El moderno camión fue donado por una organización internacional. Pero no puede ser nacionalizado en Colombia porque es un vehículo usado. Toda una odisea ha sido cambiar a 'El Chavo', el viejo camión. | Foto: Foto: Cortesía Municipio

LÍNEA CIUDADANA

¿Una donación? No, gracias

Con mucho esfuerzo, San Sebastián de Buenavista, un pequeño pueblo de Magdalena, logró que le donaran un moderno camión de recolección de basura. Pero ahora la ley los obliga a sacarlo del país y volverlo a entrar cada año porque un extraño vacío jurídico prohíbe nacionalizarlo. En otro municipio no pudieron aceptar un carro de bomberos.

Juan Esteban Mejía, periodista de Semana.com
4 de septiembre de 2008

A veces Colombia encarna historias macondianas, como la que está pasando en el municipio San Sebastián de Buenavista, en Magdalena.

El escenario de la sorprendente historia es un pequeño y caluroso pueblo ubicado a 315 kilómetros de Santa Marta donde viven cerca de 20 mil personas y a donde no ha llegado el asfalto. Ninguna de las vías que sirven para recorrer los 413 kilómetros cuadrados del municipio está pavimentada.

Lo que sí les sobra a sus pobladores son las intenciones de tener el pueblo limpio que vienen desde tiempo atrás. Hace 16 años, el alcalde de la época, Luis Carlos Bruges, le enseñó a la gente a sacar las basuras en costales para que la recogiera ‘El Chavo’, un camión viejo que tenía el municipio.

San Sebastián de Buenavista ha sido un ejemplo en el cumplimiento de las leyes que regulan a nivel nacional el manejo de los desechos y que además establecen que el servicio de aseo es responsabilidad de las alcaldías. A éstas les corresponde encargarse eficientemente de la recolección, transporte, aprovechamiento y disposición final de los desechos.

“Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano”, según la Constitución. Y las leyes ordenan que tal efecto debe propiciarlo el Estado gestionando los recursos que permitan prestar el servicio.

Un ambiente limpio no es un capricho estético. Los deshechos mal dispuestos degradan el ambiente, atraen plagas como ratas, cucarachas y pueden causar enfermedades como peste bubónica, rabia, tifus, dengue, fiebre amarilla, o enfermedades digestivas. Además las basuras acumuladas generan gases que dañan la piel y ocasionan alergias, irritación en los ojos y daños en la vista y el olfato.

Para ponerse al día con los estándares ambientales y evitar problemas de salud en su gente, el año pasado el entonces alcalde, Chedith Enrique Paba, decidió cambiar el desvencijado carro que venía funcionando desde hacía más de una década.

El servicio que estaba prestando el camión ya no era eficiente. Como era simplemente una cabina con una plancha atrás, no comprimía la basura, y eso perjudicaba su disposición final en el relleno sanitario. Además, a veces la basura se iba regando mientras el vehículo, remendado por todas partes, rodaba. No tenía puertas. Era un pedazo de chatarra andante (ver foto).

Por eso Paba buscó que mediante la Corporación Nacional País Seguro (Conalpas) le donaran un moderno carro de basura. Gestionó el recurso tal y como se lo ordenan las normas nacionales. Y logró obtener de la organización Industry Equipments de Estados Unidos, una máquina automática modelo 96 (ver foto). El Municipio pagó 4,3 millones de pesos para traer el vehículo desde Miami hasta Cartagena y ya tenía dispuestos casi 10 millones para correr con los gastos de la nacionalización.

“El nuevo camión es de gran utilidad para el pueblo porque llega fácilmente a los corregimientos y veredas cercanas al casco urbano, pese a que no hay vías pavimentadas. Puede prestar el servicio de recolección en municipios vecinos y eso significaría ingresos adicionales para nosotros. Y satisface todos los problemas que venía presentando ‘El Chavo’”, según le dijo a Semana.com Luis Carlos Bruges, actual alcalde de San Sebastián, reelegido después de 16 años.

Pero las leyes no siempre están acorde con la realidad y las necesidades de la gente. El camión de basuras jamás se pudo legalizar por un argumento que linda con lo risible y lo absurdo.

Resulta que las leyes colombianas dicen que no se puede nacionalizar ningún vehículo usado que venga del exterior, aunque hay algunas excepciones muy puntuales. La ley 903 de 2004 excluye de esa regla a “las ambulancias, buses o busetas y vehículos de bomberos siempre y cuando éstos sean donados por entidades extranjeras públicas o privadas y que no tengan una vida de servicio superior a quince (15) años...”.

La norma no menciona por ninguna parte los vehículos recolectores de basura. Por eso el Comité de Importaciones del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo rechazó la entrada al país del camión, a pesar de que la donación de Industry Equipments cumple todos los demás requisitos.

Se trata de una dolorosa realidad para muchos lejanos y desconocidos pueblos que encuentran muchas veces en las donaciones la posibilidad de tener buenas condiciones de vida. Más aún, cuando “en los últimos años el aseo ha adquirido importancia en las localidades y por lo general se han hecho campañas para crear la cultura de buen manejo de basuras”, según comenta Julio Rincón, miembro del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud.

Rincón recuerda que en 2002, antes de que entrara a regir la Ley 903, al municipio antioqueño de Ciudad Bolívar le tocó rechazar un carro de bomberos que también le había donado un organismo internacional. “Al final nos encartamos con él y terminamos regalándoselo a una escuela de mecánica en Estados Unidos”, cuenta.

Para evitar un final semejante, en San Sebastián de Buenavista han emprendido una larga odisea. El vehículo estuvo en bodegas del puerto de Cartagena desde agosto hasta octubre de 2007, cuando, mediante una jugada jurídica, pudo entrar al país.

La firma Dinámica, que presta servicios de intermediación aduanera, asesoró para que el camión entrara como una importación temporal por un año. Y, en efecto, las basuras de San Sebastián son recogidas actualmente por el coche. Pero sólo podrá hacerlo hasta el próximo octubre, cuando se vence la licencia temporal.

Después, hay que entrar de nuevo en trámites, sacar el camión del país, volverlo a traer como una importación temporal y así lograr que preste sus servicios por un año más en ese municipio. Y al año siguiente, hacer de nuevo el trámite, y luego, seguirlo haciendo eternamente porque no se puede nacionalizar para que se quede en Colombia de una vez por todas.



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