La otra cara del Congreso. | Foto: SEMANA

ELECCIONES 2014

Top-5: el otro lado del Congreso

Dinastías políticas, nepotismo y herederos de curules de condenados son los tres tipos de clase política que consolidan las elecciones en algunas regiones.

10 de marzo de 2014

El Congreso elegido este domingo encarna una gran paradoja. Por una parte, llegan de nuevo al Capitolio figuras de peso que permiten vislumbrar que volverán al Congreso debates políticos de fondo. Entre estas figuras están el expresidente Álvaro Uribe, los expresidentes de la Constituyente de 1991 Horacio Serpa y Antonio Navarro, y figuras que se han ganado respeto entre la opinión como Jorge Enrique Robledo, Viviane Morales, los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán, Claudia López e Iván Cepeda.
Pero por otro lado, y ahí está la paradoja, también es el Congreso en el que se consolidan controvertidas tendencias que mantienen prendidas las alarmas sobre la salud de la democracia en Colombia. SEMANA presenta una selección de ellas:
 
1.    Lo que hay detrás de la dupla Mussa-‘Ñoño’


Los senadores Mussa Bessaile Fayad y Bernardo ‘Ñoño’ Elías, de la U, se enfrascaron en una pelea por cuál de los dos sacaba la mayor votación del partido. Y la razón era una sola: el ganador se puede convertir en el Presidente del Congreso. La batalla fue tan encarnizada que sacaron el primero y el segundo puesto, respectivamente, del partido más votado. Bessaile sacó 145.402 votos y Elías 140.143. Son la segunda y tercera mejor votación individual del Congreso, solo superados por Jorge Robledo, del Polo, con 191.910. Sin contar por supuesto la lista cerrada de Álvaro Uribe.

Es curioso que ambos son de Sahagún, un pueblo de Córdoba de 120.000 habitantes, y ambos son amigos de Emilio Tapia, también de Sahagún, el gran eslabón del cartel de la contratación de Bogotá. Estos dos senadores fueron precisamente los congresistas más beneficiados por la “mermelada” del gobierno nacional según documentos revelados a final del año pasado por el uribismo.

Los dos, Mussa Besaile y Ñoño Elías, son el resultado más refinado de esa figura que ha ido ganando fuerza en la política colombiana en los últimos diez años: los elegidos en las urnas gracias a la maquinaria de la contratación oficial.

2.    El fenómeno Yahir Acuña

La revelación en la Cámara de Representantes de estas elecciones es Yahir Acuña, del partido 100 por ciento Colombia, en Sucre. Gracias a su alta votación (más de 120.000 votos) logró dos curules en la Cámara. Hace recordar las épocas en que Eleonora Pineda, una esteticista de Córdoba, apareció como revelación con la más alta votación a la Cámara en 2006. Como se recuerda, ella luego fue condenada por sus nexos con Salvatore Mancuso.

Lo más preocupante de la elección de Yahir Acuña es que se produjo a pesar de que, cómo lo informó SEMANA oportunamente, la Corte Suprema está investigando a Yahir Acuña por parapolítica. El exjefe paramilitar Diego Vecino dice que Acuña, como líder estudiantil, era la ficha de los paramilitares en la Universidad de Sucre en 2002. En sus primeros años en la política recibió el apoyo de la empresaria del chance, hoy condenada, Enilse López, conocida como la Gata, de la cual él sin mayor rubor reconoció ser amigo. Y también es cercano al exgobernador Salvador Arana, también condenado por parapolítica.

Su influencia política ha crecido como espuma sobre los municipios del golfo de Morrosquillo que reciben regalías como Tolú, Toluviejo, Coveñas, San Onofre y Los Palmitos. También apoyó la elección del alcalde de Sincelejo, Jairo Fernández Quessep, aunque ahora los dos están de pelea, al parecer por el reparto de la burocracia.
 
3.    Los cinco del Pin


El antiguo Pin, hoy Opción Ciudadana, que muchos creían iba a quedar enterrado en estas elecciones por no llegar al umbral no solo logró sobrevivir sino que obtuvo cinco senadores. Cuatro menos que en 2010. Cuatro de los cinco repiten senado y son familiares de políticos condenados o salpicados por la parapolítica.

Mauricio Aguilar (100.000 votos), hijo del exgobernador de Santander Hugo Aguilar, condenado por parapolítica.

Antonio Correa (82.000 votos), irrumpió en política al abrigo de Enilse López, alias la Gata, y recoge los votos de Jorge Luis Alfonso López, hijo de ella y exalcalde de Magangué.

Doris Vega (47.000 votos) esposa del exsenador Luis Alberto Gil, condenado a siete años de prisión en 2012 por pactos políticos con el Bloque Central Bolívar.

Teresita García Romero (39.000 votos): hermana del exsenador Álvaro García, condenado a 40 años de cárcel por la masacre de Macayepo. Repite curul.

El quinto es Julio Miguel Guerra Soto (50.000 votos) hijo del Gobernador de Sucre, Julio Guerra Tulena.

 4.    Tres senadores de una misma familia:

Se ha dado un hecho inédito en la historia de las elecciones en Colombia: tres miembros de una familia originaria de Sucre –los Guerra Tulena- se quedaron con tres curules del Senado.
Se trata de los hijos de dos curtidos caciques políticos de Sucre: el exsenador José Guerra Tulena y su hermano el hoy gobernador Julio Guerra Tulena. José aporta dos hijos al senado: María Del Rosario Guerra de la Espriella, segundo renglón de Álvaro Uribe, y Antonio Guerra de la Espriella, actual senador por Cambio Radical que repite curul. Y Julio aporta a su hijo, Julio Miguel Guerra Soto, en el partido Opción Centro.

5.    Dos senadores para otro clan controvertido:

Otra dinastía política que le ha sacado jugo a la política a través de contratos de obras públicas, los García Romero, obtuvo dos senadores. Las cabezas de este clan son los exsenadores Juan José García y Álvaro García, el primero fue condenado por mal uso de auxilios parlamentarios y el segundo por la masacre de Macayepo. Esta vez las dos curules las ganaron Teresita García Romero, hermana de los dos anteriores, y hoy senadora por el PIN, y Andrés Felipe García Zuccardi, del Partido de la U, hijo de Juan José y de la exsenadora Piedad Zuccardi, detenida por orden de la Corte Suprema que dictó resolución de acusación en su contra por presuntos vínculos con los grupos paramilitares.