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Magistrada María Mercedez López, Presidenta del Consejo Superior de la Judicatura. | Foto: Juan Carlos Sierra

POLÍTICA

“Por encima de todos los poderes está el Estado”

María Mercedes López, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, habló con Semana.com sobre las tensiones entre el gobierno y las cortes. Pide que no se sacrifique la verdad en nombre del respeto.

César Paredes
21 de mayo de 2009

El reciente nombramiento de María Mercedez López como presidente del Consejo Superior de la Judicatura (CSJ) pasó sin mucho ruido. Sin embargo su nombramiento será clave para terciar en los choques entre el gobierno y las Altas Cortes.
 
Además de estar al frente del CSJ, López es la presidenta de la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial (integrada por los presidentes de las Altas Cortes, el Fiscal y voceros de los trabajadores de la Justicia), la cual le exigió con vehemencia al gobierno en una carta, que le de a los magistrados explicaciones satisfactorias sobre el escándalo de los seguimientos y 'chuzadas a los magistrados.
 
El nombramiento de esta mujer conservadora, sorprendió a los magistrados del CSJ. Los 13 magistrados que integran esta corte la eligieron por ser la de mayor reconocimiento por su trayectoria en la rama. El año pasado fue elegida para integrar la Sala Disciplinaria del CSJ.

 Nació en San Pablo, un corregimiento de Santa Rosa de Osos, Antioquia. Es hija de un telegrafista, Miguel Ángel López y de Nidia Mora a quienes atribuye sus logros. Lleva 17 años trabajando en la Rama Judicial, de los cuales los últimos seis han sido en el Consejo Superior de la Judicatura (CSJ), donde empezó como magistrada auxiliar. López es egresada de la Universidad Autónoma Latinoamericana, en donde estudió, según cuenta, con mucho esfuerzo.

A propósito de su nuevo papel, Semana.com habló con la jóven magistrada.

Semana.com: ¿Quién es María Mercedes López?

María Mercedes López: Una colombiana que se ha esforzado por estudiar y por no dejar en el camino sus principios.

Semana.com: ¿Cómo fue el proceso de su nombramiento como presidente del CSJ, al parecer inesperado?

M.M.L.: Creo que el diálogo ayudó mucho. Al principio fue complicado porque había muchos aspirantes con legitimidad. No obstante, mis compañeros consideraron la experiencia, la aceptación de las demás cortes y que no he tenido ningún cuestionamiento, argumentos que motivaron su decisión.

Para nadie es desconocido que al CSJ han tratado de dejarlo sin vida. Ha recibido muchos ataques. Era importante nombrar una persona a la que no le encontraran tacha en su hoja de vida.

Semana.com: ¿De dónde provienen esos embates al CSJ?

M.M.L.: Desde que nació, con la Constitución del 91, el CSJ ha tenido defensores, pero también quien lo ataque y considere que no debe existir. Una de las razones es que aquí se revisan las tutelas y se niegan o se conceden en derecho, lo que provoca choques de trenes con otras cortes.
 
No falta quien se incomoda. Pero vale la pena rodear el Consejo Superior de la Judicatura que cumple dos importantes funciones desde la Sala Disciplinaria y la Administrativa.

Semana.com: Sobre los choques de trenes, no se entiende por qué una decisión de una corte puede ser revisada por otra si alguien decide interponer una tutela. ¿Cuál es su propuesta para que haya claridad jurídica y no se creen confusiones?

M.M.L.: Nosotros, como jueces constitucionales tenemos el deber de conocer y fallar esas tutelas. No hacerlo sería denegar justicia.

La solución es que cada corte asuma el conocimiento de las acciones de tutela que se interponen frente a sus propios fallos, como lo han hecho algunas salas de la Corte Suprema. Eso ayuda a evitar los choques de trenes.

Sin embargo sí creo que la revisión de tutelas debe hacerse con más prudencia. Al final, la corte de cierre en la revisión de casos sobre derechos fundamentales, es la Corte Constitucional, por lo tanto si nuestro concepto no es el mejor, o no es de recibo de otra corte, la Corte Constitucional dirime el conflicto.

Lo que no se puede, por ningún motivo, es decirle al ciudadano que no puede interponer una acción de tutela.

Semana.com: Otra crítica que ha recibido el CSJ es que su Sala Disciplinaria se ha convertido en un fortín político. La razón es que la integración de esta sala ha sido de ternas propuestas por el gobierno y elegidas por el Senado. ¿No cree que se debería cambiar el mecanismo de elección de los magistrados?

M.M.L.: Es posible que una de las razones para las críticas al CSJ sea su origen. Pero guardando las proporciones, si uno mira el mecanismo de elección de la Corte Constitucional es parecido.

El problema no está en el origen, el problema está en cortar el cordón umbilical para que la Sala disciplinaria actúe con independencia.

No obstante, si se revisa la forma como se integra la terna, podría dar más garantías de imparcialidad, por ejemplo, si en esa terna participan las demás cortes se elevaría el perfil judicial.

Semana.com: La integración de la Sala Disciplinaria estuvo salpicada de cuestionamientos por los antecedentes de algunos magistrados. ¿Usted considera que hubo equivocaciones en sus postulaciones?

M.M.L.: La labor que nosotros hacemos acá, por encima de lo que sea, tiene que expresar moral pública. Lo ideal es que ninguno de los magistrados que estamos sea cuestionado en su ética, ni honorabilidad. A mí me queda imposible emitir un juicio sobre mis compañeros, porque no es correcto.

Si hay algún reparo sobre las hojas de vida, no solo de los magistrados sino de cualquier funcionario, la responsabilidad recae sobre quienes integran las ternas. Creo que les ha faltado cuidado y ellos tienen la misma responsabilidad, o mayor, para que se elijan a los mejores ciudadanos en las Altas Cortes para dar fe de la moral pública que el cargo requiere.

En el Consejo Superior falta el nombramiento de un magistrado es una buena oportunidad para que quienes postulan la terna lo hagan con responsabilidad con la justicia.

Semana.com: Usted llega a ser la Presidenta de la Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial. ¿Cuáles van a ser sus retos?

M.M.L.: Ese cargo es una enorme responsabilidad, más en estos momentos donde dos poderes están en tensión por cuenta de las famosas ‘chuzadas’. Ahí entro a jugar un papel fundamental, no solamente yo, sino la Comisión Interinstitucional. Para quienes creemos en el Espíritu Santo estaremos pegaditos de él para que nos de luces y tengamos presente que no se trata de un poder contra otro, sino que este, es un Estado, y por encima de cualquier poder está el Estado.

Cuando la situación es tan grave exige mucha más ponderación, más diplomacia, más prudencia.

Semana.com: ¿Cuál es su opinión sobre lo que está pasando?

M.M.L.: Cuando se está manejando un patrimonio público, que es lo que nosotros hacemos, hay que ser muy prudentes, calmados, ponderados y sentarse a pensar dos veces cómo se hacen las cosas. Siempre he creído que el diálogo ayuda muchísimo. Un diálogo directo es importante. En ocasiones la gente hablando del respeto omite la verdad. La invitación que hago es que en aras del respeto no se sacrifique la verdad. Siempre hay que tener presente que lo que administramos aquí es algo que no es propio, es posible que nos equivoquemos, pero no podemos llevarnos al Estado por delante.

Semana.com: ¿Reclama usted la independencia de la rama judicial?

M.M.L.: No sólo de la Rama, sino de los tres poderes. Deben articularse, el objetivo es común. Aquí no estamos trabajando por Venezuela, lo estamos haciendo por Colombia. En la articulación es en lo que hemos fallado. Aquí hay cosas por hacer, pero se requiere de la voluntad de todos.

Semana.com.: Si hubo interceptaciones, ¿usted qué pide?

M.M.L.: Yo no quiero dar declaraciones en ese aspecto. Sólo soy vocera del CSJ. La Comisión Interinstitucional de la Rama es la que fija las políticas. De ahí sí salen los pronunciamientos.