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Comienza jornada mundial por el trabajo decente

7 de octubre de 2008

Las diferentes organizaciones sindicales del país se toman esta tarde los espacios públicos de las principales ciudades del país para exigir el derecho al trabajo decente. Así, se unen a la iniciativa de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que representa a 168 millones de trabajadores de 155 países en el mundo. En Bogotá, los trabajadores marcharán desde la Plaza de Toros hasta la Plaza de Bolívar, a las 4 de la tarde.

“Se necesita una transformación fundamental de la globalización, pues existe una masiva y creciente desigualdad de ingresos en muchos países”, dice el comunicado de prensa de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), justo cuando se anuncia el fin del capitalismo salvaje a raíz de la crisis financiera mundial.

En nuestro país los indicadores del trabajo decente retratan un panorama desalentador, de acuerdo con un informe que realizó la Escuela Nacional Sindical (ENS). El estudio tuvo en la cuenta, sobre todo, el primer período de gobierno de Uribe y sus repercusiones para el 2007. Concluye que en vez de ser decente, el trabajo resulta precario (vea el documento completo en www.trabajodecente.org.co).

Algunos indicadores del trabajo indecente en Colombia

Según la ENS, el crecimiento económico que tuvo el país en el 2007, el mayor desde los 70’s, no redundó en más empleos ni redujo el trabajo informal como se esperaría. A pesar de que el desempleo bajó de 14.7 por ciento en 2001 a 11.2 por ciento en 2007, el número de quienes trabajaban aumentó lentamente. Mientras que los sectores de la economía que generaron más puestos de trabajo, no lo hicieron de manera formal.

“Estos resultados contradicen los propósitos de la reforma de la ley que redujo costos laborales, supuestamente para estimular la contratación de trabajadores”, dice el informe. Y si se llegaron a contratar, se les pagó poco y sin seguridad social. Apunta que en los sectores agrícola y minero, donde hubo mayor inversión extranjera, los empleados fueron menos.

La distribución de los ingresos también resultó inequitativa. En el 2006, con base en cifras del Dane, la mitad de los trabajadores se ganó menos de un salario mínimo mensual, a diferencia de una minoría (4 por ciento de los asalariados) que obtuvo más de cuatro salarios mínimos.

Otro factor de la precariedad laboral en Colombia consiste en que cada vez hay menos trabajos permanentes. Para este caso, el informe describe el lapso 1992-2006, en el que se pasó de 94.858 a 277.020 empleos temporales. Y explica que este deterioro se dio por las políticas de mayor flexibilidad de los contratos, luego de la apertura económica. Así se forjó un modelo en beneficio del capital y de la productividad, y no de los trabajadores.