Uno de los 13 proyectos de renovación urbana del Distrito se ubica en la calle 19 con carrera 3, en el centro de la ciudad (foto).

URBANISMO

Megaproyecto en Bogotá enfrenta a vecinos

Varios habitantes del norte de Bogotá están furiosos porque se enteraron, de la noche a la mañana, que en su barrio se planea un gran proyecto de renovación urbana, que incluso contempla la expropiación. Los defensores dicen que mejorará el sector.

Lorenzo Morales, editor de Semana.com
28 de mayo de 2009

Un nuevo proyecto urbanístico tiene nerviosos a los residentes del barrio El Lago de Bogotá quienes consideran que la Administración Distrital está a punto de aprobar un plan hecho a sus espaldas y que lesiona sus intereses.

El mega proyecto conocido como Proscenio incluye la construcción de un gran complejo urbanístico de 250.000 metros cuadrados en tres manzanas que van de la calle 85 a la calle 87 (parque El Virrey) entre carrera 15 y 13, un sector residencial, donde las familias tradicionales que habitaban allí han venido siendo reemplazadas por consultorios y oficinas, e incluso a donde se han colado algunos burdeles. 

El megaproyecto en el que participan importantes constructoras prevé la construcción de oficinas, locales comerciales, parqueaderos, vivienda y un centro cultural que tendrán un valor comercial proyectado de 570.000 millones de pesos, de acuerdo con el plan presentado a Planeación Distrital. El plan incluye torres de edificios que alcanzan hasta 19 pisos, donde hoy la mayor altura de las viejas edificaciones no supera los seis pisos.

El proyecto ha sido presentado a Planeación Nacional para su aprobación como uno de renovación urbana de “interés cultural” y sólo falta el visto bueno de la Alcaldía.

“Estamos a nada de la firma del Alcalde pero naturalmente está en un momento álgido”, dijo a Semana.com Maria Isabel Murillo, más conocida como ‘Misi’ la reconocida productora de musicales navideños e infantiles y quien lidera el proyecto.

Según los promotores del proyecto Proscenio, se trata de una obra de renovación que cambiaría la cara de un sector en declive. El proyecto contempla, entre otros, plazas, un callejón peatonal al estilo de la Zona T, y un inmenso teatro y escuela de artes escénicas dirigida por ‘Misi’.

“No estamos en contra del desarrollo del sector, pero queremos que nos tengan en cuenta en el proyecto”, dijo a Semana.com, Ricardo Ruiz, un oftalmólogo que lleva más de veinte años con un consultorio en la zona y quien asistió el miércoles pasado, junto con otros cincuenta vecinos del sector a una reunión para definir cual va a ser su respuesta y conocer sus derechos.

La preocupación de los residentes del sector es que mientras los promotores llevan siete años cocinando el proyecto, diseñándolo, y sobre todo, comprando lotes, oficinas, casas y apartamentos, ahora destapan sus cartas y los vecinos, cogidos por sorpresa, sólo tienen 15 días para presentar comentarios y reclamos.

“El 19 de mayo nos convocaron a una reunión en la Cámara de Comercio y los promotores presentaron a los habitantes del sector el proyecto. “A unos les llegó la invitación a otros no”, dijo un residente. “Hasta ese día nadie sabía quien estaba comprando los lotes y casas”.

Actualmente el Distrito, a través de la Empresa de Renovación Urbana, tiene establecidos 13 proyectos de renovación en distintos sectores de la ciudad, pero ninguno hasta el momento ha sido firmado y ratificado por el Alcalde.

“No estamos diciendo que haya nada ilegal pero el proceso ha sido poco ético y transparente con la comunidad”, dijo Felipe Arturo, uno de los afectados con el proyecto.

Para Manuel Javier Castellanos, ex presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos y administrador de tres planes parciales de renovación urbana en otros sectores, el proyecto tiene un “indiscutible valor para la ciudad y por eso tiene todo el respaldo de la administración Distrital y de la Empresa de Renovación Urbana”, según dijo a Semana.com.

Sin embargo, Castellanos cree que el proceso de socialización de la propuesta no se ha hecho como debe ser y esto genera suspicacias y temor entre los vecinos.

“Todo plan de renovación urbana tiene como requisito un minucioso plan de concertación con los habitantes de la zona y mi impresión es que aquí (proyecto Proscenio) no se ha cumplido”, dijo Castellanos quien revisó, por petición de los vecinos, el proyecto.

Castellanos reseñó varias ambigüedades en el proyecto pero aclaró que su interés es simplemente el de acercar a las dos partes a un acuerdo, para el cual aún hay tiempo.

Además de la incertidumbre el principal temor de los residentes es que por tratarse de un proyecto de renovación urbana, el Distrito pueda expropiar a quienes no quieran vender. Los vecinos también dicen que una vez las fiducias consigan comprar el 51 por ciento del terreno donde planean desarrollar el “complejo cultural”, podrían expropiar a través del Distrito a quienes no quieran vender sus casas.

“La expropiación es un temor infundado”, dijo Murillo. “Naturalmente es un último recurso pero antes de eso hay ofertas de compra al precio comercial del sector”, explicó la empresaria del espectáculo quien agregó que muchos vecinos están a favor de la idea.

La última palabra la tiene el Alcalde y la Empresa de Renovación Urbana quienes tendrán que garantizar que un proyecto de renovación que promete darle un impulso necesario a un sector deprimido de la ciudad, no se haga a espaldas de quienes han vivido o trabajado ahí toda una vida.