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‘Wilmer’, el otro gran objetivo del Ejército en el sur del país

Raúl Gómez Urrea es el cabecilla del frente 15 de las FARC. Sería uno de los secuestradores de Ingrid Betancourt.

5 de junio de 2014

Hablar del responsable del conflicto que vive la región del Caquetá de inmediato remonta el pensamiento a Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, el ‘Paisa’, el jefe de la columna móvil Teófilo Forero de las FARC. Sin embargo, él temido guerrillero no es el único objetivo al que apunta la fuerza pública en esa región del país. También está Raúl Gómez Urrea, ‘Wilmer’, cabecilla del frente 15.

‘Wilmer’ tiene una importante influencia delictiva sobre el Caquetá. A él, el Ejército le atribuye por un elevado número de acciones en donde los afectados no solo son los militares y policías, sino también la población civil.

Es tal su importancia que desde noviembre de 2013 llegó la Brigada Móvil no. 26 de la Fuerza de Tarea Júpiter a esa zona con 800 hombres, para combatirlo. El frente 15 cuenta con alrededor de 170 combatientes y según las cuentas que tiene el Ejército su fuerte son las milicias. Personas que fungiendo como campesinos les colaboran en el tema logístico, su número supera los 200.

Muy joven fue a las FARC

El jefe guerrillero es un experimentado subversivo que con tan solo 17 años, determinó junto a su hermano Víctor, ingresar a las FARC. Desde ese entonces han trascurrido 28 años. El haber nacido en Cartagena del Chairá (Caquetá) lo hace experto en el territorio donde se mueve. Su zona de influencia, entre otras poblaciones, comprende a Unión Peneya, Miramar, Paujil, Cartagena del Chairá, Puerto Tejada, El Danubio y Bolivia.

Justamente fue la Unión Peneya donde presuntamente cometió su más reciente incursión. Allí, el pasado lunes festivo, guerrilleros que serían del frente 15 atacaron desde una vivienda a un oficial causándole la muerte. El capitán Gustavo Enrique Ortiz Lozada, quien desde hace año y medio se encontraba trabajando en la región, fue asesinado cuando se realizaba labores sociales.

Pero esta no ha sido la única acción que se le atribuye a ‘Wilmer’ y su frente. En marzo pasado cuatro uniformados del Ejército que prestaban seguridad en el puente sobre el río San Pedro, en la vía que de Florencia conduce a La Montañita, fueron asesinados al parecer por sus hombres.

El 8 de abril de este año en medio de la misión que tenían de llevar una persona capturada de Cartagena del Chairá a Florencia, para ponerlo a disposición de un fiscal que lo requería por tráfico de estupefacientes, fueron asesinados dos policías. Los hechos habrían sido también cometidos por ese frente.

El pasado 24 de mayo, en plena tregua por elecciones presidenciales, el Ejército denunció que esa estructura armada ilegal atacó con explosivos artesanales la población civil de Unión Peneya.

Su paso por Cuba

Como estas son muchas las acciones atribuidas a ‘Wilmer’ y al frente 15. Del jefe guerrillero los miembros de inteligencia del Ejército saben que es un líder político de las FARC y el hombre de confianza de quienes están al mando del Bloque Sur, entre ellos ‘Fabián Ramírez’ negociador de la guerrilla en La Habana (Cuba). Es precisamente en ese país donde el ‘Wilmer’ hizo estudios políticos en 1999.

Desde el 2002 es el comandante del frente 15. En su contra reposa una orden de captura por el delito de rebelión. Aunque no es igual de reconocido que el ‘Paisa’, su accionar lo ha llevado ser igual de importante a la hora de combatirlo por parte de la fuerza pública. Por su captura se ofrece la misma recompensa del cabecilla de la Teófilo Forero, la cual supera los 1.300 millones de pesos.

“Podría decirse que está en el nivel de importancia para las FARC como alias el ‘Paisa’, sin embargo el ‘Paisa’ es más famosos y más terrorista. Sus acciones se basan en la utilización de gran cantidad de explosivos y hacer todo un espectáculo y que genere un impacto mediático. Sin embargo, ‘Wilmer’ y su capacidad de daño y de influenciar sobre el Bloque Sur lo hace un cabecilla muy importante para las FARC”, señaló el general Emiro José Barrios, comandante de la Fuerza de Tarea Júpiter.

Barrios actualmente tiene la misión como comandante de dar con el paradero de los jefes guerrilleros que tanto daño le han hecho al país en esa apartada región, entre ellos ‘Wilmer’. El oficial asegura que el guerrillero es un mando de carácter fuerte y que es despiadado hasta con sus propios subalternos.

“Es duro con los integrantes de las guerrillas. No tienen ningún reparo en mandar a matar a civiles de acuerdo a su criterio. El último caso por ejemplo, aparte de todas las acciones terroristas fue un hecho aberrante, se trata de la muerte de una señora Gloria: porque le ayudó a un muchacho guerrillero que tenía problemas, la mandó matar cerca de un caserío que se llama Miramar y la tiraron sobre la carretera”, recordó el oficial.

Según Barrios ‘Wilmer’ ha sido el jefe del frente 15 que más ha durado por el perfil que tiene de manejar las cosas a través de amenazas y temor contra todos los guerrilleros que están bajo su mando.

“Al frente 15 le decimos que es el frente pivote de Bloque Sur de las FARC, porque de él dependen otros frentes desde el punto de vista logístico y de entrenamiento. Es un frente que -dijéramos- de alguna manera alimenta con especialista, con instrucción, con explosivos, con tatucos, con granadas a otros frentes y por eso es tan importante neutralizarlos”, explicó el oficial, al tiempo que reconoce que no es una tarea fácil la lucha que libran contra la guerrilla, en esa región del país.

Al frente 15 Barrios lo señala como una estructura que no cumple con ningún protocolo del Derecho Internacional Humanitario. “Su accionar está basado hacia la población, en amenazas permanentes y muertes”, dijo.

De ‘Wilmer’ los organismos de inteligencia del Estado saben que es un hombre disciplinado, al que no que le agrada permanecer mucho tiempo en un campamento guerrillero y que es poco cercano a quien no sea su compañero de armas.

Uno de los episodios que tiene pendiente con la justicia es su participación en el secuestro de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y de Clara Rojas en el 2002. Como esta acción son muchos los hechos de los que sindican, que incluyen secuestros, homicidios, desplazamientos forzados de campesinos, atentados terroristas y ataques a la Fuerza Pública.