Home

Noticias

Artículo

relaciones internacionales

Extranjeros que trabajen ilegalmente en Ecuador serán deportados

Jueves 4, 8:00 horas. La medida afectaría a más de 150 mil colombianos que laboran sin visa de trabajo en el vecino país. Organizaciones colombianas denuncian xenofobia.

29 de febrero de 2004

El ministro del Trabajo ecuatoriano, Raúl Izurieta anunció ayer que todos los extranjeros que se encuentren trabajando ilegalmente en el país tienen un mes de plazo para arreglar su situación. De lo contrario serán perseguidos por las autoridades y deportados a sus lugares de origen.

El primero de abril comenzarán las pesquisas. Las autoridades migratorias irán empresa por empresa para verificar que los extranjeros cuenten con visa de trabajo y con sus respectivos seguros. Si es hallado alguien sin los documentos -aunque tenga visa de turista-, será puesto a disposición de Migración y la empresa o negocio tendrá que pagar una multa de 200 dólares diarios por cada trabajador. Los únicos que tiene permiso para laborar en otras condiciones son los refugiados.

Para legalizar su situación, los extranjeros deben solicitar la visa 12-6, cuyo trámite cuesta entre 600 y 2.600 dólares. Debe ser diligenciada por un abogado local, luego de cumplir varios requisitos, entre ellos tener un contrato estable de prestación de servicios.

El gobierno colombiano no sabe con precisión cuántos nacionales se encuentran en el vecino país en calidad de ilegales. Se prevé que llegan a los 150 mil.

Al enterarse de la decisión, la Asociación de Colombianos residentes en Ecuador pidió una amnistía para los colombianos y a su vez denunció xenofobía por parte de funcionarios del Gobierno y autoridades ecuatorianas.

Según Froilán Ríos, representante de la Asociación, el sentimiento creció después de la captura del guerrillero de las Farc, Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad. "Si bien el Ministerio de Trabajo y las instituciones ecuatorianas tienen derecho de aplicar sus leyes, somos víctimas de una cacería de brujas que obedece a la ola de xenofobia que se ha levantado contra los colombianos", le dijo al diario colombiano El Tiempo.

Después del hecho, ocurrido el pasado 2 de enero, tanto las políticas migratorias ecuatorianas como la relación del gobierno de ese país con Colombia se vieron afectadas. Incluso se llegó a hablar de solicitarle visa a los colombianos. Pero en la pasada cumbre Iberoamericana de Monterrey, el mandatario ecuatoriano Lucio Gutiérrez le prometió a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe Vélez, que no será así.