María Fernanda Cabal y Álvaro Uribe | Foto: Guillermo Torres

ELECCIONES

Este es el nuevo mapa político de Bogotá

La capital del país amanece con un nuevo balance de fuerzas políticas que podría marcar un giro del péndulo de la izquierda a la derecha.

10 de marzo de 2014

Las elecciones al Congreso del 2014 literalmente redibujaron la política en Bogotá. Hace cuatro años, en los comicios para la Cámara de Representantes, el partido de La U emergió con una victoria contundente del 27 % de los votos, seguido por el Polo Democrático en un distante 13 %. El pasado domingo la irrupción de la lista del Centro Democrático le dio una patada a ese tablero político: con el 20,27 % de votos al Senado y el 17 % a la Cámara, los uribistas son la nueva primera fuerza política capitalina. 

Cualquier extranjero que diera una mirada rápida a los resultados de la jornada electoral del 9 de marzo en Bogotá se sorprendería al enterarse de que la ciudad es gobernada por un alcalde de la Alianza Verde, quinto lugar de preferencias al Senado. Además, no entendería cómo un partido como el liberal, que por más de 20 años no ha ganado la Alcaldía, se ubique hoy como la segunda fuerza. Pero la sorpresa mayor sería saber que los seguidores del expresidente Álvaro Uribe, quien tuvo que aguantar dos administraciones locales de la izquierda, dominan hoy el panorama capitalino. 

Que Uribe gane en Bogotá es novedoso porque, si bien La U era el primer partido de la ciudad, los capitalinos han elegido tres alcaldes de izquierda en la última década. Con cinco representantes a la Cámara encabezados por María Fernanda Cabal, la bancada uribista replica en la plaza electoral más grande del país la entrada fuerte que protagonizó en el Senado. De hecho, junto con los elegidos en Antioquia, conforman la mayoría de los nuevos representantes del Centro Democrático. 

Si Álvaro Uribe es un ganador en Bogotá, el alcalde Gustavo Petro pierde. Sus seguidores, agrupados en la Alianza Verde, obtuvieron el 7,8 % de los votos al Senado y el tercer lugar en la Cámara. A pesar de buenos resultados de figuras como la nueva senadora Claudia López y los tres escaños conseguidos en la Cámara, el mensaje de un electorado apoyando al mandatario en problemas no pegó. El burgomaestre y sus seguidores no lograron traducir la jornada del 9 de marzo en un referendo de apoyo ciudadano a su gestión. El uribismo y el liberalismo, que han hablado abiertamente a favor de la revocatoria, los superaron en votos. 

Aunque muchos analistas apuestan a que la revocatoria de mandato de Petro no se realizará, el escenario político con el que llegaría el actual alcalde no es el mejor. Esa jornada electoral, programada para el 6 de abril, requiere de una alta participación, más de 1,2 millones de votos, que corresponden a 2/3 de todos los sufragios que se depositaron el pasado domingo al Congreso. Si bien la votación podría ser insuficiente para superar el umbral de participación, ya no es tan claro, como hace unas semanas, que la campaña del ‘No’ ganaría. El impulso que dan los resultados del Congreso está a favor de los uribistas y liberales, es decir, de los que promueven el ‘Sí’. 

En el otro escenario de una eventual destitución y salida de Gustavo Petro, este nuevo mapa político tendría una gran influencia en la elección atípica para elegir al nuevo alcalde. Con el recuerdo de la jornada de marzo aún vivo, los uribistas podrían incursionar a esa campaña y convertirse en factor clave para la escogencia del próximo mandatario de la capital. 

Por último, una cifra preocupante: el alto índice de abstención en Bogotá. Si bien las elecciones al Congreso en la capital suelen atraer tan solo al 40 % del potencial de sufragantes, este año el total de votos fue más bajo en términos absolutos que hace cuatro años. Es decir, votaron menos capitalinos el pasado domingo que los que participaron el 14 de marzo del 2010. Este dato, en medio de la crisis política y jurídica por la que atraviesa la ciudad, muestra una creciente apatía de los bogotanos frente a estos canales democráticos. 

Por una década, el electorado de la capital ha votado izquierda para Alcaldía y apoyado a La U a las cámaras legislativas. Sin embargo, las tendencias marcadas en las elecciones del pasado 9 de marzo señalan un movimiento del péndulo ideológico desde la izquierda hacia la derecha. Las próximas elecciones a la Alcaldía, sean atípicas en unos meses o tradicionales en octubre del 2015, confirmarán si ese movimiento fue coyuntural o marcarán el fin del dominio electoral de la izquierda en Bogotá.