Ricardo Patiño, canciller de Ecuador. | Foto: AP

ENTREVISTA

“La decisión final de restablecer las relaciones con Colombia es del Presidente Correa”

El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño explicó por qué aunque las relaciones diplomáticas colombo-ecuatorianas han mejorado, en el futuro cercano no se ve su pronta restauración.

Orlando Gómez León, especial para Semana.com.
3 de abril de 2010

 La normalización plena de las relaciones entre Ecuador y Colombia vuelve a pasar por dificultades. Quito exige que Bogotá entregue el detalle de cómo se produjo el ataque militar de marzo de 2008, que motivó la ruptura de los vínculos.

A pesar de que las relaciones han avanzado al punto de que se han nombrado encargados de negocios, la postura del gobierno de Álvaro Uribe de reservarse información sobre el bombardeo que acabó con ‘Raúl Reyes’ y otras 25 personas, ha sido una talanquera en la restauración completa de los lazos diplomáticos, según el nuevo canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.

El ministro de Relaciones Exteriores –el hombre más cercano al presidente Rafael Correa-habló con Semana.com sobre el momento en el que se encuentran las relaciones diplomáticas de los dos países. En su criterio, “no están en un punto muerto”.

Semana.com: ¿Cómo avanza la reanudación de relaciones entre ambas naciones?

Ricardo Patiño
: Esperamos restablecer las relaciones con Colombia en el más alto nivel. Debemos atender los requerimientos que tenemos, pero especialmente Colombia debe atender los nuestros. El gobierno colombiano tomó la decisión, el 1 de marzo de 2008, de bombardear nuestro territorio y nosotros no podemos decir: “borrón y cuenta nueva, aquí no pasó nada”. No estamos hablando en igualdad de condiciones. No vamos a decir: “qué piensan ustedes” o “pongámonos de acuerdo”. No. Fuimos el país agredido. Con sinceridad, no veo que en el muy corto plazo sea factible encontrar coincidencias.

Semana.com: ¿Qué es lo que el Gobierno ecuatoriano pide?

R.P.:
Nosotros exigimos una explicación sobre lo que sucedió. Y nosotros tenemos derecho, primero, a que se nos informe con detalle cómo se produjo ese bombardeo, y en segundo lugar, a que se nos de toda la información de esos supuestos y extraordinarios discos duros con los cuales se agredió la honra de nuestro país y de nuestros gobernantes. Unos discos duros que nunca entregaron, cuando habían ofrecido hacerlo.

No estamos iniciando una negociación entre dos países en igualdad de condiciones. No. Somos un país agredido y exigimos información precisa sobre esos temas, porque tenemos que resarcirnos de las ofensas de medios de comunicación, personas, e incluso, hasta de políticos ecuatorianos que se aprovecharon.

Semana.com: ¿Esa es una condición imprescindible?

R.P.:
Es que no solamente el pueblo sufrió una agresión, sino que después se produjo toda una confabulación mediática para tratar de decir que nosotros habíamos sido los culpables de la agresión. A esa conclusión se quiso llegar. Que el Ecuador fue agredido por su culpa: por haber aupado a los grupos irregulares de Colombia.

Esas falsedades fueron soportadas por los supuestos discos duros.

Semana.com: De acuerdo con lo que usted dice, si Colombia se niega a entregar la información de las computadoras, ¿no se van a restablecer plenamente las relaciones?

R.P.:
La decisión final la tomará el Presidente Correa, pero esas son las condiciones actuales.

Semana.com: Entonces, ¿en qué aspecto se puede decir que se ha avanzado?

R.P.:
Tenemos encargado de negocios en cada uno de los países. Las relaciones son mucho más directas. Las relaciones de vecindad se han reestablecido, como la Combifron en el cordón fronterizo. Ya no tenemos que buscar un intermediario para conversar, ahora lo hacemos directamente.

Yo tengo diálogo personal con el canciller colombiano Jaime Bermúdez; personal y telefónico. Nos llamamos y conversamos. Las relaciones han mejorado sustancialmente en los últimos meses. Esa es una cosa. Sabemos que tenemos que diferenciar lo uno de lo otro. Estamos juntos en Unasur y en la CAN. El diálogo está restablecido de manera común.

Semana.com: Pero los discos duros del campamento de Reyes siguen generando polémica…

R.P.:
La respuesta de Colombia es que ha entregado a cada país la información de los discos duros referida a ese país. Nosotros queremos toda la información, porque, entre otras cosas, no olvidemos que esos discos estaban en territorio ecuatoriano. A nosotros nos correspondería como Estado ecuatoriano disponer incluso de esas computadoras.

Después de toda la porquería y mentiras que dijeron que contenían esos discos duros ahora resulta que nos van a dar apenas 23 paginitas…

Semana.com: ¿Entonces las relaciones están en un punto muerto?

R.P.:
No, no estamos en un punto muerto. Estamos en un punto vivo. Están mucho mejor las relaciones que antes. Es un buen trabajo de acercamiento que, debo reconocerlo, hizo el ex canciller Fander Falconí. La actual es una relación cordial. Mantenemos el diálogo sobre algunos temas puntuales. No se ha llegado al punto de tener embajadores allá y acá. Pero, es una relación que tiene el ánimo de llegar a su plenitud.

Semana.com: ¿Ecuador ha pedido ayuda a Colombia para resolver el problema de los refugiados?

R.P.:
Nosotros no estamos buscando el apoyo económico de Colombia en este sentido. Lo que hacemos es con mucho afecto. Sabemos y lamentamos la situación de violencia que vive el pueblo colombiano y seguiremos recibiendo a los refugiados colombianos, atendiéndolos como hermanos. Creemos, eso sí, que Colombia tiene la responsabilidad de colaborar con la ACNUR en este sentido.

Semana.com: ¿Qué opinión le merece la candidatura del ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos para la Presidencia de la República?

R.P.:
En relación a la candidatura del señor Santos, no debo hacer ningún comentario. Será una decisión política de los ciudadanos colombianos, pueblo y nación con la que siempre hemos tenido las mejores relaciones de aprecio, de cariño, de solidaridad. Yo veo a un colombiano y lo único que me provoca es un inmenso afecto, sentimiento de identidad cultural e histórica. De tal manera que no me atrevería en ningún caso a hacer el más mínimo comentario. El pueblo colombiano decidirá en las urnas quien será su presidente o presidenta. Respetamos en forma absoluta la decisión que tomen sobre sus gobernantes.