CONFLICTO

Todo un batallón para desminar

La resiembra en zonas despejadas y las dificultades para desminar obligaron al Ejército a crear un grupo especial de 280 valientes hombres. Semana.com habló con su comandante, Raúl Ortiz.

Andrea Peña
3 de diciembre de 2009

Hace dos meses, el Batallón de Ingenieros de Desminado fue creado formalmente. Aunque desde hace seis años algunos pelotones comenzaron a hacer esta tarea, el problema creció tan desmesuradamente y cobró tantas víctimas que fue necesario poner al frente a todo un batallón.

El comandante de esta unidad, coronel Raúl Ortiz Pulido, habló con Semana.com, a propósito de la Cumbre Antiminas que finaliza este viernes en Cartagena.

¿Cómo trabaja el batallón de desminado?
Somos un equipo de 280 hombres entre oficiales, suboficiales y soldados repartidos en siete pelotones en todo el país. Aunque el trabajo comenzó hace seis años, sólo hasta el pasado 2 de octubre nos convertimos en un batallón que además agregó, en Montes de María, un pelotón de la Armada. La idea es que en dos años seamos 14 pelotones, más o menos unos 570 hombres desminando todo el país.

Este batallón es el primero de Latinoamérica en su clase. ¿Cómo se capacitan los muchachos para desactivar un artefacto tan peligroso como una mina antipersonal?
Se requiere mucha serenidad y mucha experiencia en el manejo de crisis. Por eso es que seleccionamos soldados profesionales de más de cinco años en el Ejército, con experiencia en combate y neutralización de acciones terroristas.
 
Inicialmente la capacitación se inició con la comunidad internacional y la OEA, pero hoy el entrenamiento lo hace la Escuela de Ingenieros Militares durante un poco más de tres meses. Allí hacen prácticas continuas basadas de la realidad (minas en escuelas, casas, fincas, caminos, trochas etc.) y al final, reciben una certificación de la OEA y el visto bueno del Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal.

¿Hoy en qué zonas están erradicando minas?
Acabamos de terminar un trabajo en Leticia, comenzamos otro en Chaparral (Tolima) y actualmente estamos en Samaniego (Nariño); en El Dorando (Meta), unas zonas del Caquetá y en el oriente antioqueño (San Francisco y San Carlos). En los próximos meses vamos para Putumayo.

¿Y el otro año?
No hay nada confirmado, pero estamos pensando arrancar en Ituango, Antioquia.

¿Cuánto vale mantener este grupo?
Es un costo incalculable y todo depende de la zona donde que se esté trabajando. A veces la el área es difícil para abastecer, o el terreno es agreste y eso incrementa los costos como es el caso de San Francisco, en Antioquia, donde llevamos dos años erradicando seis kilómetros.

¿Cuál ha sido la zona más difícil para trabajar?
Hasta el momento, la parte de Antioquia, por el terreno, y un poco Samaniego porque es húmedo y el tiempo es quebrado.

¿La presión de los grupos armados no cuenta?
Hay una condición para que nosotros trabajemos y es que otras unidades militares nos deben prestar seguridad. Un pelotón de estos necesita altísimas dosis de concentración, tiempo, tranquilidad, luz solar. Nosotros desminamos zonas con potencial productivo, no nos metemos a las selvas del Yarí para sacar minas. Allá trabaja una unidad especial de cinco hombres.

En la historia del batallón, ¿cuántos militares han sido víctimas por desactivar minas?
Sólo hemos tenido un incidente con un soldado que sufrió heridas en los miembros inferiores porque el detector no identificó un artefacto. Nada grave.

Ustedes tienen dos máquinas barredoras de minas, ¿qué tan efectivas han sido?
Son muy útiles. Una es tipo oruga y otra es de llanta, y aunque sólo pueden entrar a terrenos planos, ayudan mucho porque son blindadas y a control remoto. Japón nos acaba de donar una que esperamos comience a trabajar en enero.

¿Cuánto tiempo se calcula necesitaría Colombia para desminar todo el territorio?
No se sabe. En la cumbre antiminas vamos a pedir una prórroga de 10 años en la Convención para desminar todo el territorio, pero seguramente tardaremos más.