La imagen, sin duda, es particular. El presidente, ataviado con casco blindado y chaleco en medio de la espesa selva chocoana. Eso fue lo que ocurrió en la mañana de este miércoles cuando Juan Manuel Santos acompañó a las tropas de Ejército y Policía, a una operación contra la minería ilegal.Su imagen llamó la atención pues, a pesar del gigantesco dispositivo de seguridad, Santos optó por usar estos elementos como medida de protección adicional.No es la primera vez que el mandatario, dependiendo de la situación o el lugar donde se encuentre, opte por adaptarse a lo que está ocurriendo en el momento.Es así como se ha visto manejando un camión en la inauguración de una planta automotriz, montando bicicleta con uniforme, oliendo una paca de marihuana, durante un decomiso o sentado en pijama leyendo el periódico en una casa de interés prioritario.