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Desde la cárcel La Picota, Nicolás Castro le envió un mensaje a Jerónimo Uribe. | Foto: Guillermo Torres

Entrevista

"Que Jerónimo diga si es justo que yo esté en la cárcel": Nicolás Castro

El universitario acusado de hacer una convocatoria en Internet para asesinar a Jerónimo Uribe le envía un mensaje al hijo del Presidente y revela detalles inéditos de su caso.

Por José Monsalve, periodista de SEMANA
19 de febrero de 2010

Nicolás Castro fue un universitario anónimo hasta el pasado dos de diciembre. Ese día, después de varios meses de pesquisas, fue detenido y presentado por las autoridades como el creador de un grupo virtual cuya consigna era “Me comprometo a matara a Jerónimo Uribe, hijo de Álvaro Uribe”. De inmediato su nombre ocupó los titulares en todo el país y su caso abrió un debate que está lejos de agotarse. La Fiscalía lo acaba de acusar formalmente de instigamiento para delinquir y podría ser sentenciado a varios años de prisión. Está recluido en la cárcel La Picota, donde recibió a Semana.com para hablar de su laberinto jurídico.
 
Semana.com: ¿Cuáles son las condiciones de reclusión?
N.C.:
Estoy en patio de funcionarios públicos, sobre todo hay policías, políticos y gente del DAS. Me enviaron ahí por asuntos de seguridad. Por las mañanas el conteo de los internos se hace rápido y sin complicación y durante todo el día tenemos acceso a los patios y pasillos. Los internos tiene un grado de formación que permite tener una buena convivencia.

Semana.com: ¿Cuál es su rutina?
N.C.: Trato de levantarme antes de las siete. Los guardianes revisan que todo esté en orden. Desayuno y luego trato de intercalar varias actividades: leer, dibujar, hacer deporte o encontrar una película en la televisión. Ahora se organizó un torneo de microfútbol y ahí estoy. Por las noches estudio o llamo y converso con amigos.

Semana.com: ¿Qué es lo que más lo ha impactado del encierro?
N.C.: Cuando se está afuera el mundo es inabarcable. Los límites estaban fuera de mi campo de acción. Acá pasé a vivir en un microuniverso donde los límites son los muros. ¡Uno siempre tiene muros al rededor! Ya no hay un horizonte abierto. El encierro lo hace sentir a uno vetado. Anulado. Es difícil de sobrellevar. Es angustioso. Hay una sensación de zozobra, como de estar perdiendo la vida y uno acá encerrado sin poder hacer nada. Se está en manos del abogado, el fiscal y la juez, mientras que uno tiene que guardar silencio. Lo que hace a una persona partícipe de una sociedad es la posibilidad de manifestarse y si uno tiene que guardar silencio pues desaparece.

Semana.com: ¿La cárcel resocializa?
N.C.:
El encierro no me está aportando nada positivo. Nada respecto a como yo asumo las cosas. Veo que la mayoría de presos difícilmente van a resocializarse. La mayoría del tiempo están compartiendo sus maneras de delinquir y encontrando nuevas formas. Nadie siente acá que saldrá a revivir sus espacios cotidianos sino que se va a cargar con el estigma de haber sido preso y que nadie le ofrecerá un trabajo, alguna oportunidad. El encierro no reconvierte a los individuos para que puedan reintegrarse a la sociedad. El objetivo no debería ser el castigo sino lograr que la persona pueda superar el mal proceder para que pueda reintegrarse a la sociedad como un miembro positivo.

Semana.com: Su lío judicial arranca porque en Internet apareció un grupo virtual que creó alguien que se identificó como ‘El cuervo del Salado’. Desde allí se formuló una amenaza a Jerónimo Uribe ¿qué participación tuvo en ese grupo?
N.C.: Yo conocí la existencia del grupo, pero siempre pensé que eso no tenía ningún tipo de seriedad. Me vine a preocupar cuando vi la noticia de que la Policía estaba investigando, pero siempre estuve dispuesto a contar lo que yo sabía. Frente a los cargos que la fiscalía me imputa me declaro inocente. Luego se publicó una conversación confusa, cosas que yo no pude haber dicho, porque yo sé cómo hablo, todos esos elementos son confusos, no tienen la contundencia para decir que yo hice una cosa o la otra.

Semana.com: Usted se refiere a un chat que las autoridades encontraron en el computador que le incautaron. Según la fiscalía, en esa conversación usted acepta ser el creador del grupo ‘El cuervo del Salado’ y con palabras de alto calibre revela odio por Jerónimo Uribe ¿Cree que esa conversación fue manipulada?
N.C.:
No lo puedo asegurar pero me queda la inquietud de que no tuvo un manejo adecuado. Frente a la posibilidad de que no tengan ninguna prueba en mi contra se trata de darle gravedad a esa conversación para poder justificar lo que me están haciendo. Como no hay otro tipo de prueba distinta a esa conversación, la manipulan e interpretan de una manera exagerada. La fiscalía obtuvo muchas conversaciones mías con distintas personas pero sólo sacaron esta a relucir. Están haciendo una interpretación tendenciosa de lo que se dice ahí. La veracidad del contenido será algo que determinará la juez.

Semana.com: En ese chat se lee en los primeros párrafos, “ese grupo lo hice yo, esa cuenta de Cuervo de El Salado era mío”, ¿esa frase es suya?
N.C.:
En este momento es muy complicado decir qué fue lo que hice o no, porque es parte de un proceso judicial. Estoy seguro de que hay cosas que no corresponden a los hechos. Yo sé hasta qué punto tengo que ver con este asunto, y sé que realmente no estaba instigando a cometer ningún homicidio.

Semana.com: ¿Usted es el autor del comentario firmado por ‘Nicolás’, en el que se descalifica a Jerónimo y se asegura que él explota laboralmente a indígenas?
N.C.:
Yo sé que visité el grupo y que hice un comentario escueto con un lenguaje inapropiado, por cosas que uno escucha. Pero de ahí a inferir que yo estoy conspirando para intentar asesinar a una persona es algo muy complicado, hay mucho camino entre una cosa y la otra.

Semana.com: ¿Reconoce que cometió un error?
N.C.: En un momento de exaltación en el que uno tal vez considera conjeturas que escucha sobre Jerónimo Uribe uno puede manifestar una opinión agresiva producto de esa exaltación. Hay momentos de ira en los que uno piensa que algo es injusto. Tuve cierta molestia y no la supe enfocar. Dije cosas de las que me arrepiento en este momento. Todos cometemos errores. Respecto al comentario reconozco que usé un lenguaje inapropiado.

Semana.com: ¿Cómo llegó a ese grupo de Facebook desde donde se formularon las amenazas?
N.C.: Jerónimo Uribe es un personaje, al ser hijo del presidente está en contacto con muchas cosas. El grupo apareció dentro de alguna búsqueda que yo realicé.

Semana.com: No es ningún delito hacer cualquier consulta en Internet pero ¿qué lo motivaba a consultar páginas proclives a organizaciones armadas?
N.C.: La fiscalía no ha precisado nada, siempre se queda en declaraciones muy generales. Dicen que visité rebelion.org, una revista virtual que según ellos apoya a grupos terroristas, pero para mí es una plataforma donde se manifiestan opiniones. Es una revista y punto. Y lo mismo con cualquier otra consulta que haya hecho, lo hacía por investigar. Las Farc aún están vigente, es un grupo que está generando víctimas, conocer el trasfondo de esos grupos y entender qué los motiva a actuar de esa manera es una inquietud apenas comprensible para un universitario. Hice esas consultas para tratar de comprender qué es lo que pasa en el país.

Semana.com: ¿Es militante o simpatizante de algún movimiento político?
N.C.:
No he encontrado un partido o una ideología que me represente a mí con mis posiciones.

Semana.com: ¿Considera válida la lucha armada?
N.C.: No. Me parece que las guerrillas lo que han logrado es estigmatizar cualquier posición crítica o reflexiva frente al Estado. Cualquier cosa que se diga frente al Estado se asume como una posición revolucionaria, y pasa uno a ser visto como un guerrillero, como un violento. Creo que es supremamente negativo lo que ha hecho la guerrilla a lo largo de estos años, han esparcido violencia y han atropellado al pueblo. Son gente encerrada en su manera de ver las cosas e incapaces de observar la posición divergente de los otros y tienden a atropellar y matar a inocentes. No han conseguido nada distinto que desangrar el país.

Semana.com: ¿Qué opina del gobierno de Álvaro Uribe?
N.C.: No sé hasta qué punto Uribe es la persona beligerante y guerrerista que han pintado, pero yo no comparto los excesos. Me parece errado combatir por medio de la violencia la crisis social que tenemos. El presidente ha intentado resolver la guerra por los medios que él considera apropiados. Yo disiento en esa visión. Él es un ser humano con errores y aciertos. Y creo que el que acierte o no depende también del silencio que los ciudadanos mantienen frente a esas políticas. Los ciudadanos deben manifestarse.

Semana.com: ¿Cuáles son sus sentimientos hacia Jerónimo Uribe?
N.C.: Antes de todo este asunto no sabía muy bien quién es él. Escuchaba muchos rumores negativos pero no se si es verdad. Creo que está en una posición muy difícil por ser hijo del Presidente. Todo el tiempo está en tela de juicio y a toda hora la gente juzga sus acciones, eso es terrible. Independiente de si se equivoca o no es una posición difícil.

Semana.com: ¿Usted cree que está en la cárcel por cuenta de Jerónimo?
N.C.: No. No por voluntad directa de él. Creo que estoy acá por voluntad de otras personas. Él participa de todo esto como víctima de unas amenazas y tiene todo el derecho de intentar esclarecer eso. Pero no lo está consiguiendo porque esto ha tomado un rumbo distinto al de hacer justicia.

Semana.com: ¿Qué mensaje le envía?
N.C.:
Le hago un llamado para que se involucre mucho más en este asunto y para que trate de determinar qué está pasando. Le pido que tome partido y diga si le parece justo o no todo esto que me está sucediendo a mí. Según lo plantea la fiscalía este es un asunto entre él y yo. Se cree que yo hice las amenazas de las que él es víctima, entonces le pido que fije una posición, que diga qué le parece todo esto. Que diga si realmente cree que se está haciendo justicia. Hasta ahora lo único que he escuchado de él es un comunicado muy escueto que salió en los medios según el cual él no quiere complicar mi situación y que esperaba que pronto regrese a mi vida normal, pero hasta ahora eso no ha sucedido. Le pido que se manifieste.

Semana.com: Después de que hicieron los allanamientos pasaron un par de meses hasta que lo detuvieron, ¿usted en ese tiempo no trató de solucionar el asunto?
N.C.:
Nos presentamos a la fiscalía en varias ocasiones, pero el fiscal nunca quiso hablar conmigo, nunca nos prestaron atención. Nunca quisieron encontrar una solución distinta que no fuera detenerme en una cárcel, esa ha sido una de las grandes injusticias que no he entendido. Por qué me dan un trato tan agresivo, tan duro, si yo siempre me presenté, estuve dispuesto a colaborar con la justicia. La captura fue muy irregular. La Policía no se identificó, se presentaron dos mujeres, salí a la calle a ver quiénes eran y en ese momento empezó un operativo gigantesco, y no entiendo para qué hacen esas cosas si me estuve presentando a la fiscalía voluntariamente.

Semana.com: Luego de su detención, se habló de un preacuerdo con la fiscalía ¿por qué no se pudo llegar a eso?
N.C.:
El fiscal me propuso un acuerdo. Dialogamos con él, propuso unas cosas, que prácticamente producían mi libertad. Yo estaría libre en 15 días más o menos. Proponían que me declarara culpable en ciertas cosas, eso me incomodó porque no quería ser declarado culpable de algo que no había hecho. Yo cedía en el afán de salir libre, me angustiaba seguir sometiendo a todo esto a mi familia. Después examinamos con mis abogados el documento y hubo un cambio entre lo que se habló y lo que salió escrito.

Semana.com: ¿Usted cree que todo esto es un montaje?
N.C.:
La fiscalia ha cambiado mucho de posición, primero decían que yo no era terrorista, luego dijeron que sí, y ayer tuvieron que decir que no había ningún caso de terrorismo. No sé porque estoy metido en una cárcel sin que haya un sustento sólido para actuar en mi contra. No veo elementos probatorios contundentes. No sé cuál es la motivación. No sé hasta qué punto pueda ser un montaje o si corresponde a voluntades ajenas del proceso.

Semana.com: En Internet se registran en todo momento amenazas pero no se conoce de muchas situaciones que deriven en procesos judiciales ¿Qué opina de eso?
N.C.:
Eso genera un ambiente de conjeturas, qué puede ser lo que está motivando este caso. Si quieren sentar una posición de hacer control en Internet, que no pareciera, porque si fuera así estarían judicializando a las demás personas que han emitido amenazas con nombre propios, y aún así la fiscalía no ha procedido con ellos de ninguna maneras. A mí no me queda claro por qué conmigo se toma toda esta gravedad y por qué con las otras amenazas no hay otro tipo de investigación.

Semana.com: ¿Qué piensa hacer cuando todo este asunto concluya?
N.C.:
De alguna manera soy una figura pública y hay gente que me ha manifestado apoyo. Esa solidaridad puede que me abra puertas en algunos campos. El que más me interesa es el académico, quiero continuar estudiando. Y a la par con eso me gustaría poder hacer propuestas en el campo político. No sé desde qué escenario pero me parece interesante.

Semana.com: ¿Piensa en la posibilidad de pasar varios años en la cárcel?
N.C.:
Si pasara eso creo que sería la continuación de algo que considero una injusticia. Sería injusto porque soy inocente. Si me condenan sería simplemente terrible.

Semana.com: ¿Qué está leyendo por estos días?
N.C.:
Vigilar y castigar del filósofo Michael Foucault. El libro habla de todo este asunto de las cárceles, del impartir justicia y de cómo se vigila a las personas. También estoy leyendo El Proceso, Kafka. Leo mucho sobre todo este asunto del aparato de impartir justicia.