Uribe ‘pescaría’ una curul más en los escrutinios

El expresidente Álvaro Uribe fue uno de los primeros en cuestionar la legitimidad de las elecciones de Congreso del pasado 9 de marzo. No sólo acusó al Gobierno de haber repartido 'mermelada' entre los congresistas de la Unidad Nacional para alcanzar éxito en los comicios, sino que se atrevió a denunciar un fraude, en el que, según sus cálculos, al Centro Democrático no le aparecían cerca de 250.000 votos.

El uribismo también cuestionó el cambio de tendencia que se registró en la noche de las elecciones a medida que la Registraduría informaba los resultados del preconteo. Y cuestionó que el Centro Democrático iba consolidando una tendencia en la que le sacaba ventaja al Partido de La U (ganador de las elecciones) y que esta se revirtió en los últimos boletines, precisamente cuando se empezaban contabilizar las mesas de la costa caribe.

La semana pasada, las comisiones escrutadoras culminaron su labor, aunque para que los resultados sean definitivos aún falta que el Consejo Nacional Electoral resuelva cerca de 600 impugnaciones que se presentaron, especialmente en las elecciones para Senado.

El Observatorio de Procesos Electorales (OPE) de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario analizó los resultados del preconteo con los de los escrutinios y su principal conclusión es que las diferencias fueron mínimas.

Casi todos los partidos políticos “ganaron” unos cuantos votos entre el preconteo y el escrutinio. Esto se explica en que el preconteo que es puramente indicativo y concluyó con el 98,4 % del total de votos. “Es apenas normal que el número de votos aumente entre el preconteo y el escrutinio”, explica Yann Basset, director del Observatorio.

El que más ‘ganó’ votos fue el Centro Democrático, con 69.981 votos. Una cifra muy lejana a los 250.000 que en principio reclamaban. La votación definitiva de los uribistas estaría cercana a 2’104.991 votos, 150.000 menos que los que obtuvo el Partido de La U, que también aumentó sus resultados con el escrutinio en cerca de 39.079 votos. La U, en consecuencia, tendría un total de 2’263.206 millones de votos.

Estos resultados no varían dramáticamente las elecciones del 9 de marzo, pero lo que sí podrían afectar como consecuencia es en la composición del nuevo Congreso. “Sin prejuicio de la decisión final del CNE, podría significar que el Centro Democrático gane una curul más de lo que se había anunciado”, explica Basset.

Según el preconteo, se había advertido que el uribismo irrumpía como una nueva fuerza electoral, con 19 curules en el Senado, pero con los resultados del escrutinio aumentaría a 20 su presencia en la cámara alta.

La colectividad que perdería una curul sería el Partido Conservador, que en los escrutinios aumentó su votación definitiva a 1’967.384 votos, es decir, sumó 26.857 con respecto a los registrados en el preconteo y que indicaban que este partido tendría también 19 curules en el Senado. Pero los azules serían los afectados con el incremento de la votación registrada por el uribismo.

Los demás partidos, el liberal, Cambio Radical, Alianza Verde, Opción Ciudadana, el MIRA y hasta el voto en blanco, subieron cerca del 0,1 % su votación. Con los resultados de los escrutinios los miraístas no alcanzaron los cerca de 80.000 votos que les faltaban para tener una curul en el Senado, aunque mantuvieron su personería jurídica. Sin embargo, este es el movimiento que más reclamaciones ha presentado.

Pero el caso extraño es del Polo Democrático. El partido de izquierda, al parecer, habría sido sobrevalorado en el preconteo, pues fue el único que registró más votos en esta etapa que en el la de escrutinios.

Según el reporte informativo de la Registraduría, se contabilizaron 538.544 votos a favor del Polo, mientras que en el reporte de las comisiones escrutadoras se registraron 538.128. Es decir, 416 votos se le perdieron al Polo entre el preconteo y el escrutinio.

Para el observatorio esta variación mínima en las cifras despeja las dudas de un presunto fraude electoral, denunciado principalmente por el uribismo.

“El reducido tamaño del desfase no acredita la tesis del Centro Democrático”, explica Basset. “La subestimación del Centro Democrático en el preconteo tiene una explicación técnica. El formulario E14 se presenta con una serie de casillas en las cuales los jurados de mesa inscriben los resultados del voto preferente, y al final, la suma de los mismos en la casilla “Total”.

Como el Centro Democrático presentó una lista “cerrada” sin voto preferente, al contrario de los otros grandes partidos, tenía solamente dos casillas en el E14: una por la lista, y otra por el total que debía ser lo mismo. Como se tenía simplemente que reescribir la cifra en la segunda casilla, algunos jurados de mesa hicieron caso omiso de este paso”.

Aunque estos resultados no son definitivos, pues el CNE tendrá que resolver las casi 600 impugnaciones que se presentaron luego de que las comisiones escrutadoras enviaran su reporte, la tendencia más significativa es que el uribismo estaría ad portas de ganarse una curul más en la etapa de escrutinios.