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Colombia convenció a la mesa de donantes.

Viernes 11, 8:00 horas. A pesar de cuestionar la crisis humanitaria y la impunidad, la Mesa de donantes anunció su respaldo a la política de paz del presidente Álvaro Uribe Vélez, después de una intensa jornada en la que la canciller y el vicepresidente colombianos mostraron las cifras sobre el descenso de la violencia.

7 de julio de 2003

La reunión realizada ayer en Londres fue un preámbulo a la que tendrá lugar en octubre en Bruselas. Después de 10 horas de debate, los representantes de la Unión Europea (UE), Japón, Canadá, Suiza, Noruega, Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, México, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las Naciones Unidas y la Comisión Europea, manifestaron su respaldo al gobierno de Uribe.

Pero hicieron algunas recomendaciones orientadas a "llevar a cabo una revisión y reorientación de sus programas de cooperación y poner un énfasis particular en contribuir al fortalecimiento de las instituciones estatales, al alivio de la crisis humanitaria, la protección de los derechos humanos y de las actividades ambientales y a la creación de alternativas a la producción de narcóticos", según la declaración final de la reunión. Fueron en total 24, y se espera que sean cumplidas en el menor tiempo posible.

Así mismo, los asistentes exaltaron del Gobierno "sus esfuerzos para desarrollar la completa funcionalidad de las instituciones democráticas en todo su territorio, basado en el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, así como en el bienestar de todos los ciudadanos". Además invitaron "a todos los grupos armados ilegales a acordar un cese al fuego y a entrar en una negociación de paz seria para buscar una solución pacífica del conflicto".

Al final quedó un sabor dulce entre la delegación colombiana, integrada por la canciller colombiana Carolina Barco y el vicepresidente, Francisco Santos, además de funcionarios de cada uno de los dos organismos, pues su presentación logró el objetivo propuesto: convencer a una parte del mundo que vale la pena invertir en la paz de Colombia. Su presentación fue aplaudida y el consenso general fue positivo. "Se presentaron pruebas sólidas y, aunque no convencieron en todos los temas, porque hay muchas reticencias en temas polémicos como la fumigación, impresionaron bastante por su coherencia y convicción", explicó el vocero de una ONG internacional que pidió no fuera revelado su nombre.

Pero no fue tarea fácil, pues hubo comisiones más difíciles de convencer que otras. Un caso de ello fue Noruega, que recalcó las desigualdades sociales como punto inequívocamente vinculado a la violencia que se vive Colombia y sugirió no cooperar hasta que la crisis en derechos humanos sea superada. Además una facción de la UE veía en medidas tomadas por el gobierno colombiano como el Estatuto antiterrorista, un medio de coerción y vulneración de libertades. Pero el triunfo colombiano fue mostrar otra cara de éstas.

Quedan un par de meses para la cumbre decisiva, pero por ahora el gobierno tiene la satisfacción del deber cumplido, pues se ha dado un paso más hacia la cooperación.