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De izquierda a derecha: Enrique Santos, 'Timochenko' y 'Carlos Antonio Lozada'. | Foto: Imagen tomada de Twitter: @FARC_EPaz

PROCESO DE PAZ

Así fue la visita del hermano del presidente a La Habana

Después del encuentro con las delegaciones de las FARC y el Gobierno, Enrique Santos trae una encomienda que podría definir la recta final del proceso de paz.

15 de marzo de 2016

Enrique Santos llegó con una pequeña maleta a La Habana, que regresó más ligera de lo que venía tras haber entregado los mensajes que el presidente Juan Manuel Santos envió a Timoleón Jiménez, ‘Timochenko’, el máximo jefe de las FARC, y al jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle.

Su estadía en Cuba fue apenas de 28 horas. Las suficientes para aclarar las posturas en torno de las zonas de ubicación, así como del cese de fuego y de hostilidades bilateral y definitivo; la dejación de las armas; la desmovilización y las garantías de seguridad.

Estos y otros temas ya estaban casi cocinados en la Mesa de diálogos, pero a raíz de un altercado por las zonas de ubicación, el pasado 6 de marzo, se estancó el trabajo de la Mesa de diálogos que trabajaba con la información entregada por la subcomisión para el fin del conflicto.

Para resolver estas diferencias, la Casa de Nariño le confió la responsabilidad de desenredar este nudo a Enrique Santos, el hermano del presidente, que fue clave para aclarar el episodio de proselitismo armado de las FARC en Conejo (La Guajira) y que también ayudó a cocinar la fase exploratoria que permitió instalar formalmente los diálogos que hoy transcurren.

Enrique Santos, tan pronto se bajó del avión de línea comercial-en el que viajó en clase económica- en la tarde del lunes, se desplazó al sector de El Laguito, donde están las casas de protocolo donde viven los delegados del Gobierno y de las FARC.

Durante tres horas, en la casa número 25, conversó con todos los integrantes del equipo de paz del Gobierno, encabezados por De la Calle y Sergio Jaramillo, a quienes les transmitió las instrucciones precisas impartidas por el presidente Santos.

En la charla se despejaron inquietudes y se analizaron propuestas, sin que hubiese mayores discusiones. De hecho, según dijo una fuente, “en el equipo del Gobierno las cosas están claras”.

Luego de ese encuentro, el hermano mayor del presidente regresó a su hotel en la zona turística de Miramar. Volvió en la mañana del martes al complejo de El Laguito, a la casa 16. Allí, en una sala amplia de muebles anaranjados, se sentó junto con ‘Timochenko’ y ‘Carlos Antonio Lozada’, jefe de la subcomisión técnica para el fin del conflicto por parte del grupo insurgente.

Lo primero que le ofrecieron al invitado fue un café cubano y agua embotellada Ciego Montero y, para que quedara prueba y registro para la historia, un fotógrafo guerrillero disparó su cámara varias veces. Es el único documento gráfico que se conoce del encuentro, el cual fue revelado vía Twiter, en medio del hermetismo manejado por las partes.

Durante un poco más de cuatro horas, en un ambiente distendido, cordial y donde no faltaron las anécdotas, Enrique Santos oyó las inquietudes de los negociadores de la guerrilla y les entregó las propuestas presidenciales. Un vocero de las FARC le dijo a Semana.com que fue una reunión muy respetuosa, cordial y positiva.

Enrique Santos no esperó al almuerzo, cogió su equipaje y se marchó para tomar el avión de las 5:00 p. m. Llevaba en sus manos la carta que puede desenredar el nudo y apaciguar esta tormenta.                             

Otra fuente cercana al proceso aseguró a Semana.com que la presencia del hermano del presidente fue decisiva y que ya se puede hablar de normalización en la mesa. Incluso, dijo ser optimista acerca de que antes del 23 de marzo se produzcan anuncios importantes en materia de cese bilateral del fuego y hostilidades definitivo; lucha contra el paramilitarismo; dejación de armas; y garantías de seguridad para los guerrilleros que se desmovilicen.

Queda ahora en manos de los Santos un milagro de Semana Santa que podría hacer irreversible el proceso de paz.