Anillos olímpicos a las afueras del Cardiff City Hall.

LONDRES/FINANZAS

Efecto Olímpico

El Reino Unido espera que los Juegos, que costarán más de 15.000 millones de dólares, lo saquen de la recesión económica.

Gloria Valencia
14 de julio de 2012

El efecto de los Juegos Olímpicos sobre las economías siempre ha inquietado a economistas y académicos. Hay quienes piensan que la infraestructura que se construye para las competencias deportivas justifica los millonarios recursos que se destinan a estos eventos. Quienes los defienden sostienen que los juegos promueven el comercio, las exportaciones del país y especialmente el turismo, al generar un efecto muy positivo sobre la economía. Por el contrario, otros advierten que no está claro que los efectos económicos de las Olimpiadas, a corto o largo plazo, sean suficientes para cubrir los enormes presupuestos que se destinan para prepararlas. La historia ha mostrado que los resultados no siempre han sido los esperados.

Aunque los Juegos siempre despertarán inquietud por las enormes inversiones que demandan, no se puede negar que en el caso de los Olímpicos de Londres 2012 el interés es mayor, dada la crisis económica que azota al Viejo Continente. El Reino Unido, la economía más poderosa por fuera de la zona euro, entró en recesión por primera vez en dos años y el gobierno espera que el evento sirva de motor para la recuperación.

El tiempo dirá qué tanto se beneficiaron los británicos con unos Juegos que duran dos semanas y media. Por lo pronto, hay que decir que Londres ha invertido más de 15.000 millones de dólares, una cifra que si bien es casi cuatro veces la que ofreció Gran Bretaña en la licitación de julio de 2005, es significativamente menor de lo que invirtió China en los Olímpicos de Beijing: 37.000 millones de dólares.

Según el Comité Organizador de los Olímpicos las repercusiones económicas de Londres 2012, tanto en la ciudad como en el Reino Unido, son notables. Se han creado más de 50.000 empleos directos.

Una buena parte de la inversión se concentró en construir la Villa Olímpica, trabajo que comenzó en junio de 2008 y que estimuló esa industria de manera importante. Se edificaron 2.818 apartamentos en 11 sectores residenciales. También habrá comercios, restaurantes, servicios médicos y espacios de diversión.

Uno de los efectos de los juegos tiene que ver con la recuperación de los lugares donde se construyó el Parque Olímpico. Se trata de una antigua zona industrial que se transformó en un novedoso campo verde. Contiene espacios amplios con 4.000 árboles sembrados, más de 300.000 plantas de humedales, y un jardín con 120.000 plantas de 250 especies provenientes de diversas partes del mundo, que además creará un hábitat permanente para varias especies de aves. Una vez terminen los juegos, la Villa Olímpica se transformará en 2.800 nuevos hogares, de los cuales 1.379 serán de precios muy accesibles. También se incluirá un centro educativo con capacidad para 1.800 estudiantes de entre 3 y 19 años de edad.

Londres, ya de por sí una capital turística, espera que entre el 27 de julio y el 12 de agosto, que son los juegos, aumente en 40 por ciento los visitantes. Los pronósticos de los organizadores señalan que los juegos serán un polo que atraerá a la capital inglesa alrededor de un millón de turistas más por año, hasta el 2017. Esto representa un ingreso cuantioso en materia de consumo por parte de los visitantes.

Otro impacto importante será el ambiental. Se prevé que a las Olimpiadas y Paraolimpiadas de Londres 2012 asistirán 10,8 millones de espectadores procedentes de todos los rincones del mundo. El desplazamiento de estas personas hasta la capital británica supondrá unas emisiones de cientos de miles de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Sin embargo, antes de emprender sus viajes, todos los poseedores de entradas para Londres 2012 pueden adherirse a un programa ecológico que pretende compensar el perjuicio causado al medio ambiente por estos desplazamientos, de modo que se contrarreste su huella de carbono sin costo alguno para los propios viajeros.

Los juegos son también la oportunidad para promocionar a Londres como la capital empresarial del mundo. Por su ubicación es el corazón de Europa, pero es a la vez puente entre América y Asia. Es un paso obligado de comercio entre los dos mundos. La City de Londres es el distrito financiero más importante del planeta, líder en la provisión de servicios financieros y de conocimiento.

Como se ve, el Reino Unido se la ha jugado para que los Olímpicos sean memorables y de paso, espera que detengan la recesión económica en la que está el país. Si ayudan a mover la economía, será otra medalla que se cuelguen los británicos.
 
La otra apuesta

Pero no solo de medallas, atletas y escenarios deportivos se habla en Londres. Hay un tema que también está en la agenda del gobierno británico y que se ha convertido en prioridad de la política exterior del país. Se trata de la estrategia de estrechar los lazos de cooperación política, comercial e inversión con América Latina. Después de décadas de ausencia, el Reino Unido cree que este es el mejor momento para volver a pensar en la región y convertirse en su mejor socio.

El interés no es solo del gobierno, también del sector privado. Hace tres años, los empresarios británicos se preguntaban a qué ir a Latinoamérica. Hoy quieren saber por dónde empezar. En esta apuesta, Brasil, México, Chile, Perú y Colombia son los países donde se vislumbran mayores oportunidades para profundizar y estrechar lazos. Infraestructura, minería, energía y agroindustria son áreas que despiertan interés entre los inversionistas británicos.

Con la crisis europea, Gran Bretaña sabe que tiene que ampliar sus horizontes comerciales y qué mejor que virar hacia una de las regiones con mayor potencial de crecimiento del planeta. En este sentido, el gobierno británico compite por otra medalla: convertirse en el gran socio de América Latina.