La región alberga en total cerca de 600 guerrilleros.
PRESENCIA DEL ESTADO:
En ciertas zonas del triángulo amapolero la presencia institucional y social del Estado es sumamente escasa. Sin embargo la región cuenta con cerca de 7.500 efectivos de las Fuerzas Militares, integrantes de batallones de la III, VI y IX Brigadas. De los 7.500 hombres, por lo menos el 10 por ciento ha recibido formación especial contraguerrilla.
LA URIBE
DESCRIPCION DE LA ZONA:
Curiosamente La Uribe es una de las pocas zonas de relativa pobreza donde se ha asentado la guerrilla. Allí, los alzados en armas no dependen de ningún producto de exportación. Se trata de una región escarpada y poco productiva, donde se encuentra algo de coca, pero cuya importancia para la subversión, más que la riqueza, consiste en ser el corazón operativo de las Farc.
ACTIVIDAD GUERRILLERA:
El municipio de La Uribe, cuya extensión es equivalente a la del Quindío, fue durante décadas una república independiente de la guerrilla. En La Uribe están localizados el secretariado de las Farc, el estado mayor y sus comandos operativos. Hasta el 9 de diciembre de 1990 se trataba de una zona que se encontraba completamente a merced de la subversión. El ataque a Casa Verde convirtió la zona en una de los pocas regiones en donde la iniciativa de las Fuerzas Militares es clarísima. Una brigada móvil, apoyada por otros batallones, helicópteros y aviación, ha enfrentado a la guerrilla de La Uribe la cual tiene a Tirofijo y sus comandantes a la cabeza.
PRESENCIA GUERRILLERA:
En La Uribe se concentran los frentes 44, 7 y 26 de las Farc, que se encuentran al servicio del secretariado y del estado mayor. Se calcula que el número de guerrilleros localizados en la zona asciende a 600.
PRESENCIA DEL ESTADO:
Después de muchos años de no estar presente, el Plan Nacional de Rehabilitación y el Ejército han hecho una presencia activa en la región.
La Brigada Móvil y batallones de apoyo patrullan constantemente la región.
NORORIENTE ANTIOQUEÑO
DESCRIPCION DE LA ZONA:
El nororiente antioqueño es una región aurífera. Sin embargo su interés para la guerrilla no es solamente que la riqueza se encuentre ahí, sino el ser el paso obligado del petróleo y el carbón. El río ha sido duramente atacado por la guerrilla, que pretende controlar el tráfico fluvial. El paso del oleoducto ha convertido a la región en un lugar estratégico para los asentamientos guerrilleros.
ACTIVIDAD GUERRILLERA:
La actividad guerrillera está estrechamente relacionada con la extracción del oro. Al igual que con las explotaciones petroleras y de carbón, la subversión que se ha instalado en la zona controla todos los pasos de la producción del oro, desde la concesión de las minas hasta la comercialización. La extorsión y el cobro de un impuesto sobre la producción son una importante fuente de financiamiento de la guerrilla. Por otro lado, también se ha dedicado a extorsionar a las compañías de transporte de carbón y ha convertido el río Magdalena en escenario de frecuentes actos de piratería.
PRESENCIA GUERRILLERA:
En el nororiente operan el 4 y el 24 frentes de las Farc, con cerca de 200 hombres. Existen otros dos frentes en la región, pero su nivel de actividad es mínimo. Algunos efectivos del ELN se han instalado en la zona.
PRESENCIA DEL ESTADO:
El nororiente antioqueño está bajo la jurisdicción de la IV y de la XIV Brigadas, y cuenta con el apoyo de cuatro batallones de la X Brigada, lo cual totaliza cerca de 7.000 hombres, entre los cuales se cuentan un millar de soldados profesionales de contraguerrilla. -