| Foto: Guillermo Torres

DESARROLLO URBANO

Advierten sobre déficit de vivienda en Bogotá

La Secretaría de Hábitat presentó su balance de gestión en titulación de predios y reubicación de familias en riesgo. Expertos aseguran que la capital tiene aún un déficit de 300.000 viviendas.

17 de julio de 2009

En 2007, la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias de Bogotá (Dpae), se propusto reubicar a 4.545 familias que viven en zonas de alto riesgo para 2012.

Desde entonces, hasta hoy, han sido reasentadas 1.303, que ya tienen una vivienda nueva, mientras 3.435 familias están inscritas esperando una reubicación, 2.276 están gestionando predios y 1.021 ya tienen definido cómo van a llevar una nueva vida en otro lugar que no sea de alto riesgo.

Pero el problema de la vivienda en Bogotá no es sólo para las familias que viven en zonas de alto riesgo, sino que también hay quienes ocupan predios sin titular. La meta propuesta por la administración es que para 2012 hayan sido titulados 6 mil predios. El avance más visible que puede notarse en este propósito, con base en las estadísticas de la Secretaría de Hábitat, puede ser que ya se han interpuesto 97 demandas con las que se busca legalizar 2.797 títulos. Pero estos procesos son largos.

Esas cifras aparecen en este balance que presentó la Secretaría de Hábitat este jueves a una mesa de trabajo organizada por el programa Bogotá Cómo Vamos, una mesa donde se discuten los temas más importantes para la ciudad.

En el encuentro, participaron políticos y expertos en asuntos de vivienda, que reconocieron los avances en la materia, pero criticaron la lentitud de lo ejecutado y las dificultades de los beneficiarios para tener acceso a estos programas.

Para Carlos Córdoba, coordinador de Bogotá Cómo Vamos, comentó que “hay que brindarle mayor velocidad a los procesos de entrega de subsidios y garantizar que haya oferta de vivienda para que éstos se apliquen efectivamente. En este proceso es necesario agilizar la reglamentación de los planes parciales y lograr un cambio tecnológico al respecto”.

Los planes parciales son como ordenamientos territoriales detallados por barrios o manzanas, donde se establece para qué se destinarán lotes específicos. Tener claro para qué servirá cada trozo de terreno, se pueden agilizar los proyectos de construcción, de legalización o de mejoramiento, según el destino que se le vaya a dar.

A este respecto, el concejal Fernando López criticó que todavía faltan definir puntualmente algunos planes parciales en Bogotá y, según dijo, esto “impide que efectivamente se construya gran cantidad de viviendas”.

Para Córdoba, de Bogotá Cómo Vamos, es necesario agilizar aquellos trámites porque, si bien la ciudad tiene un déficit de más de 300 mil viviendas, éste va a seguir aumentando, porque cada vez vienen más personas a vivir a la capital.

Es el caso, por ejemplo, de personas que se ven obligadas a dejar sus casas como consecuencia de la violencia en sus regiones. Ellas deben encontrar un sitio digno para vivir, por lo que “hay que procurar que el acceso a nuevas viviendas sea equitativo para todas las personas, independientemente de su condición social y económica”, según la opinión de Fabio Giraldo, consultor de UN-Hábitat.

Según las críticas, también es necesario agilizar el trabajo para que los necesitados sientan que sí hay avances en construcción y mejoramientos de vivienda, pues, mientras los planes se van demorando, ven que se va encareciendo el suelo, de acuerdo con lo comentado en la reunión por el concejal López.

Una solución que propuso Guillermo Herrera, del Ministerio de Vivienda, fue crear nuevos proyectos de vivienda en municipios vecinos a Bogota para no superpoblar la ciudad. Además, advirtió que si eso no se hace y como van las cosas, en 2020 habrá un déficit de 900 mil viviendas. O sea que se triplicará el que existe en este momento.

Por eso, los expertos consideran urgente que la Secretaría de Hábitat y Planeación se enfoquen en la construcción de viviendas de interés social y prioritario, que son de fácil acceso porque cuestan entre 25 y 67 millones de pesos.