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Cartagena y Restrepo salieron por la puerta grande

Los dos rejoneadores cortaron dos orejas cada uno en corrida de rejones que casi llena la plaza de Santamaría aun encierro de Manuel Orbes que le faltó bravura con excepción del sexto de la tarde.

Hernán Miranda Torres
15 de febrero de 2004

Aunque muchos no le creían estuvieron a punto de llenarse los tendidos de la plaza bogotana a pesar de una tarde fría y que presagiaba lluvia. No obstante el público estuvo entusiasmado y aplaudiendo con cariño a los tres caballeros en plaza que hicieron una demostración de alta escuela. Caballos toreros de todas las pintas y colores. Además se vieron muchas caras nuevas en los tendidos. Una nueva generación que será la base para la afición del futuro. Muy bien por la Corporación en programar esta clase festejos. Y qué tal por ejemplo que sus directivos pensaran en contratar, por ejemplo, a Pablo Hermoso de Mendoza para la próxima temporada. Se agotaría el papel sin duda alguna. Ahí les queda la inquietud.

Andy Cartagena

Cómo conecta con los tendidos este rejoneador que lleva los toros pegados a la grupa con un temple y una suavidad exquisita. Esas banderillas cortas y largas a dos manos en las que pareciera que se sale del caballo. O al violín en la que deja llegar el toro al estribo y pasando por lugares increíbles que hacen pensar que el caballo puede salir corneado. Pero no. Lo hace con tanta maestría y profesionalismo que hace para a la gente de los tendidos llena de emoción. A su primero le dejó un rejón de muerte en todo lo alto por lo cual la presidencia le otorgó las dos orejas. A su segundo, que pintaba como el mejor de la tarde, infortunadamente un rejón de castigo los descordó por lo que fue cambiado -generosamente por el palco presidencial- por uno de Achury que fue manso y no salió de las tablas. No obstante a base de insistir e insistir para sacarlo hacia los medios volvió a demostrar toda su categoría. Al final dio la vuelta al ruedo en medio del júbilo de los aficionados. Muy buen sabor de boca dejó este joven caballero español.

Juan Rafael Restrepo

Sacó la casta el colombiano a pesar de que son realmente pocas las corridas de rejones que se ven en el país si se le compara, por ejemplo, con los rejoneadores españoles que terminan la temporada con 50 ó 60 corridas al año. Sin embargo estuvo ganoso, valiente y exponiendo sobre todo con se segundo ejemplar, un torazo de 590 kilos que había que someter porque tenía genio e inspiraba respeto y el cual -este sí- tenía recorrido y perseguía cada vez que salía de alguna de las suertes bien ejecutadas por el colombiano. Ah y que además con el mérito de que lo hizo todo en el centro del ruedo. Dejó un rejón de muerte un tanto caído pero que fue suficiente para que el de Orbes doblara y la presidencia, repito, entusiasmadísima, le otorgó los dos apéndices. Antes le había brindado la faena a su hermana con quien dio la vuelta al ruedo. Muy bien por Juan Rafael.

Martín González Porras

No estuvo muy acertado el rejoneador madrileño. Y es entendible si se tiene en cuenta que no estaba con su cuadra de caballos pues ésta se la prestó el colombiano Willy Rodríquez, con quien ha hecho muy buena amistad. Aún así puso un par de banderillas, enrabietado, a su segundo toro, metido entre las tablas, que fue de mucha exposición. No se pudo ver más. Eso sí, le fue otorgada una oreja en su primero, repito, por la voluntad y el esfuerzo que le puso a unos caballos completamente desconocidos por él.

El próximo domingo

Sexta del abono con un cartelazo: los toros de don Jerónimo Pimentel, El Paraíso, para Juan Serrano, Finito de Córdoba, César Jiménez, triunfador en Las Ventas de Madrid y Ramsés, sacando la cara por los toreros colombianos.