Un niño indígena del resguardo Gran Rosario en Tumaco, Nariño, contempla los ataúdes diminutos de los niños que fueron masacrados el 26 de agosto pasado. | Foto: Cortesía: Michael von Bergen, Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic

CONFLICTO

Van 19 niños masacrados en Colombia desde agosto

En Nariño, Boyacá, Huila y Antioquia, han muerto en las circunstancias más atroces, la mayoría por “razones pasionales”, según las autoridades.

Andrea Peña
8 de octubre de 2009

Primero fue en Tumaco, Nariño. Doce indígenas awá fueron asesinados con pistolas, entre ellos cuatro niños y tres adolescentes. Después fue en Ventaquemada, Boyacá, donde a cuchillo mataron cinco personas, entre ellos tres niños. Este miércoles la tragedia llegó al municipio de Colombia, en el Huila, donde tres personas de una misma familia murieron a bala. Una de ellas era una niña. Y este jueves la masacre fue en Yarumal, Antioquia, donde cinco mujeres fueron asesinadas. Tres de ellas eran niñas.

Los colombianos protestan en Facebook por Agro Ingreso Seguro, arengan contra Piedad Córdoba porque es candidata al Nóbel de Paz y se rasgan las vestiduras o avivan porque Álvaro Uribe puede ser tercera vez Presidente de la República, pero son pocos los que se indignan porque en Colombia han vuelto a aparecer las continuas masacres que ya se creían cosa del pasado. Ni siquiera los ha movilizado el hecho de que la mayoría de estos masacrados sean pequeños indefensos. Desde el 26 de agosto hasta hoy y en cuatro hechos diferentes, han sido masacradas 29 personas, entre adultos, niños y adolescentes en todo el país. 
 
En la mañana de este jueves, tres niñas fueron encontradas ahogadas en un río junto a su madre y una prima (esta última de 17 años) que fueron acuchilladas en el municipio de Yarumal, Antioquia. Las niñas tenían 7, 5 y 4 años. “Por la inspección de los cadáveres, todo apuntaría a situaciones de venganza o de índole pasional”, aseguró el secretario de gobierno de Yarumal, Pablo Ramírez. ¿Quién con un mínimo de humanidad puede acuchillar una niña de 4 años por "venganza"?  
 
Ayer miércoles en la vereda Gutiérrez del municipio de Colombia, en el Huila, presuntos integrantes de las Farc mataron nuevamente a tres miembros de una familia y dejaron herida a otra persona. Entre los muertos estaba Karen Cruz, de apenas tres años. Si se comprobara que fueron guerrilleros los autores de esta otra masacre, ¿qué clase de revolución es aquella que se construye asesinando a bala una niña de tres años?

El pasado 12 de septiembre, se conoció de otra masacre, esta vez en una vereda de Ventaquemada, en Boyacá. Dicen las autoridades que por problemas pasionales, fueron asesinadas cinco personas integrantes de una familia, tres de ellas niños de 10, 4 y 2 años. Los cuerpos fueron hallados por los vecinos con profundas heridas de cuchillo y machete. Se cree que la familia había llegado hace poco de un municipio de la zona esmeraldera de este departamento, acosados por problemas económicos y al parecer familiares. Dos personas fueron capturadas.

Y está por último el caso que conoció el país ampliamente del resguardo indígena Gran Rosario, a donde llegaron hombres armados para dispararle a 12 personas. No se explica qué clase de seres humanos eran cuando no tuvieron ningún problema con que cuatro de ellos fueran los pequeños: Alex García, de 10 años; Angie García, de 9 años; James García, de 3 años; y el bebé Jeison García, de seis meses.
 
También estaba un joven de 15 años, y una pareja de 17, otros niños, si consideramos la Convención de Naciones Unidas sobre la Infancia, que ratificó Colombia y que considera que niños es todo aquel menor de 18 años.
 
Las autoridades lograron capturar esta semana a cuatro personas, quienes supuestamente pertenecen a una banda criminal local y serían las responsables directos de los hechos. Pero todavía no hay claridad sobre quiénes pudieron ser los autores intelectuales o cuáles los móviles para despertar tanto odio contra campesinos inocentes y sus hijos. 

Es urgente que la sociedad colombiana reaccione antes las masacres que empiezan de nuevo a crecer en número y en saña, más cuando son niños muchos de sus víctimas. Las masacres de la década del noventa pasaron desapercibidas por demasiado tiempo y eso fue lo que hizo posible que hubiera 1528 masacres entre 1993 y 2006.