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Segunda de abono

El Juli: de nuevo por la puerta grande

Entretenido el festejo del domingo en la Santamaría. Dos orejas para Julián López y una para el colombiano Paco Perlaza. Buen encierro de Juan Bernardo Caicedo.

Hernán Miranda Torres*
26 de enero de 2004

Con un sol radiante y una plaza llena se dio inicio al segundo festejo en Bogotá. Y hubo de todo: Buenas faenas, buenos toros, un público entusiasmado, un abrebocas con el Batallón Guardia Presidencial, que emocionó con su 'concierto' y se llevó, la primera gran ovación de las muchas que hubo durante la tarde. Y hasta un toro que fue regresado a los corrales y con el cual se perdieron 40 minutos en su devolución y que el público estoicamente esperó con toda la paciencia del caso.

El Juli

Este joven diestro español es un torero que arrastra, que conecta con el público con solo pisar la arena de la plaza, que lleva emoción, que gusta. Y es natural porque torea, si no con mucha profundidad sí se arrima, tiene técnica, valor, conocimiento y ganas. Y con esas ganas toreó. Cinco verónicas cargando la suerte y ganando los medios. Por chicuelinas galleadas llevó el toro a la cabalgadura, tres excelentes pares de banderillas. Ya con la muleta tres estatuarios, varias tandas de derechazos y naturales de mucha calidad y aguantando a un toro que se quedaba pero que a base de consentirlo y 'paladiarlo' lo pudo meter en la muleta para rematar una faena con un pase por bajo que sólo lo hacen los artistas de mucha calidad. Mató de estocada un tris tendida pero que hizo rodar a Conductor, de 460 kilos, y por lo cual cortó las dos orejas y aseguraba, una vez más, su salida por la puerta grande. En su segundo ejemplar también ejecutó tandas de derechazos y naturales mandones a un toro que no le colaboró mucho. Lo mató de estocada entera por los cual los aficionados lo obligaron a dar la vuelta al ruedo.

Paco Perlaza

El torero vallecaucano sabía lo que se estaba jugando y apostó. Y ganó. Qué bien toreó a su primer ejemplar. Con mando, templando las embestidas, pero lo que más gustó es que lo hizo con lentitud, despacio, sin afanes y repito mandando. Muy cuajado está este matador, que sin duda alguna será base de las principales ferias del país y del exterior. Su faena a Marinero, de 507 kilos, tuvo de todo: lances a la verónicas chicuelinas, bajando mucho las manos, estatuarios, derechazos, naturales muy largos, y una buena estocada que sólo fue premiada con una oreja por el palco presidencial por lo cual se llevó soberana rechifla por parte de los aficionados, que pidieron con insistencia el segundo apéndice. En su segundo ejemplar, un castaño quemado, bocinero, con mucho trapío le ejecutó con el capote unas caleserinas, que no se veían hacía mucho tiempo y que hacía presagiar algo grande. Pero infortunadamente el toro se lesionó de unos de sus remos y tan sólo le instrumentó unos pases cambiados por la espalda, quedándose quieto como un poste, que pusieron a más de uno los pelos de punta. Bienvenido a próximos carteles este excelente diestro nacional.

Matías Tejela

Buen torero este español que debutaba ante la primera plaza del país, pero que no contó con suerte en los ejemplares que le correspondieron. No obstante mostró mucho valor y conocimiento y sobre todo que torea por bajo, con ortodoxia y mucho mando. En las tandas que le ejecutó a Andaluz, de 445 kilos, dejó ver todo lo que lleva por dentro y no sería raro que volviera a hacer el paseíllo en futuras temporadas en la capital de la República.

Este domingo

Nada más ni nada menos que el maestro Enrique Ponce, en su única presentación en América. Alternará con José María Manzanares y el colombiano Manuel Libardo, quienes lidiarán un encierro de Achury Viejo. Largas colas de aficionados se veían ya desde el lunes, por lo cual se asegura el lleno hasta las banderas.