Home

Nación

Artículo

Bessudo piensa que las declaraciones del ‘Canoso’ son mentiras o medias verdades.

ENTREVISTA

"Yo creía que ya no metían elefantes en este país"

Jean-Claude Bessudo, presidente de Aviatur, aclara el tema de la infiltración de los paramilitares en el Parque Tayrona.

16 de abril de 2011

SEMANA: Ha sorprendido la noticia de que algunos paramilitares trataron de infiltrarse en la concesión que Aviatur se ganó para hacer ecoturismo en el Parque Tayrona. ¿Qué dice frente a esa afirmación?

Jean-Claude Bessudo: Es inexacta. Los paramilitares no trataron de infiltrarse en la concesión. Si lo que dice 'el Canoso' es cierto, se infiltraron, lo cual es mucho más grave.

SEMANA: Esa no es la respuesta que uno esperaría de alguien que ha sido acusado de ser socio de esos personajes.

J.C.B.:
Es que yo no tuve conocimiento de la participación de esas personas cuando hice una Unión Temporal para licitar esa concesión. Solo tuve conocimiento cuando me enteré de las declaraciones del 'Canoso'.

SEMANA: Usted dijo a esta revista que su socio original era el señor Elías George, el cual le había sido recomendado por el presidente Uribe, y que fue a través de ese recomendado que surgieron los problemas. 

J.C.B.: Hay bastantes inexactitudes en esa apreciación. La participación del presidente Uribe no fue la de recomendarme un socio con nombre propio, como se ha dicho, sino la de hacer un llamado durante un consejo comunitario en Santa Marta, en 2005, para que la industria turística efectuara alianzas con actores locales para desarrollar proyectos en esa región, tales como la administración de los Parques Naturales. Por eso busqué socios locales.  

SEMANA: ¿Y cómo fue que llegó a Elías George?  

J.C.B.:
Contacté primero al señor José Alejandro Cortés a ver si podíamos hacer una alianza conjunta con el hotel Zuana, que está a las afueras de Santa Marta, y no le interesó. Luego busqué hacerla con el hotel Irotama y obtuve la misma respuesta negativa. El único que manifestó interés contactándonos fue la empresa Alnuva,  propiedad de la familia de Elías George, a quien yo había conocido como alcalde de Santa Marta en el gobierno de Belisario Betancur y  luego como dirigente turístico. Con ellos conformé una unión temporal en la cual Aviatur tenía el 60 por ciento, Alnuva el 39 y al socio que más me interesaba, la Cámara de Comercio de Santa Marta, le dimos el 1 por ciento porque carecía de fondos, pero le garanticé el 10 por ciento de las utilidades de la parte de Aviatur.

SEMANA: Pero el paramilitar José del Carmen Gélvez, alias 'el Canoso', afirmó que él estuvo en esa reunión con el exgobernador del Magdalena Trino Luna y con 'Nacho' Rodríguez, el exconcejal extraditado.

 J.C.B.: Eso no es cierto. En esa reunión solamente estuvieron Elías George, dos funcionarios de Aviatur y un señor Rodríguez, a quien yo no conocía y que me presentaron como hijo de un médico de Santa Marta, dueño de un negocio de artesanías. Su presencia fue justificada como posible inversionista en Alnuva. Ninguno de los participantes en esa reunión recuerda un asistente adicional.

SEMANA: Pero 'el Canoso' afirma que en esa reunión quedó claro que algunos paramilitares entrarían a través de Elías George a Alnuva.   

J.C.B.: De todas las mentiras del señor 'Canoso' esa es la más indignante. Imagínese usted si una empresa como Aviatur va a aceptar tener socios de esa calaña. La primera vez que tuve conocimiento de algo raro fue cuando el exgobernador Trino Luna, quien había estado en La Picota por parapolítica, a raíz de una cita que pidió Elías George me visitó en mi oficina, a decirme que quería venderme su participación en el proyecto porque él era socio de Alnuva en los parques.

SEMANA: ¿Y usted cómo reaccionó?

J.C.B.: Le dije que cuando se hizo el negocio él era gobernador y que yo no acepto sociedades con funcionarios públicos. Y que, por lo tanto, al ser un tema ilegal iba a solicitar la presencia de mi abogado. Trino en ese momento me corrigió la versión y me dijo que él no era el socio, sino que era un acuerdo de cuentas de participación que Elías firmó con un sobrino de él.

SEMANA: ¿Y entonces qué pasó?

J.C.B.:
 Le dije que yo no tenía nada que negociar con él porque yo no era su socio, que si de casualidad tenía arreglos internos con Elías George, hablara con él y no conmigo. Me indicó que Elías George estaba esperándolo abajo y lo llamó para que subiera.

SEMANA: Y hasta ese momento Elías George nunca le había mencionado de socios ocultos...

J.C.B.: Sí me había mencionado unos días antes que tenía unos socios y que todos querían vender su participación porque eso no era rentable. 

SEMANA: ¿Y de cuánta plata se hablaba?

J.C.B.: Dijeron que querían vender por 2.000 millones. Eso me pareció absurdo porque la Unión Temporal recibió de Alnuva, a cuenta gotas, 400 millones de pesos en total. Para el resto de la inversión que no pusieron, para no bajarles su porcentaje en la Unión Temporal, nos parecía importante mantener un equilibrio en la inversión regional; la solución fue contraer un préstamo como concesión por 2.000 millones con la garantía de Aviatur.

 SEMANA: ¿Y usted cuánto ofreció?

J.C.B.:
 Ofrecí desde un principio los 400 millones de pesos que habían metido más los intereses bancarios y el porcentaje que les correspondía en las utilidades. Cabe mencionar que los tres primeros años la concesión dio pérdidas. Ese cálculo daba un poco menos de 1.000 millones de pesos. Les manifesté que no estaba dispuesto a reconocer nada diferente de eso. 

SEMANA:  ¿Y así salió de ellos?

J.C.B.:
No en ese momento. La cosa se complicó porque después me llegó una supuesta carta de 'Jorge 40', quien estaba en una cárcel en Estados Unidos, comunicándome que él también era socio y que me recomendaba hacer caso a las exigencias de Elías y Trino. La carta terminaba aclarando que me daban un plazo de diez días y que si no, tomarían medidas drásticas.

 SEMANA: Esto ya comienza a parecerse a la película 'El padrino'...

J.C.B.: La verdad, yo no creí en la autenticidad de esa carta porque me parecía demasiado absurdo. Pensé que era algún truco para presionarme. Me limité a informar de esa carta al viceministro de Turismo y a la directora de Parques Naturales. 

 SEMANA:  ¿Entonces al fin pagó o no pagó, o cuánto pagó?

J.C.B.: El abogado que apareció como representante de Alnuva después de un tiempo informó que aceptaba mi oferta, y pedimos que nos mandaran la constancia de que habían desbaratado las cuentas en participación. Alnuva siguió de socio con 1 por ciento, porque si no se requería un largo trámite jurídico de cambio de socio con Parques Nacionales. Con las revelaciones de la semana pasada, de común acuerdo con Elías George, él y Alnuva salieron de la organización. Esa es toda la historia.

SEMANA: ¿Pero qué explicación le da usted a que 'el Canoso' hubiera inventado esa novela?

J.C.B.: La explicación no la tengo pues no conozco los beneficios que eso pueda traer, pero lo que sí creo es que a los dos nos metieron un 'elefante por la espalda'. Tantas mentiras o medias verdades no pueden ser inventadas por una sola persona, sin tener conocimiento del tema.

SEMANA:  ¿Cómo es eso?

J.C.B.: La plata que él dice que metieron nunca apareció, las utilidades que le atribuían al negocio nunca existieron. Ni las personas que informaron asistieron a la primera reunión, ni yo pronuncié frases que él me atribuye. Ni tampoco es cierto que sacáramos a la gente que trabajaba en el parque.

SEMANA: Y ya para terminar, se ha especulado mucho acerca de las posibles incompatibilidades que existen entre los negocios de Aviatur en los Parques y la posición de su hija como alta consejera para el Medio Ambiente. ¿Usted qué opina?

J.C.B.: Esa incompatibilidad es real. Por eso Sandra, desde el primer día, se declaró impedida para tratar cualquier tema relacionado con Parques y Aviatur. Pero le agrego que le doy las gracias a mi Dios todos los días porque prefiero entenderme con el más furibundo ambientalista de la nómina de Parques Nacionales que con mi hija Sandra.