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Con rifirrafe entre representante Gustavo Petro y el Minagricultura se hundió ley forestal en el Congreso

Miércoles 7, 10:30 horas. El ministro anunció acciones legales contra el congresista, quien lo acusó de defender un proyecto que beneficia a los paramilitares.

12 de febrero de 2006

La muerte del proyecto de ley forestal estaba anunciada.  La mesa directiva de la Cámara de Representantes llevaba más de un mes poniéndolo en el orden del día, pero el gobierno nunca logró los votos necesarios para su aprobación y este martes ni siquiera había quórum para un nuevo intento de votación.

Sin embargo, opositores y defensores de la iniciativa se enfrascaron en una discusión  acerca de los beneficios de la misma y el ambiente comenzó a enrarecerse aún más cuando el representante liberal Juan de Dios Alfonso denunció que había rumores sobre ofrecimientos de dinero a los congresistas a cambio de la aprobación de la iniciativa.

El proyecto buscaba crear un marco regulatorio  para la explotación forestal en el país, pero fue objeto de críticas por parte de las comunidades indígenas, algunas ONG de derechos humanos y asociaciones ambientalistas, quienes consideran que perjudica los intereses nacionales al facilitar a multinacionales extranjeras el acceso a recursos no renovables y que desconoce la soberanía de las etnias indígenas.

Una de las críticas más graves al proyecto fue la expuesta por Petro durante su intervención, en la cual señaló que los paramilitares que usurparon tierras a los campesinos podrían resultar beneficiados y consolidar su poder sobre ellas gracias al proyecto, lo cual suscitó el disgusto del ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias. 

Una hora después, cuando todo el mundo creía que los ánimos ya se habían apaciguado, Arias salió a buscar a Petro en un pasillo del salón Elíptico del Capitolio Nacional, en donde confrontó al congresista del Polo Democrático advirtiéndole que emprendería acciones legales en su contra. "Lo voy a demandar, lo voy a demandar", insistía Arias, hasta que Petro lo interrumpió: "Haga lo que quiera, que yo a usted no le tengo miedo".

Los congresistas Guillermo Rivera, Germán Navas, Alexander López y un periodista de SEMANA.COM fueron testigos del tono elevado que adquirió la discusión.

"Usted  no me viene a amenazar en mi casa. Esta es mi casa (el Congreso) y usted en mi casa no me amenaza para condicionar mi voto. ¿O me va a traer a los paramilitares? ",  gritó Petro. 

El rostro del ministro dejó ver su enojo y fue entonces cuando remató la discusión en un tono que hace muchos años no le se veía a funcionario gubernamental alguno, y que terminó por poner en alerta a los escoltas que esperaban la salida de los congresistas: "Pues yo a usted tampoco le tengo miedo. No le tengo miedo", gritó el ministro.

Acto seguido ingresó nuevamente al salón elíptico en donde, minutos después, el gobierno se rindió en su intento por lograr apoyo al proyecto, que por octava vez fue archivado.