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El clima y los toros aguaron la fiesta

Con excepción del quinto de la tarde, al que César Rincón le cortó las dos orejas, la tarde terminó con más pena que gloria.

Hernán Miranda T.
12 de febrero de 2006

La ola invernal que azota al país tampoco perdonó el anunciado mano a mano del jueves en la plaza de Santamaría de Bogotá entre el colombiano César Rincón y el español Julián López, 'El Juli', quienes además de enfrentarse a un descastado encierro de Ambaló, tuvieron que 'lidiar' con un ruedo convertido en lodo debido al fuerte aguacero que cayó durante casi toda la tarde.

Escribir sobre la categoría y clase del maestro Rincón parece casi repetitivo porque se han utilizado casi todos los elogios y las buenas maneras de su toreo. Ayer, no obstante, sus dos primeros toros, a los cuales trató por todos los medios se sacarles lo mejor de sí, se rajaron y no permitieron el lucimiento del maestro. Tanto Guardián de 547 kilos y Limonero de 506 embistieron con la cabeza alta y sin fijeza, por lo que en el momento del arrastre recibieron una fuerte silbatina del público que llenó hasta las banderas el coso capitalino.

Sin embargo, en el quinto de la tarde, de nombre Cartujano y menos pesado del encierro -465 kilos y el cual brindó al respetable-, Rincón sacó toda su casta y conocimientos. Lo recibió con cuatro pases de pitón a rabo de rodillas, ganando terreno hacia los medios. Posteriormente, en medio del barrizal, lo fue sometiendo en la muleta para ejecutarle pases por ambos pitones con un empaque y torería sin igual. Invertidos, molinetes. trincherazos que fueron refrendados con una estocada entera, al único toro con bravura. Tanto es así, que dobló en tres ocasiones y volvía a levantarse para caer por fin, sin puntilla, a los pies del maestro, y claro al grito de torero, torero, torero, recibió las dos orejas para salir al final del festejo por la puerta grande en hombros de los aficionados, que en medio de la lluvia pertinaz lo despidieron con el ya conocido coro de "Céeesar, Céeesar, Céeesar".

Julián López 'El Juli'

Con verónicas a pie juntos recibió a su primero de nombre Taconero y de 470 kilos, para llevarlo posteriormente a los medios y después de recibir un 'picotazo' instrumentarle tres ceñidas chicuelinas rematadas con media verónica a una mano que recibieron aplausos a granel de los aficionados, que esperaban al español con mucha expectativa, ahora que es llevado de las manos de Roberto Domínguez de grata recordación entre la afición colombiana. Le ligó derechazos de mucha factura rematados con pases de trinchera de una belleza inconmensurable. Con la izquierda naturales de costado arrimándose a la cuna de los pitones para salir airoso a escuchar una fuerte ovación. Y como lo mató con una estocada entera que hizo rodar al burel, recibió la primera oreja de la tarde. Pero esa expectativa quedó ahí, nada más, pues en sus otros dos toros en suerte, intentó con mucha voluntad y tesón sacarles algún partido, pero ni Bondadoso ni Distinguido, el sexto de la tarde, un castaño bien armado de pitones, le colaboraron en lo más mínimo. Porfió y porfió pero todo quedó en eso, en buenas intenciones.

Por otra parte, y como preludio a la corrida, se presentó la banda del Batallón Guardia Presidencial que recibió respetuosos aplausos al terminar el 'concierto' que ofreció a todos los aficionados. Asimismo continúa la temporada taurina en Bucaramanga y terminar el año con la feria de Cali, para seguir en Manizales, Medellín y por supuesto Bogotá. Hasta entonces.