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Entre los lectores y la red

El académico Hernán Alonso Muñoz explica cómo internet ha cambiado la forma de ver el mundo.

Hernán Alonso Muñoz Vélez*
3 de julio de 2005

Es difícil comprender, con una visión tradicionalista, la aceptación e influencia que han tenido las nuevas tecnologías, específicamente en el campo de la lectura. Es decir, el de la creación y modificación de comportamientos lectores. Actualmente, las nuevas tecnologías han permeado la gran mayoría de los procesos de la cotidianidad humana, sino en todos.

La política, la economía, la cultura y hasta la religión se manejan hoy a través de un ordenador. No solo permite hacer menos necesario el contacto con el otro, sino que cada vez se hace más indispensable saber de "sistemas" para poder "competir" en el mundo. Si en un pasado se decía que quien no supiera inglés era un analfabeta, hoy en día este idioma no serviría de nada sin la destreza necesaria frente al PC o los conocimientos de la moderna tecnificación y la alfabetización informática.

Aun así, es difícil definir en qué momento se presenta esta "oleada" de tecnologías. Dentro del sistema educativo es más fácil saberlo. Entre tanto, la inmersión tecnológica en Colombia, fue a través de la reforma a la educación planteada en la Ley 115 del 8 de febrero de 1994, en la cual se incluyen a las tecnologías como un nuevo campo de formación de necesaria obligatoriedad.

Esto a su vez abrió mucho más la brecha entre los procesos educativos de clases, generando un notable deterioro de la calidad de la educación, relevando a un segundo plano asignaturas tan importantes como las ciencias naturales, las ciencias humanas y los deportes. Todo esto con el animo de formar jóvenes más "capacitados" y "competitivos".

Pero, a pesar de los muchos problemas en torno a la tecnología, sería injusto negarle a ésta el crédito de haber promovido un nuevo grupo de lectores, el cual aumenta cada día más. Porque como dice Juan Domingo Argüelles, citando a Rodolfo Castro: "todos somos lectores, aun los que no frecuentan de manera asidua los libros, entre otras cosas porque la lectura no se hace exclusivamente en los libros". Para mí, esto significa que es tan lector quien se pasa horas enfrente de un PC, como quien lo hace frente a un libro en una biblioteca.

Irónicamente, ahora que la gran mayoría de las personas tienen acceso a las tecnologías, las clases altas regresaron al método del tradicional libro impreso; mientras en unas garantizan un computador por alumno, en las otras garantizan un profesor por alumno. ¿Educación individualizada o educación tecnologizada?

Gracias a esto, en muchos de los casos, nos hemos conformado con estigmatizar a quienes pasan la gran mayoría del tiempo en un computador, con el argumento de que quien está en red, esta frente a una verdadera perdida de tiempo y aceptar esto, sería decir que el único uso que tiene internet es el mencionado anteriormente.

Debemos aprovechar el inmenso potencial que ofrece la red

Si tenemos en cuenta que, según un estudio de la firma NetCraft, a septiembre de 2004 había en la red 50'550.965 sitios. Y que según ese mismo estudio cada minuto nacen 6 páginas, 145 cada hora y 3500 por día, sería absurdo pensar que la red no puede generar gustos más allá de lo que nuestra limitada visión lo permite y, para afirmar lo anterior, debemos también suponer que así como hay sitios web muy malos también hay libros que lo son.

Por un momento, he llegado a pensar que el problema de la lectura por internet radica particularmente en las editoriales y en los autores. En las primeras, porque a través del tiempo han logrado amasar una fortuna con un negocio que se nutre de la publicación irresponsable de cualquier texto con el ánimo de convertirlo en "best seller", influyendo - casi siempre de forma negativa- en los gustos de lectura de la gente. El deseo de vender de estas empresas es mucho más fuerte que su obligación histórica de formar y recrear. Además estoy seguro que para la industria editorial tradicional penetrar en el mundo del formato virtual sería casi menos que imposible, pues ese privilegio ya lo tienen ganado otros.

Para el caso de los autores, el problema estriba en que debido a la inseguridad que presenta la red, los autores piensan que dejarían de recibir las regalías correspondientes a derechos de autor. Pero así como cada día nace un "hacker" más valiente, igualmente cada día surgen más sistemas de seguridad en la red, que a la postre le podrían garantizar a un autor la venta de sus obras. ¿Cómo es posible hacer transferencias bancarias a través de internet que representan millones, sin riesgo alguno? Así mismo podrían venderse libros en la red. Desafortunadamente, los pocos que se han aventurado con este nuevo formato no han tenido el "eco" suficiente.

Visto de esta manera, la red no podrá nunca reemplazar al libro. Pero si creará un nuevo círculo de lectores el cual cada vez se ampliará mucho más, gracias a la creciente oferta y demanda de información por internet.

Actualmente, se encuentra en desarrollo Internet II, la cual pretende volver a su antepasado y servir de conexión entre los centros de conocimiento del mundo - incluyendo a las universidades y las bibliotecas.

Este propósito afirma la importancia de la red en la masificación, expansión y democratización del conocimiento, pues a pesar de que es imposible de que todo lo que saben las ciencias se libere, así sin más, es interesante saber que un creciente número de personas está deseoso de compartir sus experiencias a través de la red.

En defensa de la lectura en la red

En ocasiones me parece apenas lógico la oleada de ataques contra la red. Como es de suponer, los defensores del libro impreso no permitirán qué una industria qué se ha demorado aproximadamente 450 años en fortalecerse - desde la invención de la imprenta en 1550 - comience a descender de la manera que lo está haciendo y máxime cuando hay tantos miles de millones de dólares de por medio.

No obstante, está demostrado que cada día crecen los usuarios de este tipo de medios, pues no en vano un PC se deprecia hoy tan sólo en tres meses, o sea que la demanda de más y mejores equipos hace que los productores de computadoras avancen sin descanso en desarrollos tecnológicos. Todo con el objetivo de satisfacer las necesidades de los usuarios a la vez que aumentan desmesuradamente sus ingresos, pues creo que después del petróleo la industria de las computadoras es una de las más rentables del mundo. O sino que lo diga el señor Bill Gates.

Aun así, la educatizacion (este término lo utilizo para designar la creciente utilización de internet en los procesos educativos. Así mismo, para señalar los avances que en ésta materia se están dando a diario. No olvidemos que la red se ha convertido en una de las herramientas mas usadas por los estudiantes) de internet tiene entre sus principales protagonistas a las universidades, las cuales le están apostando fuertemente a la red para desarrollar sus programas. Ahora la gran mayoría de las asignaturas tienen su dirección y su e-mail permitiéndole al estudiante acceder a más herramientas, cuyo único objetivo es hacer más dinámicos los procesos educativos. Ahora la educación a distancia no se adelanta a través de correo físico, se lleva a cabo a través de correo electrónico.

En definitiva, los portales educativos están convirtiendo a la web en un lugar para educarse, socializar y divertirse. Pues ¿quién dijo que la lúdica, el ocio y la educación no podían ir de la mano? Quizá ese sea el ingrediente que le hace falta al actual sistema para hacer más humana y universal la educación.

Entonces el llamado está dirigido, no sólo a que se reconozcan a estos nuevos lectores, sino a que se creen políticas que, a la postre, permitan el desarrollo de esta nueva práctica, la cual sin pensarlo ha revolucionado la forma de ver y leer el mundo. Pues como dijo Mario Mendoza: "no ejerceremos una autentica participación democrática, sino tenemos acceso a los procesos de lectura y escritura". Creo que internet nos ofrece esta libertad y esta oportunidad. Igualmente, estas políticas deben fortalecer los lazos entre las bibliotecas y los lectores, pues así como tenemos los tradicionales lectores de libros impresos, sería bueno comenzar a ofrecer a los lectores la opción de los libros electrónicos (e-books).

* Escuela Interamericana de Bibliotecología, Universidad de Antioquia