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Filipinas decide retirar sus tropas de Irak antes de tiempo para salvar a rehén

Miércoles 14, 9:00 horas. El filipino Ángelo de la Cruz fue secuestrado por una brigada del Ejército Islámico de Irak, que amenazó con decapitarlo si las autoridades de Manila no retiraban sus tropas. La decisión generó rechazo en Washington.

11 de diciembre de 1980

La ministra filipina de Asuntos Exteriores, Delia Albert, anunció hoy que el Gobierno de Manila había procedido al retiro de los 50 soldados y policías en Irak. "En este momento, sólo 43 de los 51 efectivos desplegados permanecen en la zona", dijo Albert. "El Ministerio de Exteriores está coordinando con el Ministerio de Defensa el repliegue de las tropas humanitarias de Irak", agregó.

El gobierno filipino tomó la decisión presionado en gran medida por la opinión pública, que cuestionó la participación del país en la invasión a Irak.

De la Cruz, de 46 años, fue secuestrado la semana pasada por una brigada del denominado Ejército Islámico de Irak cuando conducía un camión cargado de combustible hacia Arabia Saudí. Es padre de ocho hijos.

Los secuestradores amenazaron con decapitarlo si Filipinas no retiraban sus tropas para el 20 de julio próximo.

El compromiso de su Gobierno con la coalición vencía el 20 de agosto, pero la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, decidió hacerlo antes de la fecha límite dada por los terroristas para evitar la muerte de su ciudadano.

La medida no fue bien recibida por Estados Unidos, que acusó a la administración de "ceder ante el terrorismo".

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, le dijo a CNN que la decisión "es una señal errónea para los terroristas".

Entre tanto, el ex jefe de las Fuerzas Armadas y enviado a Irak por la presidenta Macapagal Arroyo para negociar su liberación, Roy Cimatu, manifestó hoy que De la Cruz "está vivo y bien" y que "no hay riesgo de que sea ejecutado". Sin embargo, no dio detalles sobre su posible liberación.