Elecciones: Todo tiempo pasado fue mejor

Hace cuatros años, por esta misma época, los protagonistas de esta fotografía jugaban en el mismo equipo. Germán Chica, Óscar Iván Zuluaga, J. J. Rendón, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Eran los tiempos en que cada uno confiaba ciegamente en los demás. Hoy no sólo están en orillas distintas, sino que protagonizan una confrontación que tiene sorprendidos a los colombianos.

Hoy Uribe es expresidente y está a punto de posesionarse como senador. Llega al Congreso con el firme propósito de ponerle obstáculos al proceso de paz, la bandera que más trasnocha a Santos. Uribe, además, creó un partido que obedece ciegamente sus orientaciones, montó una convención política a su antojo e hizo elegir a Zuluaga para que le compita a Santos en estas elecciones.

Zuluaga, que compartió gabinete con Santos, tiene hoy una favorabilidad en las encuestas que le permite soñar con sacar al presidente de la Casa Nariño a quien, además, califica de traidor.

Santos, por su parte, se muestra firme en asegurar que si sus exasesores de campaña y gobierno -Rendón y Chica- recibieron dinero de los narcotraficantes para promover un proceso de desmovilización, que finalmente no se llevó a cabo, deben ser juzgados.

Así respondió el mandatario en una entrevista con La W este jueves sobre las versiones de prensa que aseguran que el venezolano y el exdirector de la Federación Nacional de Departamentos recibieron en el 2011 hasta 12 millones de dólares de los capos de la banda. “Si llegaron a recibir un solo centavo, pues que se sometan a la justicia y que la justicia los condene. No tengo ningún tipo de contemplación con ningún corrupto o persona que esté en la ilegalidad”.

Rendón y Chica, entretanto, se atacan y se amenazan con abogados. Para Rendón es posible que Chica si se hubiera quedado con la plata porque, dice, a él lo tenía sorprendido el alto nivel de vida del que se ufanaba en los últimos tiempos. Chica, mientras tanto, amenaza con ir hasta las últimas consecuencias contra Rendón por mentiroso y por haberlo puesto en riesgo.

Uribe, por su parte, acusa a Santos con una explosiva “hipótesis”: que J. J. Rendón, exasesor de propaganda de la campaña del presidente Juan Manuel Santos entregó dos millones de dólares para pagar deudas de la elección del 2010.

Uribe, además, dice que no conoce a J. J. Rendón, que apenas lo vio de paso en alguna ocasión. El estratega venezolano se declara desconcertado porque cuenta que entre él y Uribe había una profunda simpatía y una bonita amistad.

Uribe minimiza la actividad de Andrés Fernando Sepúlveda, el hacker detenido por la Fiscalía. Para él no hay una prueba real que muestre su culpabilidad en una acusación tan grave como tratar de acabar con el proceso de paz. Tesis que comparte Zuluaga, quien cree que se trata de un episodio montado para golpear su campaña.

Santos, por su lado, acusa a Uribe y a Zuluaga: “Es el colmo del cinismo decir que esto es una cortina de humo, como si el fiscal y el presidente se sentaran a concertar o a delinquir. Sería un delito que nos sentáramos a planear que esto sucediera”.

Y así se pasó esta semana, en la que cada uno pensará que todo tiempo pasado fue mejor. Aquellos días en que los cinco jugaban en el mismo equipo.