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POLÍTICA

Zuluaga se fortalece entre los escándalos

El 55 % de los ciudadanos dice que no van a cambiar su voto a pesar de las recientes denuncias. Análisis de Semana.com.

15 de mayo de 2014

Hace cuatro años muchos colombianos tuvieron la ilusión de que era posible construir un país en el que en política imperaran las buenas costumbres. Así se gestó el movimiento de la Ola Verde que, en cabeza del profesor Antanas Mockus, reivindicaba una breve y demoledora frase: “No todo vale”. “Se pueden alcanzar los resultados sin sacrificar los principios”, argumentaban aquellos soñadores. Los apabullantes resultados el día de las elecciones los despertaron.

No son tiempos para utopías. Para los colombianos, “todo sí vale”, “lo que sea”. Ahora, la mayoría ni siquiera piensa en cambiar su voto por el candidato de su preferencia, así esté inmerso en gravísimas acusaciones. Esto se desprende de la encuesta de la firma Cifras & Conceptos divulgado este jueves por Caracol Radio y Red + Noticias.

Ante la pregunta “¿Las denuncias publicadas recientemente sobre ‘la supuesta intermediación en la negociación con narcotraficantes’ y ‘el hacker del proceso de paz’ han cambiado su intención de voto?”, la mayoría, el 55 % de los encuestados, respondió que no. ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Acaso qué pasó?

El caso del candidato Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático, es el más llamativo. La encuesta fue realizada en la que se considera la semana más crítica para él. Se inició el domingo con una columna de María Isabel Rueda, en el diario El Tiempo, en la que lo acusó de haber favorecido, cuando era ministro de Hacienda, a su amigo José Roberto Arango y a Interbolsa, la firma financiera que colapsó por su manejo irregular. El martes fue arrestado por la Fiscalía un hacker de su campaña, Andrés Fernando Sepúlveda, sindicado de hacerle guerra sucia a la campaña de Santos y de interceptar ilegalmente los correos electrónicos de los negociadores del Gobierno en el proceso de paz en La Habana

El miércoles, el candidato uribista perdió una tribuna de uno de sus miembros más fuertes de su guardia pretoriana, el exministro Fernando Londoño, quien en su columna periodística responsabilizó, nada más y nada menos, al presidente y a su hermano Enrique del atentado contra su vida, por lo que el periódico lo sacó. Y luego, Luis Alfonso Hoyos, la mano derecha de Zuluaga en la campaña, renunció después de que se reveló una visita suya con el hacker al noticiero de RCN, para entregar una información que enlodaba a Santos con las FARC.

Algunos creerían que semejante cúmulo de hechos habría puesto a tambalear a la campaña y a su candidato. Pero no. “Lo que ocurrió, explica César Caballero, director de la firma Cifras y Conceptos, es que el candidato creció, se hizo más fuerte”.

Patricia Muñoz Yi, docente asociada de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, cree que esto se explica porque para buena parte de los electores que ya han tomado su decisión bien por razones partidistas, simpatía o afinidad con el candidato; reconocimiento de sus competencias, o lo que sea, asume “estos hechos como trampas, ataques, argucias o engaños de los contradictores políticos”. Por eso, considera, “pueden mantenerse en esa decisión previa de continuar apoyando al candidato.

Según la encuesta, en una primera vuelta Santos obtendría un primer lugar con una intención de voto del 27,7 %, seguido muy de cerca por el uribista Zuluaga, con el 23,9 %. Sin embargo, en una hipotética segunda vuelta, prevista para el 15 de junio, hay un empate técnico, aunque con victoria para Zuluaga, con el 34,2 % de intención de voto, unas décimas más que Santos, que perdería con el 33,6 %.

Lo paradójico es que, según la misma encuesta, Zuluaga sí tiene, para los colombianos, una responsabilidad en el caso del hacker. Si bien el 31 % lo excusa y cree que él asunto fue a sus espaldas, el 34 % cree que sí es el responsable. A pesar de eso, va a votar por él. Es más, Zuluaga es visto como víctima de esta situación y el 21 % de los colombianos considera que el caso del hacker es una guerra sucia originaria de la campaña de Santos.

Santos le ha reclamado a Zuluaga que no se esconda y que dé la cara por este escándalo, que salga de “la capa protectora de su mentor”, el expresidente Uribe. Pues bien, la imagen negativa de Santos aumentó considerablemente, mientras que la imagen positiva de Uribe creció.

Así es. Uribe tiene una imagen favorable del 50 % y desfavorable del 43 %; Santos, en cambio, en términos de imagen, está con el 36 % a su favor y el 61 % en contra.

Uribe ha sido supremamente efectivo en el manejo de las comunicaciones en estos días de crisis. Justo cuando el país miraba a Zuluaga por el caso del hacker, Uribe sacó la tesis de la hipotética entrega de dos millones de dólares a la campaña de Santos de hace cuatro años en la que ambos eran aliados. No ha mostrado ninguna prueba, ha ido a la Fiscalía, ha hablado de literatura alemana, ha tomado tinto, se ha mandado embetunar los zapatos, todo en medio de un tono amable, cordial, mientras reclama la falta de garantías por parte de la Fiscalía.

Él sabe que, por más graves que sean las denuncias, en Colombia la memoria es corta. Y por más grave que sea el escándalo, reina en una sociedad dispuesta a perdonar todo.

Victoria Elena González, coordinadora del énfasis de periodismo de la Universidad Externado, concluye: “Yo no creo. A la gente en este país en particular no le importa los malos comportamientos que tienen los candidatos. La gente no tiene conciencia para sancionar a un candidato por malas prácticas. Si se tilda de narcotraficante, paramilitar... a la gente no le interesa. Son como ráfagas, son cosas rápidas que simplemente alimentan las noticias”.

Para la catedrática, “la gente que está en contra de Zuluaga, por ejemplo, pone a circular esas noticias, pero los que están a favor justifican ese tipo de cosas. Somos un país en el cual la mayoría de la gente no le importa lo que tenga que hacer a fin de ganar las elecciones”.

¿Y cómo ven los candidatos todos estos escándalos? ¿Qué piensan ellos quienes son los que están expuestos por las acusaciones? “A los candidatos no les importa porque saben que eso no los va a afectar”, responde González.