Germán Vargas Lleras y los líderes de la Unidad Nacional | Foto: Buen Gobierno

POLÍTICA

La foto del día: ¿Todos contra Uribe?

Pese a los recelos contra Vargas Lleras, los jefes de los partidos de la Unidad Nacional posan sonrientes. ¿Por qué? Análisis de Semana.com.

Armando Neira
11 de febrero de 2014

“La política es dinámica”, decía un exministro de Estado en su afán de explicarles a los ciudadanos las volteretas que en Colombia suelen dar quienes se dedican a esta actividad. Para la muestra un botón. Esta fotografía fue tomada en la tarde de este lunes, horas después de que varios de quienes aparecen aquí evidenciaron su malestar por las crecientes versiones que dan a Germán Vargas Lleras como vicepresidente de Juan Manuel Santos en las próximas elecciones.

Cosas del pasado, dijeron. Y en estricto rigor tienen razón: la rivalidad fue en tiempos pretéritos así fuera sólo unas cuantas horas atrás.

En el presente, juran, reina la armonía reflejada en este abrazo conjunto. Fue tras la instalación del Comité Político que busca la reelección de Santos hecha por Vargas en su condición de presidente de la Fundación Buen Gobierno (FBG). En la cordial imagen aparecen, de izquierda a derecha, Roberto Prieto, gerente de la campaña; el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo; el presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria; Vargas; el presidente de La U, Sergio Díaz-Granados; el presidente de la Cámara de Representantes, Hernán Penagos Giraldo; y el disidente de la Alianza Verde, Alfonso Prada.

“Este Comité no pudo salir mejor, ya nos concentramos en lo verdaderamente importante, que es la campaña del presidente, con una agenda de trabajo muy completa que incluye visitas a las regiones con temáticas y propuestas. Esta reunión resultó inmejorable”, indicó Vargas, quien reconoció que sí hubo ruido entre ellos: “Si en algún momento hubo fisuras” entre los partidos que acompañan la reelección de Santos, “me parece que han sido superadas”.

Vargas lucía encantado. Y de paso aprovechó para enviar otro mensaje relacionado con el inicio de la campaña de la cual él es también su director estratégico: este lo hará Santos, dijo, cuando lo crea conveniente: “Es un anuncio muy propio del presidente, ojalá lo haga cuanto antes. Esperemos que sea la próxima semana, pero él tiene la última palabra”.

También se informó que esta primera reunión del Comité se realizó en un hotel del norte de Bogotá y se prolongó durante tres horas. ¿Pero no hay nada más? ¿Acaso la imagen no muestra un hecho de mayor urgencia que es el de frenar a Álvaro Uribe?
“En efecto, a escasos días de las elecciones parlamentarias era un espectáculo ver a los líderes de la Unidad Nacional cascándose entre ellos mientras la campaña al Congreso del Centro Democrático (CD) se mostraba sólidamente cohesionada”, dice un analista político. El CD tiene una única publicidad, con un solo mensaje, nadie se sale del libreto, se hace y se repite lo que dice Uribe. La idea es que el elector llegue a las urnas y vote por él y que su nombre arrastre a quienes lo acompañan.

Esto ocurre no sólo porque se trata de una lista cerrada, por la incuestionable autoridad que impone Uribe sobre sus militantes, sino por un hecho fáctico que se ha demostrado en los últimos años: el uribismo pasa por el alfabeto de la A a la Z, es decir de Álvaro Uribe Vélez. Nada más.

Entretanto, al interior de cada uno de los partidos de la Unidad Nacional –La U, el Partido Liberal y Cambio Radical– cada uno va por su lado en la búsqueda de su escaño. Los distintos candidatos tienen su propia valla con su mensaje individual. En cambio, las vallas de Uribe son él y nadie más. La publicidad tiene un mensaje unificado: Uribe es Centro Democrático.

Y al menos en lo que a Congreso se refiere, los uribistas creen que tienen opciones reales de convertirse en la primera fuerza política del país. Sus cálculos rebosan optimismo y hablan de obtener 25 escaños. De eso se dieron cuentan los protagonistas de la foto, quienes decidieron hacer un alto en lo que se podría llamar fuego amigo. Entre tanta discusión interna, los electores podrían desconcertarse y tomar otras rutas. La idea ahora es sacar el mayor número de parlamentarios afectos a Santos para que le brinden gobernabilidad y, claro, que los partidos de la Unidad salgan robustos.

Aunque hasta el momento en que se tomó la fotografía habían mostrado, en público y en privado, que sus posiciones eran diametralmente opuestas, decidieron guardarlas por un tiempo y empezar a trabajar en un propósito común: atajar a Uribe. Y así como en Fuenteovejuna, la obra de Lope de Vega, todos a una.