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CORRUPCIÓN

El súper curador

El curador urbano de Cartago (Valle) no ha sido destituído aunque tiene una orden de captura y fue condenado en segunda instancia. Lo absurdo del asunto es que aunque sigue prófugo de la justicia, él podría designar su sucesor.

21 de abril de 2010

Muchos creyeron que el pasado miércoles 7 de abril era el final de una cadena de escándalos e irregularidades alrededor del concurso de méritos para la elección del curador urbano de Cartago.

El motivo para semejante optimismo corría por cuenta de un fallo de segunda instancia en el que un magistrado del Tribunal Superior de Buga condenó a siete años de prisión y una multa de cien millones de pesos contra Luis Amado Bedoya Henao, el curador urbano de Cartago elegido en febrero de 2007 para un periodo de cinco años, en medio de denuncias por supuestas falsedades.

En efecto, los delitos que le endilgó el magistrado fueron fraude procesal y falsedad en documento privado y de inmediato impartió la orden de captura y su reclusión en un centro carcelario. (ver fallo)

El alivio que sintieron muchos cartagüeños con el fallo surge porque el concurso del curador hace parte de una cadena de actos de corrupción que ocurrieron durante el malogrado gobierno del destituido alcalde Luis Alberto Castro Ocampo, acusado por la Contraloría de la defraudación de al menos 1.200 millones de pesos y que fueron descubiertos gracias a una investigación del diario El País de Cali. (ver trabajo periodístico)

El descaro de ese concurso fue de tal magnitud que el entonces secretario de Infraestructura del municipio, Ancizar Bedoya Henao, hermano de Luis Amado, le otorgó certificaciones de experiencia con presuntas falsedades.

En su momento, la Fiscalía Nacional Anticorrupción inició una gran investigación por todos esos hechos ocurridos en Cartago, pero el proceso misteriosamente se engavetó.

Desde el fallo de condena de hace dos semanas, al curador Bedoya Henao no se le ha visto en la sede donde funcionaba su despacho pero varias fuentes consultadas por este medio precisaron que su secretaria continuó recibiendo solicitudes de licencia para construcción. Es decir, el curador siguió laborando desde la clandestinidad.

Pero más allá de los aspectos legales de su condena, que cuenta con el recurso de casación, sorprende que el principal afectado por los delitos que motivaron la sanción judicial al curador en ejercicio, esté hoy en la calle suplicando que alguna autoridad le devuelva su derecho vulnerado durante el concurso de mérito en el que superó con creces al señor Bedoya Henao.

Se trata del también ingeniero civil Benjamín Agrado Restrepo. Él, junto a su padre, el abogado Jorge Agrado, emprendieron la batalla jurídica desde el mismo instante del concurso, cuando advirtieron que fue manipulado no sólo con certificaciones falsas, sino además “con ayudas terrenales”, dijo el abogado.

Con un simple ejercicio matemático consistente en la sumatoria de los años de experiencia, demostraron a cuanta autoridad se les atravesó, que el aspirante Luis Amado Bedoya Henao “aún aceptándole las certificaciones falsas que acreditaban experiencia, no cumplía con el mínimo de diez años para ser elegido curador”, dijo el abogado.

Mientras reclamaban sus derechos primero ante el entonces alcalde de la época y luego ante el juzgado Segundo Penal del circuito de Cartago, cuya jueza absolvió al señor Bedoya Henao de los delitos que hoy ratifica un magistrado, se venció el periodo de dos años que tenía a Agrado Restrepo en la lista de elegibles para ser designado como curador.

Esa situación es la que tiene al municipio de Cartago en una encrucijada que algunos creen se inclinó hacia el curador prófugo de la justicia. Nelly Mejía, asesora jurídica de la Alcaldía, explicó que no han tomado decisiones porque se encuentran en consultas. “Es un caso atípico en el que tenemos muchas dudas”, dijo.

Añadió que lo primero que hicieron fue pedir una notificación oficial de la condena que falló el Tribunal. “Sabemos por oídas que el curador tiene una orden de captura, pero nosotros no hemos sido notificados del fallo de segunda instancia”, precisó, tras aclarar que el siguiente paso será nombrar un curador provisional, pero mientras se surten los trámites legales “rige la suspensión temporal de licencias para construir.”

Lo absurdo de la norma que expone la señora Mejía es que el reemplazo provisional del curador debe salir del equipo de profesionales que laboran junto al curador actual, “siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos de experiencia que exige la Ley para ser curador”, aclaró la funcionaria.

Dicho en palabras crudas, el señor Bedoya Henao se hizo elegir curador con falsedades y pese a ello tiene la opción de designar a su reemplazo, mientras que su contra parte, el ingeniero Agrado Restrepo, quien sí ganó en franca lid el concurso, sigue sin trabajo.

El tema es tan complejo, que funcionarios del Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, actualmente estudian con lupa el tema para dar un concepto al respecto, en vista de las consultas que le fueron elevadas por los interesados.

Mientras se conoce ese concepto, Cartago se convirtió en el único municipio del país con curador urbano prófugo de la justicia y tan atornillado a ese cargo que la Alcaldía estudia la posibilidad de abrir una segunda curaduría.