El gobernador Eduardo Verano de la Rosa, al centro con el gerente de la lotería del Atlántico, Luis Fernando de la Peña. A la derecha del gobernador el contralor departamental José Vicente Casas y en el extremo izquierdo el secretario jurídico del departamento Pedro Aragón. | Foto: SEMANA

LICITACIÓN

¿Por qué sólo se presentó 'La Gata'?

Tras las denuncias de que el negocio del chance que maneja 600 mil millones en Atlántico quedará en manos de la detenida empresaria Enilce López, organismos de control piden suspender la licitación.

22 de enero de 2009

Adjudicar el negocio del chance será siempre una tarea difícil. Para el gobierno departamental y la gerencia de la Lotería del Atlántico, no fue suficiente con haber pedido acompañamiento de los organismos de control, veedores y oficina del Zar Anticorrupción para adjudicar por un periodo de cinco años la concesión del multimillonario negocio de las apuestas conocido como ‘el chance’. Se estima que este negocio genera cerca de 600 mil millones de pesos en el departamento.

Horas previas al cierre de la hora límite para presentar propuestas, el senador del Polo Democrático, Gustavo Petro, denunció que las condiciones y requisitos exigidos favorecían a Uniapuestas, el actual concesionario.

A las tres en punto de la tarde y en presencia de veedores, los delegados de la Contraloría Departamental y la Procuraduría, el secretario jurídico del departamento, asesores y funcionarios de la lotería departamental, se cerró la urna y sólo hubo un proponente: Uniapuestas, una sociedad de vendedores de apuestas permanentes de la que hacen parte 80 personas, cuya socia mayoritaria es Enilce López Romero, conocida popularmente como ‘La Gata’ y quien hoy se encuentra detenida.

Las denuncias de Petro ponen en entredicho los esfuerzos que han los gobiernos departamentales por regular un negocio que ha estado salpicado por escándalos de corrupción, lavado de dinero y hasta crímenes y asesinatos entre empresarios y ganadores. Pero el gobernador Eduardo Verano de la Rosa y el gerente de la lotería del Atlántico, Luis Fernando De la Peña, lo defendieron, pues están seguros de haber sido transparentes y procedido de acuerdo con la ley.

Verano explicó que además de seguir al pie de la letra lo establecido en la ley 643 de 2001, analizaron los procesos adelantados en veinte departamentos en aspectos tales como valor del contrato, experiencia de las empresas, haber reportado transferencias al departamento, márgenes de utilidad, capital, nivel de endeudamiento, patrimonio técnico, capacidad tecnológica, software, hardware, que sumados a otros requisitos debían sumar mil puntos para poder ganar la licitación. Muchos más requisitos de los que según Petro, se tuvieron en cuenta para abrir la licitación .

Ayer el director de la Oficina Anticorrupción de la Presidencia de la República, Oscar Ortíz, quien había sido consultado a lo largo de todo el proceso y sus observaciones incluidas en las reglas de juego, le mandó una carta al gobernador Verano en la que le dice que solicitó la intervención de la Procuraduría General de la Nación para que revise todo lo actuado y en consideración a éste acompañamiento, le solicita al gobernador que suspenda el proceso hasta que haya un pronunciamiento de la Procuraduría.

¿Por qué otras empresas de apuestas que operan en el país no presentaron propuestas?

Se dice que la empresas de chance han acordado no participar en licitaciones en departamentos ajenos a aquel donde surgieron. Una manera de respetarse los territorios entre empresarios que conocieron la ilegalidad y la clandestinidad y hoy dirigen negocios prósperos que en un periodo de cinco años, como el del Atlántico puede vender 600 mil millones de pesos, pagar 73 mil millones en regalías y aproximadamente 250 mil millones en premios.

José de Dios Moreno, un promotor de apuestas que se declara desplazado del negocio desde 1999. Moreno manifestó que el proceso estaba direccionado para que se lo ganara Uniapuestas y que por eso otras empresas interesadas como el Consorcio Chambacú y Circulante S.A de Bogotá, que en principio estaban actuando con un mismo representante, y la Lotería de Manizales, se abstuvieron de participar en la licitación.

El secretario jurídico del departamento manifestó que el pliego se había hecho sin restricciones y que las condiciones han sido amplias y en igualdad de condiciones. La mayoría de las loterías exigen experiencia en venta de chance entre diez y veinte años continuos. Atlántico exige cinco años discontinuos. Mientras otras loterías exigen que los licitantes hayan hecho transferencias, a los interesados en Atlántico no se les exigió.

Sin embargo, lo que sí exige Atlántico es que dentro de los próximos cinco años el concesionario debe transferir al departamento la suma de setenta y tres mil quinientos ventiun millones de pesos con destino a la salud. No cualquier empresa puede aportar semejante capital, y la única que aceptó aportar ese dinero fue Uniapuestas.

En cuanto a la denuncia de que Uniapuestas tiene una deuda de 6.000 millones con el departamento, el gobernador dijo que desconocía el hecho, pero que el requisito exigible a Uniapuestas como proponente era que en cumplimiento del contrato vigente haya cumplido con las transferencias y, según el gobernador y el gerente de la lotería, pagó en los últimos cinco años 64.000 millones de pesos que se habían estipulado en el contrato con base en el estudio de mercado de 2003. Los impuestos que adeudaría la empresa de apuestas al departamento, según fuentes de la gobernación, se encuentra en cobro coactivo.

El Contralor Departamental expresó que habían acompañado el proceso para apoyar una licitación transparente, pero que no podían pronunciarse sobre estos hechos porque el control que ese organismo ejerce es posterior a la suscripción del contrato.

El juego del chance surgió como un negocio ilegal en los años 60, por cuya venta incluso pagaban cárcel los responsables. Y la mayoría de los actuales socios de Uniapuestas fueron ilegales o trabajaron en la clandestinidad, hasta que mediante leyes y decretos a partir de los años 90 el juego fue reglamentado para que pagara regalías e impuestos. Alrededor de este juego existe una historia negra de apuestas no pagadas, de ganadores asesinados y atracados por haber arruinado a la casa de apuestas, y dineros sucios.