Zara Phillips, la nieta mayor de la reina de Inglaterra competirá en Londres 2012. | Foto: AP

LONDRES 2012

Londres 2012: la realeza que se quita la corona para competir en los Olímpicos

Y el ganador de la medalla de oro olímpica es el heredero al trono. Podría ser un premio honorífico pero le pasó al príncipe de Noruega y futuro rey, Olav V, en la prueba de navegación a vela de 1928. No es el único miembro de la realeza que participa en los Juegos Olímpicos, en Londres varios nobles saltarán a las competencias.

Alianza BBC
27 de julio de 2012

Zara Phillips, por ejemplo, la nieta mayor de la reina Isabel II de Inglaterra y prima de los príncipes William y Harry, es una de las titulares del equipo de equitación del Reino Unido.
Habitual de ceremonias reales y protocolos, Zara, de 31 años, ha combinado desde pequeña su abolengo con los caballos.

En 2008 participó en los Juegos Olímpicos de Pekín montando su caballo Toytown con el que había ganado el Eventing World Champion y el Campeonato Mundial en Aquisgrán en 2006. Ese mismo año fue votada como deportista del año de la BBC.
 
Su espíritu deportivo viene de su madre Ana, hija de la reina, y su padre, Mark. La princesa participó en el equipo ecuestre británico que estuvo en los Juegos Olímpicos de Montreal (1976) mientras que su esposo ganó la medalla de plata en los de Seúl (1988).

En Londres tendrá una dura rival con el mismo pedigrí: la princesa Nathalie de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, sobrina de la reina de Dinamarca. En Pekín Nathalie ganó la medalla de bronce. Ambas deportistas son primas lejanas.

Al tirar del hilo real se llega a otro continente, a países como Arabia Saudita o los Emiratos árabes que también tienen a miembros de la realeza en los equipos olímpicos.

Casada con el gobernante de Dubai, la princesa Haya de Jordania, participó en las pruebas ecuestres de Sidney (2000) pero luego se retiró para preparar algunos de los caballos de carreras más exitosos del mundo.

Este año no competirá pero sus primos sauditas Faisal Alshalan y Abdullah bin Mitleb sí.
"Es bueno que nos subestimen", le dijo Alshalan a la prensa de su país después de anunciar su segunda participación en las prueba de equitación de unos Juegos Olímpicos.

Otras familias, otros deportes

La realeza no sólo se atreve con la equitación olímpica, también están los deportes náuticos como los que práctica la familia real española o las carreras de trineo de los juegos de invierno que suele tener una representación del Principado de Mónaco.
 
El príncipe Alberto compitió en cinco juegos consecutivos, de 1998 a 2002, como parte del equipo de trineo aunque no ganó ninguna medalla.
 
Mientras competía su futura esposa Charlenne, la atlética sudafricana que desde hace poco debuta como princesa, representaba a su país en el equipo de natación que participó en los Juegos Olímpicos de Sidney.

La familia real española, al igual que la monegasca, tampoco ha ganado ninguna medalla a pesar que desde los años setenta participan suelen participar en las citas olímpicas.
Y es que aunque la realeza no suele pisar el medallero si ha jugado un papel fundamental en la organización de los Juegos Olímpicos.

La monarquía griega, ya desaparecida, estuvo involucrada en la instauración de las primeras olimpiadas de la modernidad a finales del siglo XIX.

El príncipe Constantino de Grecia, no obstante, tío del duque de Edimburgo, ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma (1960) en las pruebas de navegación a vela. Cuatro años después se coronó como rey pero sólo por un tiempo, en 1973 la monarquía griega fue abolida.