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Parientes de colombianos muertos en Venezuela niegan que fueran 'paras'

Autoridades de Caracas han dicho que tienen indicios de la pertenencia de los jóvenes a estos grupos, pero sin dar detalles.

28 de octubre de 2009

Parientes de ocho colombianos muertos en Venezuela reclamaron el miércoles premura en determinar las circunstancias en que fallecieron y rechazaron versiones del gobierno en Caracas apuntando a que las víctimas serían paramilitares.

El sábado, las autoridades venezolanas confirmaron el hallazgo de 10 cuerpos, ocho de ellos de colombianos, un peruano y un venezolano, muertos a tiros por desconocidos en una zona del estado Táchira, en la frontera con Colombia.

Autoridades de Caracas han dicho que tienen "indicios" de que el grupo podría ser de paramilitares, pero no han dado detalles.

El comandante de las fuerzas militares colombianas, general Freddy Padilla, aseguró en la jornada que aunque Bogotá ha ofrecido a Venezuela su colaboración en las investigaciones de la masacre, tal cooperación no se ha concretado.

"Se han hecho todos los ofrecimientos, desde el punto de vista de la colaboración institucional, para permitir, si de esa manera lo aceptan los venezolanos, colaborar en las investigaciones", dijo Padilla. Pero, "hasta ahora esta colaboración no se ha dado", agregó el oficial a reporteros.

Los cuerpos de los ocho colombianos fueron repatriados desde Venezuela pasada la medianoche del lunes y permanecen en la morgue de Cúcuta, población colombiana en la frontera, donde se les practican exámenes de necrología para su entrega a parientes.

"No tenemos nada que ver con el paramilitarismo, mi sobrino era un muchacho trabajador y queremos que eso quede claro", dijo Jairo Bello, tío de Michael Bello, de 18 años, uno de los ocho muertos.

"En cuanto a los hechos (sobre cómo fallecieron o a manos de quién) no hemos sabido absolutamente nada", agregó en diálogo telefónico desde Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander y a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá.

Indicó que el joven tenía algunos meses en Venezuela donde había marchado en busca de trabajo y laboraba como vendedor ambulante de maní.

Por su parte Javier López, hermanastro de Manuel Junior Cortez, sobreviviente de la matanza, dijo que Cortez se recupera satisfactoriamente de un herida de bala en la cara y que permanece en un hospital militar en Caracas.

Agregó que no ha hablado directamente con Manuel Junior, sino que tiene contacto telefónico con otro hermano y su madre, que se desplazaron a la capital venezolana para acompañar al herido.

"Ellos dicen que quieren regresar (a Colombia), que están inquietos con estas versiones de paramilitarismo", dijo López telefónicamente desde Cúcuta.

AP.