Ahora sí comienza la campaña electoral

Hasta hace unos meses muy pocos habrían apostado que el presidente Santos terminaría 2013 con un innegable repunte. Tras un complicado año, lleno de crisis políticas, protestas campesinas y golpes de la oposición, el panorama para la reelección lucía nublado y con pronóstico reservado. No obstante, los avances parciales en el proceso de paz y el fin de los paros le dieron un respiro al primer mandatario en el momento que más lo necesitaba: cuando por ley debía anunciar su intención de aspirar por segunda vez.

Santos lidera hoy prácticamente todas las encuestas y en todos los escenarios. Su más inmediato seguidor, el uribista Óscar Iván Zuluaga, se ubica, en el más generoso de los sondeos, a más de doce puntos para la primera vuelta. En la probable eventualidad de una segunda vuelta, el actual presidente derrota a todos sus contendores. Lo anterior no implica que la victoria esté asegurada.

Las mediciones muestran un importante bloque del electorado, entre el 25 y el 35 por ciento, que apoya el voto en blanco y otro pequeño porcentaje de indecisos. Si bien estos grupos de votantes tienden a reducirse conforme se acerca el día de elecciones, su alto porcentaje refleja un descontento con la oferta de candidatos, incluyendo al primer mandatario. Otro desafío para la campaña santista está en el proceso de paz, cuyos ritmos no son controlados en su totalidad por el gobierno. El proceso electoral en Colombia será sensible a las vicisitudes que rodeen la Mesa de La Habana.

Luego del bajón de imagen generado por las protestas, Santos está aprovechando el ‘rebote’ para consolidar una cómoda posición hacia las elecciones de mayo. Si logra disolver el bloque del ‘voto en blanco’ y ganarlo para su nombre, el presidente podría conservar la Casa de Nariño otros cuatro año más.

Óscar Iván Zuluaga
Zuluaga: el tiempo se agota

En los países anglosajones se le llama efecto pos convención al impulso que recibe un aspirante inmediatamente después de ser elegido como candidato de su movimiento. La exposición mediática, los discursos y el generoso cubrimiento mediático se traduce en un empujón en las encuestas. A Óscar Iván Zuluaga este efecto le alcanzó para llegar al segundo lugar pero no para amenazar al presidente Santos.

El abanderado del Uribismo Centro Democrático sigue adoleciendo de un bajo reconocimiento popular que ha impedido que su apoyo crezca. Además, puesto que el expresidente Álvaro Uribe también es candidato para los comicios del Senado, la necesaria separación entre ambas campañas no ha sido muy clara. La oposición uribista, centrada en temas de paz, seguridad, gasto público y San Andrés, no ha podido traducir el descontento evidenciado el año pasado en respaldo a su aspirante presidencial.

Zuluaga arranca 2014 con la urgencia de elevar su apoyo en las encuestas ya que hoy luce estancado y podría ser alcanzado por el Polo o por otras opciones. Depender de un fuerte desempeño de Uribe en las parlamentarias de marzo para impulsarlo hacia la primera vuelta es una apuesta arriesgada. Se le agota el tiempo a Zuluaga para encarnar en las elecciones de mayo la alternativa crítica que Uribe representa para las de Congreso.

Clara López
López: liderar el descontento

En la mayoría de las encuestas Clara López Obregón ocupa la tercera casilla detrás del presidente Santos y el uribismo. Sin embargo, este es un resultado insatisfactorio dados los altos niveles de descontento popular reflejados durante el año pasado. Si algo caracterizó 2013 fueron las marchas y protestas de campesinos, estudiantes, cafeteros y otros sectores con consignas que han sido simbólicas de la izquierda por más de dos décadas. No obstante, la candidata del Polo Democrático no pasaría a la segunda vuelta si los comicios fueran hoy.

A diferencia de Zuluaga, el problema de López no es de reconocimiento. Tampoco de programa ya que banderas como el desmonte de los TLC hoy cuentan con más entrada a una porción del electorado que hace unos años. El alto porcentaje de voto en blanco e indecisos es un reflejo de la incapacidad de la izquierda de canalizar el descontento ciudadano contra el gobierno Santos y el antiuribismo hacia una tercera fuerza. A López, en el lado izquierdo del espectro político, le pasa lo mismo que a Zuluaga en el derecho: la ventana de convertirse en alternativas opositoras con oportunidad de amenazar a Santos se está cerrando.

Enrique Peñalosa
Peñalosa: la indefinición mata

A pesar de no ser oficialmente candidato presidencial, el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa registra apoyos tangibles en las encuestas. No obstante, la falta de definición de su partido, la Alianza Verde, ya empezó a hacerle daño. La alianza entre verdes y progresistas hoy está más ocupada en la lista al Senado, encabezada por Antonio Navarro Wolff, y en la defensa del alcalde Gustavo Petro que en competir por la Presidencia.

En un entorno de aspirantes con bajos apoyos porcentuales, cualquiera que despunte podría asegurarse un cupo en la eventual segunda vuelta contra Santos. Pero el tiempo pasa y Peñalosa aún no sale a la arena política con un estandarte claro y una colectividad que lo respalde. Mientras los líderes verdes-progresistas le apuesten al Congreso como su escenario, la posibilidad de construir una tercería continuará agonizando.

Marta Lucía Ramírez
Ramírez: en pausa

Al igual que Enrique Peñalosa, la aspiración de la exministra Marta Lucía Ramírez registra unos pocos puntos en las encuestas pero está hoy sumida en la incertidumbre gracias a la indefinición del Partido Conservador. Con una convención aplazada y pendiente para comienzos de este año, los azules no han podido superar la decisión entre la reelección de Santos, el apoyo a Uribe de sus bases y una tardía aspiración propia. Al iniciar 2014 en ese limbo, será muy difícil que de concretarse la candidatura conservadora tenga algún protagonismo en la carrera electoral.

Eduardo Verano de la Rosa
Verano: el discurso regional

Al radicar en diciembre pasado más de 600.000 firmas en la Registraduría bajo el movimiento Colombia: País de Regiones, Eduardo Verano de la Rosa se convirtió en el más reciente invitado al partidor presidencial. El exgobernador caribeño ha montado una aspiración disidente del Partido Liberal, que acompaña a Santos, bajo la bandera de una mayor autonomía regional. El mayor reto de Verano es morderle apoyo al primer mandatario en la Costa Caribe, la más santista de todas las regiones del país de acuerdo a las encuestas.