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POLÍTICA

Vargas Lleras versus Petro, la batalla de Bogotá

¿Rompen relaciones la Casa de Nariño y el Palacio Liévano? Análisis de Semana.com

Armando Neira
5 de marzo de 2014

Después de casi ocho meses de contenido silencio, Germán Vargas Lleras lanzó una sonora ofensiva verbal cuyo eco sacude aún a la capital del país. “El único complot que existe en Bogotá está en la mente del alcalde (Gustavo Petro) y de quienes han manejado con la mayor improvisación a lo largo de este tiempo la ciudad”.

Las palabras de Vargas fueron pronunciadas en un día de enorme importancia para él. Tras la inscripción de la candidatura, en la Registraduría, de Juan Manuel Santos y de él como aspirante a la Vicepresidencia. Así, minutos después de posar sonriente para la foto frunció el ceño para juzgar a Petro por la caótica situación que sufre la capital.

El alcalde, por su parte, recibió el impacto también en uno de los días más cruciales de su vida. Aquel en el que el sistema de transporte TransMilenio colapsó y él decidió darles la cara a los usuarios.

Fue tan especial la mañana de este martes para el burgomaestre que volvió a dividir a la gente: entre quienes creen que Petro tiene los pantalones tan bien puestos y el valor suficiente para haberse ido a enfrentar a una multitud muy brava y, en el otro extremo, entre quienes consideran que fue un acto más de populismo y por eso habló cuatro horas y 30 minutos continuos sin que al final dejara una solución concreta.

Más allá de esta nueva situación de polarización en la ciudad, lo cierto es que el alcalde vivió momentos difíciles. Y justo cuando estaba allá, entre el fragor de la discusión, en un improvisado escenario, despeinado, le llegó la información de una nueva derrota, de parte del Consejo Superior de la Judicatura. Los magistrados de la Sala Disciplinaria que estudiaban las casi 200 tutelas se alineaban mayoritariamente con la tesis de que los derechos políticos de quienes las interpusieron no fueron vulnerados por parte de la Procuraduría General de la Nación por lo que su salida del cargo se daba como un hecho.

El alcalde sostenía un cara a cara con los indignados usuarios del transporte, la justicia le auguraba otra derrota y por si fuera poco Vargas Lleras levantaba la voz para atacarlo. La pelea rompió así lo que hasta ahora había sido una buena relación entre Santos y Petro. Hasta ahora el presidente había manejado con fino tacto el caso Petro, mirando con prudencia desde la distancia. Tanto aquí como fuera se había limitado a decir que él esperaría las decisiones definitivas y que cuando estas se conocieran él debía cumplir la ley, la Constitución. Nada más.

Entonces, ¿las palabras del aspirante a vicepresidente corresponden a un hecho aislado de una vieja rivalidad entre Petro y Vargas Lleras? ¿O estas reflejan una nueva línea de acción hacia Bogotá por parte de la Casa de Nariño? Pareciera que la batalla es una combinación de ambas preguntas.

Lo novedoso aquí es la confrontación Presidencia versus Alcaldía. Tanto es así que a escasas horas de inscribir su candidatura, Santos no ha dicho nada que desautorice a su fórmula vicepresidencial. Y, naturalmente, no lo hará.

La cuerda puede tensarse más. De hecho, Santos está decidido a meterse de lleno en el tema Bogotá. Así, por ejemplo, está previsto que su debut como candidato sea este jueves en la capital. Será un acto que se llamará ‘Pacto de Bogotá’ y que se realizará en el barrio Marsella, en el populoso sector de Kennedy.

El lugar escogido es un salón comunal en donde estarán además de Santos y Vargas Lleras, todos los aspirantes a la Cámara de Representantes por Bogotá de La U, Cambio Radical y del Partido Liberal. El que no vaya, queda fuera de la foto y nadie en vísperas de elecciones se va a permitir esa licencia. Por eso, se pronostica que todos los invitados irán.

Ellos se comprometerán en un documento cuya esencia es la construcción del metro, la Troncal de la Boyacá, la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), la renovación del Centro Administrativo Nacional (CAN), entre otras obras fundamentales para el desarrollo y la movilidad de la ciudad. En el Palacio Liévano argumentan que todo esto o bien ya están en estudio o ya se iniciaron. Sin embargo, con el acto de este jueves está claro que Santos se decidió a impulsarlas o realizarlas cuanto antes.

En el Gobierno Nacional hay evidente preocupación por la falta de gestión de Petro y decidieron arremangarse la camisa y empezar a trabajar sin más dilaciones. Esto en cuanto a lo concreto pero también desde la dirigencia de la Unidad Nacional llegan otros ecos que alimentan la discusión y debilitan a Petro.

Se afirma, por ejemplo, que hay alegría por la posibilidad de que personas cercanas al presidente como el general Óscar Naranjo o el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, puedan suceder a Petro tan pronto salga. Se asegura que ellos llegan con una hoja de vida en donde brilla la gestión precisamente la mayor carencia que se le achaca a Petro. Todos estos hechos han llegado acompañados del eco de las palabras de Vargas Lleras.

Hasta ahora entre la Casa de Nariño y el Palacio Liévano había una relación distante pero respetuosa. ¿Significa también que la relación Santos-Petro se romperá? La situación está muy sensible y es posible que eso pase. Son las réplicas de la entrada a la campaña de Vargas Lleras que ya empezó a hablar.