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La política exterior de Juan Manuel Santos se ha destacado por la diversificación de temas y enfoques.

RELACIONES EXTERIORES

Visita de Santos a México: un paso más de Colombia en el camino a la integración

Analistas consideran que la gira de Juan Manuel Santos al país azteca refrenda el enfoque multilateral de la política exterior del gobierno. Los dos países, que enfrentan problemas comunes, estrecharon vínculos comerciales y en materia de seguridad.

Camilo Rueda Navarro, especial para Semana.com
2 de agosto de 2011

Finalizó la visita del presidente Juan Manuel Santos a México. En ella se firmaron diversos acuerdos en materia de comercio y cooperación judicial. El mandatario se reunió con su homólogo, Felipe Calderón, y con empresarios del sector privado. Los principales alcances de los acuerdos se encuentran en la cooperación en seguridad y justicia, la promoción del comercio binacional y la integración regional.

Según Martha Ardila, profesora y analista de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana, los compromisos firmados en la visita de Santos a México “se inscriben en el Acuerdo del Pacífico por una Integración Profunda, firmado en abril pasado por Chile, Colombia, México y Perú”.

Dicha alianza, firmada en Lima, se enfoca en consolidarse como un bloque regional para fomentar el comercio en la cuenca del Pacífico e impulsar otras plataformas como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por su sigla en inglés). De la APEC hacen parte 21 naciones de la región, entre ellas Chile, México y Perú. Con la firma del Acuerdo por la Integración Profunda, estos países se comprometieron a gestionar el ingreso de Colombia.

Para Ardila, los acuerdos entre Colombia y México son “la institucionalización de la relación comercial bilateral tras el retiro de Venezuela (en 2006) del G-3”, del que hacía parte este trío de países. Al retirarse Venezuela, los dos gobiernos renegociaron su relación comercial bajo el modelo de un Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigencia desde el lunes.

Tanto el presidente Santos como Calderón hicieron énfasis en sus declaraciones en la promoción del libre mercado como apuesta de sus gobiernos para buscar el desarrollo. Y en ese sentido, buscan fomentar las relaciones económicas a través del TLC entre ambos países. El reto de Colombia estará en aumentar sus exportaciones al hermano país e inclinar la balanza comercial, favorable actualmente a México.

Santos, que tuvo varias reuniones con el sector privado, en un desayuno con representantes de los 20 grupos empresariales más importantes de México, invitó a invertir en el país. “Colombia ahora tiene un posicionamiento en el escenario mundial diría que privilegiado y ofrece unas oportunidades enormes, oportunidades donde ustedes como empresarios mexicanos pueden jugar un papel muy importante”, afirmó.

Seguridad y lucha contra el crimen
 
Colombia y México comparten, además, una agenda común en el plano judicial. Colombia le brinda actualmente al país azteca asesoría y capacitación en seguridad. Con los nuevos acuerdos se intensificará el intercambio de información en la lucha antidrogas y contra el crimen organizado. Además, se permitirá la extradición y la repatriación de presos.
 
Armando Borrero, exconsejero presidencial en defensa y seguridad y analista de Razón Pública, opina que tanto Colombia como México tienen un gran problema común que es la delincuencia. “Los dos Estados requieren apoyo mutuo”, sostiene, ya que” la delincuencia de ambos países está íntimamente ligada”.

En cuanto al narcotráfico, Colombia tiene el papel de proveedor, mientras la mafia mexicana tiene el rol comercializador, sostiene el analista. Por eso, la relación de ambos países se convierte en un problema geopolítico, en el que también juegan factores como “las maras”, pandillas delincuenciales, presentes en Estados centroamericanos. En ese sentido, los mandatarios manifestaron disposición de cooperar con terceras naciones para la lucha contra el crimen.

"El negocio ilegal se regula a bala y no por el mercado”, asegura Borrero. Por eso, la delincuencia organizada y el narcotráfico generan graves problemas de violencia.

Borrero considera que una particularidad que presenta el Estado mexicano es su carácter federal, lo que ha generado una complejidad en el manejo de la fuerza pública. Al contar con 31 Policías estatales descentralizadas se hace difícil introducir controles y cambios.

Por su parte, el Estado colombiano cuenta con la experiencia de haber enfrentado el narcoterrorismo de los carteles en los años 80. Y esa experiencia permite tener un punto de referencia para México en lo que concierne a enfrentar las mafias del narcotráfico.

Integración regional

Para Jairo Libreros, consultor, analista político y profesor de la Universidad Externado de Colombia, lo más significativo de la gira de Santos es que confirma el enfoque que le ha dado a la política exterior. “Es un esfuerzo en dejar de estar supeditados a Estados Unidos en las relaciones internacionales”, asegura Libreros.

Es decir, esta nueva gira, como la que realizó Santos en enero a Europa, ratifica la distancia con respecto a los ocho años del gobierno anterior, que “se subordinó a la agenda de George W. Bush en sus relaciones internacionales”.

Para Libreros, los pactos bilaterales con México, así como el Acuerdo del Pacífico por una Integración Profunda, no se contraponen a otras instancias de cooperación regional como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, creada en el 2010 en México.

Las gestiones de Santos se enfocarían así en unas relaciones multilaterales, donde Colombia emerge como un nuevo liderazgo regional. Y las nuevas iniciativas permiten la consolidación del bloque latinoamericano ante el mundo, a través de diferentes instancias de articulación política y económica.

Por eso, Santos oficializó en su gira la invitación a México a la reunión de ministros de Hacienda y presidentes de los bancos centrales de la Unasur. Según el gobierno colombiano, la invitación tiene como objetivo “adoptar medidas frente a la revaluación de las monedas de la región”.

Del mismo modo, Santos se reunió el lunes con Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de gobierno del Distrito Federal, del Partido de la Revolución Democrática (izquierda) y precandidato a las elecciones presidenciales del 2012. Al igual que cuando se reunió con Dilma Rousseff en Brasil en septiembre del 2010, entonces candidata a la presidencia, Santos deja en un segundo plano las diferencias políticas en beneficio de las relaciones exteriores del país. Se anticipa así a un eventual posicionamiento de Ebrard en la coyuntura electoral del país azteca el año venidero.
 
En conclusión, los analistas consideran que el presidente Santos acaba de dar otro paso en el relanzamiento de la política exterior. O, en otras palabras, no vuelve con las manos vacías y trae resultados, como sucedió en las incursiones en Europa y Brasil, entre otras misiones en el exterior.