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Yolanda Duque | Foto: Archivo Particular

ELECCIÓN

La subsecretaria que llegó por la puerta de atrás

Yolanda Duque se hizo elegir en la mesa directiva de la Cámara gracias a una cuestionada convocatoria.

24 de julio de 2014

Yolanda Duque Naranjo le había afirmado al diario La Crónica de Armenia que había hipotecado su chalet y que le descontaban por libranza diez millones de pesos mensuales para su campaña política. El pasado 9 de marzo, esta dirigente liberal aspiraba a mantenerse como representante a la Cámara.

Aunque su gestión no fue descollante entre el 2010 y el 2014, la entonces parlamentaria lo justificaba en que era su primer período como congresista y este era de aprendizaje. Con el aval del Partido Liberal fracasó en su segundo intento. Obtuvo 9.000 votos, 3.000 menos de los que sacó en la campaña anterior, que no le fueron suficientes para mantener su curul. 

De ella se decía en el departamento que quería permanecer en el Congreso para garantizar su pensión no sólo porque la ley la otorga a quienes cumplan dos periodos como congresista, sino porque ella ya tenía 55 años, y ya podría recibirla. 

“Lo de la pensión es un aspecto muy secundario -les dijo Yolanda a los reporteros de La Crónica-. Yo tengo 55 años y el hecho de que tenga esa edad no quiere decir que tenga que encerrarme en mi casa, cuento con una experiencia, con vocación, liderazgo y deseo de servirles a los quindianos y por ello deseo volver al Congreso”. 

Ante su derrota, Yolanda no renunció a salir del capitolio y quiso mantenerse como secretaria general de la Cámara de Representantes, cargo que, sin ocupar curul, salarialmente es similar al de cualquier congresista. 

Las secretarías en el Congreso son elegidas por voto de los parlamentarios y hacen parte de los acuerdos burocráticos que los partidos reclamen. Yolanda Duque tenía en el excongresista conservador Jorge Humberto Mantilla su rival. Este venía desempeñándose en ese cargo y logró que la Unidad Nacional respaldara su reelección.

Duque no se resignó. Y cuando ya se habían cerrado las inscripciones, apareció como candidata a ocupar la subsecretaría de la Cámara, cargo para el que finalmente fue elegida. Sin embargo, su elección podría ser el primer pecado del actual Congreso, que, entre otras cosas, se posesionó con el reto de depurar su imagen. Todo porque el proceso de elección de la subsecretaria ya se posan dudas sobre una presunta irregularidad. 

¿Por la puerta de atrás? 

La razón es que la presidenta de la Comisión de Acreditación de la Cámara, la representante Lina Barrera, habría reabierto la convocatoria de forma irregular para que Yolanda Duque se inscribiera como candidata a la subsecretaría. 

El día 13 de julio, Barrera abrió la convocatoria para los cargos de secretaría general, subsecretaría general y dirección administrativa. Se recibirían hojas de vida entre el 14 y el 15 de julio, día en que se cerrarían las inscripciones. Yolanda Duque se inscribió para aspirar a la secretaría general junto a otros seis candidatos, mientras para la subsecretaría lo hicieron 14 personas. 

Aun cuando la convocatoria se cerró el 15 de julio, un día después la representante Barrera decidió reabrir la convocatoria para los tres cargos y fijar como plazo definitivo el 17 de julio para recibir las hojas de vida. Fue en ese intervalo cuando Yolanda Duque se inscribió también para subsecretaría, siendo la única persona en hacerlo durante esta reapertura. 

Semana.com quiso conocer los detalles de esta curiosa reapertura de la convocatoria y habló con la congresista Lina Barrera. Dijo que ante la petición de muchas personas de que el tiempo de inscripción era muy corto, y para garantizar la participación de otros aspirantes, había reabierto la convocatoria. 

Aseguró que todo el proceso de elección se realizó apegado a la Ley Quinta (reglamento del Congreso), pues allí no hay norma que prohíba la reapertura de la convocatoria. 

Sin embargo, esa decisión es la que podría viciar la elección de Duque. ¿Por qué? Porque el Consejo de Estado ya tumbó la elección de un secretario por haberse reabierto la convocatoria. Ocurrió en el año 2007, cuando anuló la elección de Carlos Domínguez Ardila como secretario de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes. 

El alto tribunal, en la referida sentencia del 2007, advirtió que en el reglamento del Congreso no hay norma que permita la reapertura de convocatorias de postulados. Además, en el caso de Domínguez Ardila dijo que al abrirse ilegalmente las convocatorias se desconoció preclusión de la etapa de postulaciones, la violación del debido proceso y el desconocimiento del principio de la confianza legítima, pues a los candidatos que sí se presentaron en la convocatoria oficial les cambiaron las reglas de juego. 

¿Favorecimiento?

La duda que genera esta elección es que al haberse reabierto la convocatoria se hubiese favorecido a la excongresista Duque. Puede ser casualidad o no, pero ella fue la única que se postuló en el período de la segunda convocatoria y también la única que pasó de aspirar de la secretaría general a la subsecretaría. 

Yolanda Duque, en diálogo con Semana.com, dice que no debe haber especulaciones alrededor de su elección y que no hay ninguna inhabilidad para postularse a dos cargos. “Es como cuando uno se inscribe en Universidad, puede inscribirse a dos carreras para no perder el cupo, y ver cuál le sale”. Y admite que se inscribió a la subsecretaría porque Jorge Mantilla, quien venía desempeñándose en el cargo, ya había hecho campaña entre los congresistas y contaba con los votos. 

La exparlamentaria rechaza que su aspiración esté relacionada con vicios de procedimiento. “En el Senado también se reabrieron las convocatorias, era para que más gente participara”. Y de que haya dudas sobre la transparencia de su elección, dijo: “Estas elecciones son como los reinados, sólo gana uno y los demás se ponen a pelear”. 

En todo caso, el pasado 20 de julio la plenaria del Senado la eligió subsecretaria con 138 votos a favor y derrotó a Flor María Daza, quien era la subsecretaria, que sacó 22 votos. Y de esta forma, casi que por la puerta de atrás, Yolanda Duque logró mantenerse en el capitolio por cuatro años más.