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Es aplazada hasta mañana la votación de la ONU sobre derechos humanos en Cuba.

Miércoles 16, 8:30 horas. Costa Rica y Cuba presentaron enmiendas opuestas minutos antes de tomar una decisión definitiva, por ello la comisión de las Naciones Unidas decidió aplazar la votación.

13 de abril de 2003

Las enmiendas de los dos países generaron debate entre las diversas delegaciones. Por una parte, Costa Rica criticó, junto con Perú, Uruguay y Nicaragua, el proyecto de resolución original, argumentando que era "muy blando" tras las detenciones y enjuiciamientos de disidentes políticos cubanos. El representante costarricense aclaró que siente "un profundo cariño" por el país hermano, por lo que se veía obligado a "hacer un vehemente llamamiento al gobierno de Cuba en demanda de un mayor respeto a los derechos humanos".

Por ello su enmienda exige "la inmediata liberación de los disidentes políticos cubanos". La propuesta recibió de inmediato respaldo de las delegaciones de Países Bajos, España, Grecia, Francia, Bélgica, Alemania, Dinamarca y Estados Unidos.

El representante de este último dijo que su país "hubiera preferido una resolución mucho más fuerte (...) el gobierno totalitario de Cuba debe ser condenado por este órgano por sus exacciones, como lo ha sido por Estados Unidos y otros estados".

A raíz de eso se presentó el debate, pues el delegado cubano criticó en respuesta, la "doble moral y el cinismo con que Estados Unidos permite que desde hace más de 40 años la realización y aliento del terrorismo desde su territorio contra el pueblo cubano, cuyos efectos han sido la pérdida de más de 3.000 vidas de inocentes". Y concluyó diciendo, "basta ya, este baile de farsa ya ha finalizado, quítense las máscaras y desnuden su vergüenza ante el mundo apoyando estas enmiendas".

No obstante las acusaciones levantaron ampolla en otros representantes, quienes aseguraron que la comisión ataca sólo a los más débiles. "Año tras año se condena únicamente las violaciones que ocurren en los países del sur con el fin exclusivo de saldar cuentas políticas", fue el consenso entre representantes de varios países en desarrollo, entre ellos China, Siria y Argelia.

El último sostuvo que, "nadie tiene derecho a darle lecciones a nadie". Así mismo, el de Siria defendió el "derecho de Cuba a escoger su estilo de vida y de gobierno sin injerencias externas".