En algunos municipios del Cauca, como aquí en la vía a Toribío, son evidentes las huellas de la actividad de grupos armados. | Foto: Lorenzo Morales-

CONFLICTO ARMADO

Cómo se está dando la guerra en el Cauca hoy

El departamento vive hoy la lucha por el control territorial entre bandas criminales y las Farc. La Fuerza Pública no siempre combate a todos por igual, ni mide sus acciones para no afectar a la población civil. Informe en terreno de la Corporación Nuevo Arco Iris.

Ariel Fernando Ávila*, especial para Semana.com
20 de octubre de 2009

Tres procesos simultáneos están perfilando el conflicto armado en el departamento del Cauca: Primero, la alianza entre las guerrillas del ELN y una banda criminal llamada ‘Los Rastrojos’ para combatir a las Farc; segundo, cierta vista gorda de las fuerzas militares con el ELN y Los Rastrojos, pues en sus operaciones militares Espada II y III no los han tocado, y toda la ofensiva ha sido contra las Farc. De hecho esta ofensiva de los tres, ha llevado al desmantelamiento de dos frentes de las FARC en el sur de este departamento.

El tercer proceso, sin embargo, es el fortalecimiento de la capacidad militar ofensiva de las Farc en el norte del Cauca. Así, los guerrilleros han hostigado al municipio de Toribio en 51 ocasiones este año; el ataque más reciente fue el 7 de octubre que dejó a dos policías muertos y a varios militares heridos. En Caldono, las Farc han hostigado al corregimiento de Siberia en ocho ocasiones en 2009, la última vez, el 9 de octubre.

La situación es tan dramática en algunos municipios del Cauca que los desplazamientos masivos de campesinos han vuelto a aumentar. Del total de alertas tempranas por desplazamiento forzado del país, el Cauca concentra el 33 por ciento. En ese departamento el 45 por ciento de los municipios tienen cierto riesgo de que sus habitantes tengan que huir para proteger sus vidas.

Aunque habitantes de zonas rurales concuerdan en que el comportamiento de la Fuerza Pública ha mejorado sustancialmente comparado con años anteriores, se siguen presentando abusos. El 18 de septiembre a primera hora, los padres de familia, como de costumbre, llevaron a sus hijos al hogar de Bienestar Familiar en la vereda el Palmito del municipio de Piamonte, en la Bota Caucana. A las 9. 10 a.m., tres helicópteros del Ejército comenzaron a sobrevolar el hogar y al momento empezaron a ametrallar toda el área. La profesora aterrorizada, se tiró al suelo y ordenó lo mismo a los niños. De repente oyó un ruido y vio una de las niñas en el piso bañada en sangre. Uno de los disparos del helicóptero le había destrozado la pierna.

El ametrallamiento fue indiscriminado, e incluso, injustificado porque no se había visto guerrilla en esa zona recientemente, ni había habido combates la noche anterior. Nadie explica qué llevó a las Fuerzas Armadas a emprender tal acción, ni cómo fue autorizada.
 
El Defensor del Pueblo del Cauca, en entrevista radial, dijo que estaba consternado, pues no encontraba explicación lógica a tal ametrallamiento. Como pudieron los padres de la menor la trasladaron al Hospital de Curillo, en Caquetá, el más cercano en la zona. Allí llegó el Ejército y trasladó la menor al hospital militar, en Bogotá. Allí le amputaron la pierna. Apenas tiene dos años y medio. 
 
Sin embargo, la versión del Ejército señala que ese 18 de spetiembre no hubo ningún bombardeo en Piamonte, sino un ataque guerrillero. Admiten que hubo una niña herida por este ataque que fue trasladada en un helicóptero de la Policía Nacional hasta el helipuerto de la Sexta División del Ejército con sede en Florencia, Caquetá.
 
Pero investigadores de la Corporación Nuevo Arco Iris en la zona recogieron varias denuncias de bombardeos y ametrallamientos indiscriminados por parte de las Fuerzas Armadas, sin que hasta ahora se den explicaciones al respecto.

La población también es víctima del enfrentamiento entre grupos ilegales armados. En Argelia Cauca, a lo largo de 2007 y el primer semestre del 2008, la alianza entre el ELN y los Rastrojos desmanteló el frente 8 de las FARC. Pero desde entonces, las Farc trasladaron hombres desde Nariño y crearon un frente, que ha venido haciendo ataques en este municipio desde mediados del presente año. Ya se contabilizan 35 los hombres de los Rastrojos muertos a manos de las Farc. Y lo peor, los guerrilleros de las Farc han tomado represalias contra la población civil, pues los acusan de ser colaboradores del ELN, Los Rastrojos y de las Fuerzas Armadas.

La Fuerza Pública ha contra-atacado a las Farc en el municipio, y durante la primera semana de octubre hubo combates en el corregimiento del Plateado. Sin embargo, lo complicado es que la Fuerza Pública ataca fuertemente a las Farc, pero los Rastrojos se mueven en la zona sin mucha dificultad, tomando igualmente retaliaciones contra la población.

En algunos municipios, no obstante, los pobladores han podido organizarse con gran valentía para protegerse contra los ataques de los grupos ilegales armados. El corregimiento de Lerma en el macizo municipio de Bolívar, por ejemplo, donde la bonanza cocalera de los años ochenta dejó a casi un centenar de muertos, la comunidad inició un proceso de organización social que los llevó a ganarse el premio a la comunidad mejor organizada del país en 1991. Lerma se levantó organizada y mantuvo valientemente su autonomía frente a los actores armados ilegales, no sin dificultades.
 
Una situación similar ocurre en Almaguer, que ha sufrido 12 tomas guerrilleras y ha sido prácticamente destruido en varias ocasiones. Sin la ayuda de nadie, sus pobladores hicieron bazares y festivales, y reconstruyeron la iglesia, las casas y se ha constituido en uno de los municipios ejemplos a seguir de resistencia y valentía.





*Ariel Fernando Ávila es coordinador del Observatorio del Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris y Profesor de la Universidad Nacional de Colombia..